Quién es el fiscal Raúl Guzmán, el nuevo secretario del Senado

Raúl Guzmán Uribe, 51 años, egresado de Derecho en la Universidad de Chile en 1994, es el fiscal que desde hoy dará un giro radical en su carrera.

Guzmán asumió como fiscal regional Metropolitano Sur en 2011, en reemplazo de Alejandro Peña y en plena etapa previa al juicio oral contra un grupo de jóvenes, a los que se les acusaba de la instalación artefactos explosivos y financiamiento del terrorismo. Fue el llamado Caso Bombas I y trajo tiempos complejos para esta fiscalía, debido a que todos los imputados fueron absueltos un año después por el Tercer Tribunal Oral de Santiago. Incluso, la Corte Suprema condenó en costas al Ministerio Público por esta causa por casi un millón de dólares.

En su carrera en el Ministerio Público, Guzmán tuvo inconvenientes con personas ligadas a la institución. Quienes estaban en ese momento en la fiscalía, recuerdan que si bien fue nombrado por el entonces fiscal nacional, Sabas Chahuán, al principio no era su candidato. La opción de Chahuán era Pablo Sabaj, pero cuando supo que este último ya se daba como el sucesor de Peña, cambió su decisión y designó a Guzmán.

A los pocos meses la relación entre Chahuán y Guzmán se congeló y los contactos entre ambos se limitaron a lo exclusivamente formal. Tampoco fue bien recibido en el Ministerio Público que el fiscal Sur arrendara vehículos marca Audi para trasladarse. Y esta herida no cierra ya que por estos días el exjefe del Ministerio Público señaló sobre la postulación de Guzmán al Senado, que "no me parece una buena señal".

Durante sus años como jefe de la Fiscalía Sur, relatan sus cercanos, Guzmán forjó lazos con el ministro del Interior, Andrés Chadwick; el director general de la PDI, Héctor Espinosa; el general director de Carabineros, Mario Rozas; los ministros de la Corte Suprema Hugo Dolmetsch y Haroldo Brito y la fiscal del máximo tribunal, Lya Cabello, además de los diputados Tucapel Jiménez (PPD) y Leonardo Soto (PS). Con gran parte de éstos ha aparecido públicamente dando a conocer operativos en que se han desbaratado clanes de narcotráfico en el zona sur de Santiago.

En los últimos meses, se conocieron las disputas por competencias entre Guzmán y el fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias, por investigaciones de presuntos abusos sexuales y encubrimientos de sacerdotes y religiosos de la Iglesia Católica.

De hecho, así lo planteó Arias en una carta enviada el año pasado al actual Fiscal Nacional, Jorge Abbott: "Hago presente mi preocupación, por las eventuales consecuencias negativas en las investigaciones en curso al existir dos fiscales regionales investigando a los mismos imputados y en ocasiones a una misma víctima con cuerpos policiales distintos. Es del caso, que el fiscal regional Guzmán, en el marco de la investigación que dirige relacionada con la Congregación Marista, ha realizado diligencias intrusivas de incautación, como asimismo, diligencias como toma de declaraciones a imputados que forman parte de líneas investigativas y causas en actual tramitación desarrolladas por este Fiscal Regional", acusó Arias a su par.

Abbott resolvió la disputa entre ambos, dejando a Guzmán a cargo de las investigaciones contra Maristas y a Arias indagando el resto de las causas.

Luego del traspié para su fiscalía con la absolución del primer Caso Bombas, Guzmán tuvo la revancha con una nueva causa por colocación de artefactos explosivos en 2014, cuando un grupo de jóvenes instaló una bomba en el Subcentro del Metro Escuela Militar. En esta investigación, Guzmán se jugó prácticamente su idoneidad en el cargo, logrando la primera condena por delito terrorista en el país, en el marco de instalaciones de bombas.

Está previsto que Guzmán renuncie en las próximas semanas al Ministerio Público y asuma sus nuevas funciones en el Senado en mayo.