Propuesta de Quintana para cerrar debate constituyente hasta 2030 aísla al PPD del resto del oficialismo

JAIME QUINTANA

Tras el consejo nacional de la colectividad, en que reafirmaron su postura por el "En contra", el timonel aseguró que la discusión constitucional se debe congelar al menos durante siete años, para que no se reviva el tema durante este gobierno ni el próximo. Sus dichos generaron división al interior de la propia alianza de gobierno. Desde el PC, en particular, reclamaron que "no le corresponde a ningún personero poner los límites”.


“Para cerrar este proceso, hay que votar ‘En contra’ de este texto mal hecho y dar vuelta la página”.

Con esa frase concluye la franja televisiva del pacto “Chile En Contra”, que reúne a los 10 partidos de la alianza de gobierno del Presidente Gabriel Boric. La promesa de que, de rechazarse la propuesta de nueva Carta Fundamental redactada por el Consejo, se pondrá fin al proceso constituyente es uno de los mayores argumentos de campaña del oficialismo.

Precisamente por eso, las recientes palabras del senador Jaime Quintana, presidente del Partido Por la Democracia (PPD), provocaron ruido al interior del oficialismo.

El sábado, en el marco del consejo nacional de esa colectividad, el parlamentario por La Araucanía afirmó que “hemos propuesto al PPD no iniciar un nuevo proceso constituyente, al menos, hasta 2030. Es decir, en lo que queda de este gobierno y en el próximo gobierno”.

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Consultado sobre la posibilidad de iniciar un nuevo proceso a partir de 2030, el senador respondió que “el PPD, al menos, hasta el 2030 no va a impulsar ningún proceso. Eso no significa que al día siguiente lo vayamos a hacer. Significa que no está en nuestro horizonte, que las prioridades hoy día son otras”.

Su postura revivió un tema que incomoda al sector. Mientras la derecha aprovecha el punto para hacer campaña y decir que la única forma de cerrar el proceso es aprobando el texto del Consejo, en la izquierda han procurado no abrir un flanco en esa línea, pese a los distintos matices que existen en ambas coaliciones de gobierno. Por lo mismo, sus palabras no fueron recibidas en buena parte del resto de la alianza.

Ese mismo sábado los comunistas organizaron un banderazo en el Teatro Caupolicán, como un acto de campaña para reforzar el despliegue del “En contra”. En ese evento el timonel de la colectividad, Lautaro Carmona, recalcó que lo importante es centrarse en la campaña. “Comprometerse si es otro año, 2030 o nunca, son variantes que pudieran ser especulativas si es que no tenemos claro cuál es la opinión de la ciudadanía que, en estas cosas, está sufriendo saturación”, dijo.

En esa línea, el diputado comunista Matías Ramírez sostuvo que “el objetivo más cercano para las fuerzas progresistas debe ser votar en contra en el próximo plebiscito. Poner fecha para retomar o no el cambio constitucional no es una cuestión privativa de los partidos políticos: dependerá del pueblo ver cómo y cuándo se retoma una ruta constitucional que permita superar las desigualdades que persisten en el actual modelo económico y social. No estoy por poner cierres ni fechas a la discusión. Mientras persista este modelo seguirá vivo ese debate”.

Matías Ramírez

Lo mismo cree la diputada Nathalie Castillo (PC). “Los procesos políticos no tienen fecha de caducidad. Chile transita por un proceso constituyente mientras el pueblo soberano no determine que este ha acabado. No le corresponde a ninguna institución política o personero poner los límites a una cuestión que en su espíritu es una deliberación popular y no de una elite en particular”, postuló.

“Las fuerzas progresistas debemos instalar el debate de avanzar a un nuevo modelo de desarrollo sin poner como carta de canje frenar una nueva Constitución. En lo personal, sería prudente y respetuosa. La idea de hegemonizar los procesos ya no está acorde a los tiempos, eso ha quedado demostrado con este segundo momento constitucional”, agregó la parlamentaria.

Diputada Nathalie Castillo (PC).

El diputado Jaime Mulet (Regionalistas Verdes) tampoco cree que sea conveniente poner una fecha exacta para poder reabrir la discusión. “El momento constitucional ya pasó, no es conveniente otro (...). Ese momento constituyente, que fue en 2021 y 2022, terminó. ¿Cuándo habrá otro momento intenso como el anterior? Eso no depende de lo que digan los partidos. Puede venir muy pronto o en mucho tiempo, dependerá de cómo se aborden los problemas de fondo de Chile”.

El presidente de Revolución Democrática, Diego Vela, recalca que en su sector hay “claridad transversal de que no se impulsará un nuevo proceso” y que las energías están puestas en “terminar con la incertidumbre constitucional” lo que, a su juicio, solo se logra con la opción “En contra”.

“Si se avanza en algunas materias en el Congreso, solo será si existe un apoyo transversal a reformas constitucionales que nos acerquen a tener una casa común, a diferencia de lo que hace este texto propuesto que solo nos divide”, añade Vela.

Por su parte, el diputado Tomás Hirsch (presidente de Acción Humanista) comentó que “ya habrá tiempo más adelante para ver cuáles son los itinerarios futuros. Ese no es un tema de hoy. Puede ser el 2030 como dice el senador Quintana o puede ser otra fecha. El tema en el que tenemos claridad, consenso y acuerdo es que, con el triunfo del ‘En contra’ se completa este proceso el 17 de diciembre”.

Quien también tiene algunos reparos con los dichos de Quintana es el diputado socialista Jaime Naranjo, quien manifestó que “el país no está preparado para continuar con este proceso constitucional que se ha prolongado demasiado. Existe cansancio ciudadano. ¿Cuándo lo vamos a retomar? Cuando el país esté maduro y en un ambiente político y social tranquilo y sereno. Si eso ocurrirá el 2030 u otra fecha será el ambiente social y político del país el que lo determinará. Pero no hay ambiente para imponerle un nuevo proceso constitucional”.

También desde el Socialismo Democrático, el presidente del Partido Radical, Leonardo Cubillos, aseveró que “cerrar este proceso es cerrarlo para siempre. Serán las futuras generaciones quienes determinarán, en 10, 20 o 30 años, si se reabre. Respeto la tesis de Jaime Quintana, pero dejar la puerta semiabierta es igual que dejarla abierta. Para nosotros, hay que terminar un proceso, impidiendo que la gente pierda derechos”.

Donde Quintana sí encontró apoyo fue en el propio PPD. Por ejemplo, el diputado Raúl Soto aseveró que “me parece una buena decisión, hay que cerrar la puerta a un tercer proceso constitucional y dedicarnos a resolver los problemas de los chilenos”.

El diputado Jaime Araya (Ind.-PPD) va un paso más allá y, junto con reconocer que está de acuerdo con Quintana en poner 2030 como fecha límite, manifestó que los partidos “debieran pasar a la acción, firmando un compromiso en tal sentido, para que la ciudadanía vote tranquila, sabiendo que el 17 de diciembre se cierra definitivamente esto y podremos poner el foco en impulsar el crecimiento y el empleo”.

Por su parte, la timonel del PS, Paulina Vodanovic, recalca que la postura que tomó la comisión política de su colectividad es que no apoyarán un tercer proceso constituyente. “Nos abocaremos únicamente a resolver las urgencias en previsión, salud, educación y seguridad. No hemos hablado de un plazo determinado, pero es evidente que ni en el corto ni mediano plazo abordaremos una nueva discusión constitucional. Nos parece razonable lo planteado por el PPD”, dice la senadora.

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