Proyecto para adelantar elección presidencial: cuestionamientos en la centroizquierda y preocupación en La Moneda por señales de “inestabilidad”
Iniciativa fue presentada por un grupo de parlamentarios de oposición que proponen realizar los comicios en abril. Presidente Piñera llamó a "respetar la democracia".
En el marco de una actividad para convocar formalmente, mediante decreto, a la elección de la convención constituyente de abril del próximo año, el Presidente Sebastián Piñera respondió este martes dos preguntas a la prensa. Una de ellas, sobre su decisión de ir al Tribunal Constitucional por el proyecto de segundo retiro de pensiones que impulsa la oposición, y otra, por la moción que ingresó un grupo de parlamentarios de centroizquierda, iniciativa en la que piden adelantar las elecciones presidenciales.
Esta última propuesta -impulsada por Jaime Mulet (FRVS) y Rodrigo González (PPD), y firmada también por parlamentarios PR, PS PC e independientes- busca que los comicios presidenciales se realicen en abril de 2021. Y la idea surgió como reacción a la decisión del Mandatario de acudir al TC, lo que fue cuestionado ampliamente en la oposición y por algunos legisladores de Chile Vamos.
“Es necesario adelantar las elecciones, porque desde la última presidencial el Parlamento y el Ejecutivo han perdido legitimidad y representación. La sociedad chilena, desde el momento del estallido social y con el resultado del plebiscito, ha cuestionado profundamente la institucionalidad política y se requiere un cambio profundo de ella”, dijo el segundo vicepresidente de la Cámara, Rodrigo González.
En este escenario, Piñera desestimó el proyecto e indicó que “en democracia hay que saber respetar la decisión libre y soberana de la gente y también las reglas del juego de la República”. Y agregó: “El año 2017 las chilenas y chilenos eligieron libre y democráticamente un Presidente y un Congreso por un período de cuatro años (...). En noviembre del próximo año las chilenas y chilenos tendremos la posibilidad de elegir un nuevo Presidente o Presidenta, un nuevo Congreso y, por tanto, yo les pido a todos que respetemos nuestra democracia y nuestro estado de derecho”.
La presentación del proyecto generó preocupación en La Moneda. Esto, según explican, no porque crean que la iniciativa pueda avanzar en el Congreso, sino por las señales que se entrega a la ciudadanía y lo que se instala ante la opinión pública. De hecho, algunos en Palacio creen que la materia también tiene un impacto a nivel internacional por la imagen país que se proyecta de “inestabilidad política”.
Así, para contrarrestar la ofensiva de ese sector de la oposición, el ministro de la Segegob, Jaime Bellolio, según fuentes del oficialismo, se coordinó este martes con los jefes de bancada de Chile Vamos para que hicieran una declaración rechazando el proyecto, lo que se materializó durante la jornada, cuando un grupo de parlamentarios realizó un punto de prensa en el Congreso, en Valparaíso, cuestionando la iniciativa y acusando a ese sector de la oposición de querer llevar a cabo “un golpe blando”.
“Un golpe de Estado blando es un conjunto de técnicas no frontales, no violentas, de carácter conspirativo, con el fin de desestabilizar un gobierno y producir su caída”, dijo la diputada y vicepresidenta de RN, Paulina Núñez.
Como sea, en La Moneda creen que la moción no avanzará en su tramitación, ya que, recalcan, existe división opositora.
De hecho, si bien la iniciativa contó con el apoyo del exabanderado presidencial Marco Enríquez-Ominami, el proyecto genera cuestionamientos en varios sectores de la centroizquierda.
Desde la bancada DC, por ejemplo, aseguraron que no apoyarán la reforma. “Lo que debemos hacer es mantener los plazos constitucionales que la ley determina hoy”, dijo el jefe de los diputados de ese partido, Daniel Verdessi. A su vez, el senador Guido Girardi (PPD) cuestionó a sus pares y sostuvo que “este gobierno fue elegido por la mayoría de los chilenos y debe terminar su mandato; eso es lo que corresponde en una democracia. No soy partidario de ningún tipo de golpe, ni blancos ni de Estado”. Asimismo, su par del PS, Juan Pablo Letelier, calificó de “inaceptable” la propuesta.
Como sea, Mulet desestimó las críticas que han surgido en torno a la iniciativa y sostuvo que “estamos haciendo este planteamiento a través de la fórmula democrática”.
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