Miguel Ángel Calisto, diputado de la Democracia Cristiana: "La DC podría liderar un bloque desde Evópoli hasta el Partido Radical"

Ad portas de despegar a Coyhaique para iniciar su semana distrital, el diputado de la Democracia Cristiana Miguel Ángel Calisto se da un tiempo para analizar la situación actual de su partido, la política de alianzas y los diferentes escenarios que se barajan desde la oposición.

El parlamentario, que es ubicado en el sector más conservador de la falange, dice que la DC no puede "mendigarle amor" al resto de la centroizquierda, y que en el caso de que no funcione un pacto con el resto de la oposición, su partido podría liderar un bloque más de centro que incluya, incluso, a colectividades que hoy están en Chile Vamos.

¿La DC debe aliarse con los partidos que componen Convergencia Progresista (PS, PPD y PR)?

Nosotros definimos que la Nueva Mayoría se había acabado y hoy tenemos que estar en una nueva fase y bajar la ansiedad. Veo excesiva ansiedad por generar alianzas políticas. Hay que dejar todo a su tiempo. Lo que la DC tiene que hacer es fortalecer su identidad, trabajar internamente para, luego, una vez parado sobre sus propios pies, desde ahí conversar con los diferentes sectores políticos. Es absolutamente legítimo conversar con aquellos que han sido nuestros socios históricos, en este caso el mundo socialdemócrata, lo que fue la Concertación.

¿Y el PC y el Frente Amplio?

Eso es cosa distinta y hoy no es necesario adelantar esas conversaciones, porque la izquierda necesita a la DC para poder pensar en un futuro gobierno. Hay que bajar la ansiedad por parte de algunos sectores dentro de la DC, porque hoy lo más importante es fortalecer nuestro rol en la política chilena. Somos un partido sumamente relevante. Sin nosotros, no pueden aprobar prácticamente ningún proyecto en el Congreso. Somos un factor dirimente.

Pero la DC ya no tiene la adhesión de antes y ustedes también necesitan alianzas más amplias para ser gobierno. ¿Lo electoral no es lo fundamental para ustedes?

La DC puede hacer acuerdos electorales con todos los sectores, con un piso mínimo, que deben ser los temas de derechos humanos, de la defensa a la democracia. Entonces, cuando hay sectores que tienen sesgo para defender algunas dictaduras, no podemos transar. Mientras más a la izquierda, más pierde la Democracia Cristiana, más se desdibuja y corre el riesgo de ir desapareciendo. Nosotros somos el factor de contención de una votación de centro importante, y eso también debe ser entendido y medido por la izquierda al minuto de hacer un análisis electoral.

¿Y cómo se puede zanjar la diferencia interna en la DC? Porque unos quieren un pacto amplio del Frente Amplio a la DC y otros quieren excluir al PC y al FA...

Todo a su tiempo y en base a elementos comunes, porque así como la DC ha tenido que ceder, en una conversación política el Frente Amplio y el Partido Comunista también van a tener que ceder en la defensa irrestricta de los derechos humanos y en condenar las dictaduras.

¿Esa es la única piedra de tope?

Es una piedra muy importante, porque tiene que ver con valores universales. Creo que aquí hay excesiva ansiedad y que perfectamente si mañana no hay acuerdo con la izquierda en temas electorales, la DC debe liderar un bloque de centro con aquellos sectores que tengan una opinión común. Por ejemplo, un sector de centro con Evópoli, con el PRI, con los exmilitantes que hoy están con Soledad Alvear y Mariana Aylwin, con partidos regionales. Hay un interés de algunos DC de rogar cariño a sectores de izquierda que hoy ni siquiera tienen interés de conversar con nosotros.

¿A quiénes se refiere?

Convergencia Progresista, por ejemplo, ha demostrado que prefiere conversar con el Frente Amplio y el PC que con la Democracia Cristiana. Entonces, la DC no puede estar mendigando amor cuando no lo hay.

Usted está pensando en conversaciones más hacia la derecha...

Yo pienso en el centro político. La DC podría liderar un bloque desde Evópoli hasta el Partido Radical. No sé si es viable, pero la Democracia Cristiana tiene un rol, y es liderar ese centro político. Si la DC es parte de una coalición con el FA y el PC, por ejemplo, ahí no lidera, ahí pasa a ser un vagón de cola. Me imagino que una alianza así es por un tema meramente de poder. Tenemos que enfocarnos en recuperar nuestra identidad, encontrar liderazgos nuevos, gente joven, en las municipales. De ahí, sentarse a conversar con todos los sectores políticos, sin distinción y sin complejos.

Usted manifestó descontento por el liderazgo de Matías Walker en la bancada. ¿Se resolvió eso?

La clave es administrar las diferencias. Eso va incluso para el partido, porque cuando se generan problemas en la bancada, también es producto de lo que está pasando al interior del partido.

Se viene la discusión de eutanasia, tema que vuelve a generar diferencias en la DC. ¿Cómo enfrentarán desde el ala más conservadora de la bancada ese debate?

Son temas bien complejos, pero la clave es la conversación al interior de la bancada. Yo tengo una posición clara: soy defensor de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Por ende, soy contrario a todo tipo de eutanasia y a todo tipo de aborto. Vamos a defender nuestra posición, que es absolutamente legítima, así como aquellos que creen que la eutanasia es una alternativa.

Además, la DC defiende la vida desde la concepción hasta la muerte natural, así lo dice la declaración de principios de nuestro partido. Pero si hay camaradas que tienen opinión distinta, es legítimo en democracia.

Pero esa declaración es de 2007. ¿No es momento de actualizarla? En el entendido de que han ido cambiando los tiempos…

El tiempo, efectivamente, va cambiando, pero los valores no. La DC tiene un mensaje que es plenamente vigente hoy, que es la defensa del valor de la vida. Hay valores fundamentales, a mi juicio. Y la DC, más que cambiar su doctrina, tiene que cambiar la forma de comunicarse con el mundo de hoy. Tendremos, a lo mejor, un electorado más reducido, pero créame, si fuésemos más coherentes con nuestra doctrina socialcristiana, tendríamos mayor adhesión que la que tenemos hoy cuando comenzamos a transar y empezamos a pedir ideologías prestadas a otras corrientes políticas.