Mario Desbordes, presidente de RN: "Las polémicas en las que ha estado este gobierno tienen que ver con errores no forzados"

Que lo hizo parecer como un "viejito". En tono de broma, ese mensaje le envió el viernes el Presidente Sebastián Piñera al timonel de RN, Mario Desbordes, luego que el dirigente comentara el jueves que el Mandatario no asistiría al aniversario del partido porque venía llegando hace poco de la gira a Asia, aludiendo al jet lag. En ese evento, Desbordes terminaría señalando -en broma- que "le vamos a pedir más ministros al Presidente".

Más allá de los "chistes" entre ambos, el líder de RN aborda en esta entrevista lo que califica como "errores no forzados" de La Moneda, por los que el sector ha debido dar explicaciones frente a varios episodios, el último por la presencia de los hijos de Piñera en la gira. En todo caso, recalca que "el gobierno está haciendo bien las cosas".

En el aniversario de RN usted planteó que ganar o perder la elección presidencial dependerá de que sean capaces de "contar lo que estamos haciendo". ¿Falta comunicar mejor?

Creo que sí. Es muy dispar la forma como se comunica un proyecto u otro. Cómo se llevó la comunicación ya entrada la discusión del TPP-11 es un ejemplo de cómo hacer bien la comunicación política: láminas explicativas, estas son las 10 mentiras que dicen los que se oponen, muy didáctico y con buenas bajadas. Ahí Rodrigo Yáñez, director de la Direcon, tuvo un trabajo extraordinario. Pero esa pega la hizo la Direcon. Entonces, lo que queremos es que ese mismo ejercicio lo repitamos en cada proyecto, de manera que todos nuestros dirigentes puedan ser, de verdad, voceros de lo que estamos haciendo.

¿En qué proyectos ve que pasa lo contrario?

La reforma tributaria todavía la gente no ve en qué la beneficia, y teniendo un ministro brillante y un subsecretario también, los dos, muy empoderados, capaces, pero en términos comunicacionales nunca ha salido la lámina para el Twitter, el meme en buena onda contando de qué se trata, y luego los tips de en qué consiste la reforma y cómo beneficia a la clase media, a los adultos mayores, a las cooperativas y demostrando que las acusaciones contra la reforma son falsas. Nunca ha habido un empeño didáctico. Siempre ha sido súper elevada la discusión. Es un proyecto árido, no hay duda, pero el TPP también lo era, y en la reforma tributaria no lo hemos logrado.

¿No será que se concentraron los esfuerzos en lograr los votos antes que comunicar, en un lenguaje sencillo, de qué se trata el proyecto?

Hubo un error de tratar de no hacer mucho ruido con la reforma para no enredar la negociación, pero, en paralelo, la oposición le daba duro a la reforma. Entonces, había solo ataques y poca defensa.

Probablemente caló mucho más algo que transmitió la oposición y que es muy sencillo de entender, que es que la reforma favorece a los súper ricos…

Claro, y eso no ha sido explicado de manera sencilla. Nunca ha habido una respuesta comunicacional sencilla para explicar por qué no es así.

¿Y no es así? ¿Usted tiene el convencimiento de que no es así?

Favorece a miles de personas que son socios de empresas, no a los súper ricos solamente. Y entiendo, por lo que me han dicho tributaristas, que es muy beneficiosa para las cooperativas, en donde no estamos hablando de los súper ricos. Creo que la reforma es necesaria y es buena, pero ha costado mucho defenderla.

¿En el relato del gobierno ha faltado concentrarse más en la clase media? Por ejemplo, la red Clase Media Protegida es parte central del programa y está atrasada.

Falta explicar mejor cómo los proyectos que ya están benefician a la clase media, como primera cosa. Quizás lo que también hay que hacer es sistematizar, ordenar todas estas iniciativas, contarle a la ciudadanía por qué son beneficiosas para la clase media, y que la gente sienta que se está avanzando en cumplirle lo que les prometimos.

En paralelo a ese trabajo, el gobierno ha debido enfrentar varias polémicas. Y la última fue por la participación de los hijos del Presidente Sebastián Piñera en la gira a Asia. Usted dijo que entendía que eran legítimos los cuestionamientos. ¿No fue un error derechamente?

No me pretendo erigir en general después de la batalla. Era una práctica habitual, pero, al mismo tiempo, no estoy de acuerdo con quienes se molestan con la crítica. Creo que es legítima la crítica, hay que entenderla como un cambio en lo que la gente quiere ver. Para mí, la reunión a la que asistieron es completamente inocua. Los hijos del Presidente pueden conseguir muchas mejores reuniones mañana mismo, y no porque sea Presidente, sino porque son una familia que está en el ranking Forbes. Cualquiera que está en ese ranking agarra el teléfono y consigue reuniones.

