Patricio Fernández, exconstituyente: “Tenemos que hacer una autocrítica grande, porque de la revisión de lo que funcionó y de lo que no, se puede aprender mucho para después”

Además de hacer una autocrítica ante el desempeño de los convencionales luego del rechazo de la propuesta que emanó el órgano, analizó el problema que tiene el Presidente con su gobierno de dos coaliciones, el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad: "El Presidente es un líder que tiene un menjunje bien problemático, que va a ser parte de su mega reto en este claro segundo capítulo de su gobierno, porque fue un quiebre muy grande”.


El exconvencional del Colectivo Socialista, Patricio Fernández, abordó en La Tercera TV el día después de la derrota del Apruebo en el Plebiscito Nacional.

Primero, analizó la composición de la Convención y su relación con el rechazo del texto. Indicó que al órgano, ya que nació dentro del contexto del estallido social, “llegaron inexperiencias, rabia y resentimientos”. Por eso, se fue distanciando de “una sociedad que quería calma y confianza”.

“Así como el estallido se quedó procesando en la Convención, la comunidad iba por otro lado”, sumó.

Sobre el texto que emanó de la Convención, aclaró que “siempre lo vi, no como un texto esplendoroso, sino como la matriz de una construcción que requeriría desarrollo en un nuevo ciclo político”.

El resultado del Plebiscito, añade el periodista, “es impresionante y aplastante, algo por sobre lo que nadie pensó. No deja márgenes para chacota y cantinfleos”, y “habla de la falta de atención de la Convención, no con el Chile que muchos de sus miembros querían creer que era, sino con el Chile que era”.

Asimismo, explica que, más que se haya dejado fuera a la derecha del debate político, “se dejó fuera a la clase política”, aludiendo a la cancelación de Chile Vamos y de grupos de la ex Nueva Mayoría. Y que en el momento del estallido social, como las encuestas decían que la ciudadanía no se sentía representada por los partidos políticos, eso “quedó dentro de la Convención”.

Y ante el resultado aplastante de la propuesta de la Convención -que rompe con el ambiente que primaba en esa elección-, Fernández añade que “no se puede ir reseteando completamente el diagnóstico ante cada elección, porque nos vamos a equivocar”, considerando el triunfo de Kast en primera vuelta, el de Boric en segunda y el triunfo de la derecha en el Parlamento.

“Hay que ser lo bastante habilosos para no pensar que cada estadio anula completamente los anteriores”, extendió.

Además, llamó a que los partidos políticos “no conviertan en chivo expiatorios a los independientes” tras el desempeño del órgano. “Sería medio absurdo que para evitar pelear entre partidos, decidan que los enemigos son los independientes”.

En tanto, hizo una autocrítica por su desempeño personal y por el de los convencionales dentro del órgano. “Habitaron soberbias fuertes. Es muy importante que en la Convención nos hagamos una autocrítica grande, porque de la revisión de lo que funcionó y de lo que no, se puede aprender mucho para después”.

Por último, analizó el rol del Frente Amplio y del Presidente en este resultado. Y aunque descartó que la coalición sea un lastre, “es un espacio en evolución y crecimiento que aún no está consolidado, y como le pasa a los adolescentes, se quedan miembros guailones, que no saben qué hacer con los brazos y las piernas”.

Y remató: “El Presidente es el líder de un gobierno con dos coaliciones, que tiene un menjunje bien problemático, que va a ser parte de su mega reto en este claro segundo capítulo de su gobierno, porque fue un quiebre muy grande”.

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