Pero eso es distinto al hecho de que estuvieron en un encuentro con empresarios: se pueden generar redes y queda esa imagen de privilegios y oportunidades para conocer a empresarios y, eventualmente, el día de mañana hacer negocios…

Por eso es legítima la crítica.

Entonces, ¿el error es que hayan ido a la gira o a ese encuentro?

El error está en no leer lo que la gente quiere hoy. El error está en varios episodios anteriores que hablan de no estar en una sintonía fina con lo que la gente nos está demandando a todos nosotros, no solamente al Presidente y al gobierno. Entiendo que es un descaro que la oposición venga a decirnos, sobre todo la Nueva Mayoría, que esto no se puede. Es un descaro que Dávalos venga a criticarnos, cuando él mismo les hacía asesorías desde la Direcon a empresarios chinos. Pero, con todo eso, la crítica ciudadana uno tiene que asumirla humildemente. Y eso es lo que hizo el Presidente. Por eso, quedé muy contento cuando lo escuché, de vuelta en Santiago, decir que "yo escuché, entiendo y, además, vamos a reglamentar". Y eso, obviamente, significa que no van más los hijos.

¿De quién es la culpa?

Esta es la responsabilidad que debe asumir siempre el Segundo Piso. Alguien tiene que estar al lado del Presidente, que está con mil cosas en la cabeza, para irle alertando de estas cuestiones. En este tipo de cuestiones ha fallado el Segundo Piso.

Históricamente, para RN, el Segundo Piso siempre falla…

Más allá de hacerles críticas puntuales a personas del Segundo Piso, ese es el rol que tiene que cumplir. ¿Para qué tienes un Segundo Piso? ¿Para hacer discursos? ¿El rol del Segundo Piso es hacer discursos, meterse en la designación de personas? Se han metido hasta el cogote en las designaciones de autoridades. La pega de ellos, lo importante, es mucho más allá que eso.

Con esto uno recuerda la frustrada nominación de Pablo Piñera como embajador…

No quiero entrar en un listado. No vale la pena. Ya está en el pasado. El punto es que tenemos que tener ojo con todas estas acciones que provocan polémica. Si uno observa, todas las polémicas en las que ha estado este gobierno, y los momentos críticos ante la opinión pública, no tienen que ver con proyectos de ley ni iniciativas gubernamentales, sino que con errores no forzados.

¿Y con el carácter y personalidad del Presidente también?

Sabemos cómo es el Presidente. Es un hombre inteligente, sabe escuchar. Es falso que no acepte otras opiniones, eso no es cierto. El punto es que hay ser claro, explicarle y convencerlo. Es un hombre que se deja convencer, pero hay que estar dispuesto a tratar de convencerlo.

¿Cómo ve que el gobierno reaccionó, por ejemplo, frente al tema de los medidores eléctricos? ¿Hubo un error no forzado también ahí?

Es evidente que ahí hubo un error no forzado. Debimos haber salido de inmediato a decir que esta era una iniciativa del gobierno de Bachelet y que no la compartíamos. Al final, se ha ido saliendo de eso bien, pero por Dios que nos costó caro.

Para Chile Vamos ahora se vienen meses complejos por las negociaciones para las elecciones municipales y de gobernadores…

No veo grandes nudos, porque debemos dejar atrás esta lógica de "el que tiene, mantiene" y estas antiguas prácticas que, a mi juicio, estaban equivocadas. En el caso de los gobernadores, a la menor diferencia, primarias habemus. Así de simple. RN no tiene ninguna intención de negociar nada en la elección de gobernadores. Tengo muy buenos candidatos en todas las regiones, pero acepto que los partidos aliados también los tengan. Y en ese caso vamos a ir a primarias. Si hay algo que voy a combatir con fuerza son las lógicas antiguas y hegemónicas del partido más grande. En RN hemos sido extraordinariamente cuidadosos con no pretender imponer nada, y somos el partido más grande. Nos interesa la suma de los cuatro partidos, más que el hecho de que RN crezca.

Pareciera que no es la meta mantener esa supremacía de RN…

Es una meta nuestra, de corazón, pero no puede nublarnos como ha nublado a otros partidos antes, que terminan priorizando que pierda el partido aliado para pasar a ser ellos los más grandes. He escuchado frases bien tristes en el último tiempo: "Prefiero ser el partido más grande en la oposición que ser el segundo o tercer partido más grande en el gobierno". Eso se lo he escuchado en los últimos meses a dirigentes de mi coalición. Eso es volver a la lógica ochentera o de los 90, que es lo peor que le puede pasar al sector. Hay gente que me dice en la coalición "ahora nos toca a nosotros llevar candidato presidencial". Eso es olvidarse que es la gente la que tiene que definir al candidato en la primaria.

¿Hay una mirada cortoplacista?

Obvio. La centroderecha estaba acostumbrada a los caudillos, a los liderazgos mesiánicos, más que a trabajar juntos y priorizar las instituciones por sobre las personas. Y se ha avanzado muchísimo en eso.