Regreso a la "pole" tras dos décadas: Radiografía a las idas y vueltas de Joaquín Lavín en la encuesta CEP
Superó los 70 puntos de imagen positiva. Luego, cayó. Se recuperó. Volvió a bajar y a subir, para luego desaparecer del sondeo por un largo tiempo. Pero más de 20 años después de encabezar por primera vez el listado de políticos con mayor imagen positiva del Centro de Estudios Públicos, el alcalde de Las Condes vuelve a liderar el grupo. Un camino que relata también los hitos de la cambiante historia política chilena.
1997-1998: El alcalde que traía los "vientos de cambio"
Se le asociaba con un concepto particular, el "cosismo", y con iniciativas que en su momento parecían muy llamativas, como contratar aviones para tratar de hacer llover. Pero el debut nacional de Joaquín Lavín Infante fue en las elecciones municipales de octubre de 1996. El 78,5% con el que se reeligió como alcalde de Las Condes lo puso como la carta de una coalición que, hasta ese momento, estaba lejos de pensar siquiera en llegar a La Moneda. La encuesta CEP de junio-julio de 1997 reflejaba esa situación y ponía a Lavín primero en la lista de los políticos con mayor imagen positiva, con un 77%, su mejor cifra histórica. El vuelo le alcanzó para protagonizar la que es, hasta hoy, la elección más reñida desde la vuelta de la democracia de la mano de su eslogan que prometía "vientos de cambio", aunque finalmente perdió con Ricardo Lagos Escobar. La misma competencia traería consigo una baja en la imagen positiva, un fenómeno considerado normal cuando hay contienda electoral.
2000-2001: La última vez que Lavín estuvo a la cabeza
La Moneda parecía un destino claro para Lavín, pese a la derrota con Lagos. En la encuesta de noviembre-diciembre de 2000, hecha un año después de la elección presidencial y apenas un par de meses después de un simbólico triunfo para arrebatarle a la Concertación el municipio de Santiago, Joaquín Lavín nuevamente subiría para encabezar la lista de políticos con mayor imagen positiva. En el siguiente sondeo, el de junio de 2011, la tendencia se consolidaría, alcanzando 76% en dicho ítem. Lo que él probablemente no sabía en ese momento es que tendrían que pasar 17 años para que volviera a la posición de privilegio en la lista del CEP.
2002-2006: Años a la baja
Luego de su peak, vendría una época difícil. La baja comenzó en diciembre de 2001, luego de que tuviera que intervenir entre RN y la UDI de cara a las elecciones senatoriales para que ordenaran las listas, obligando al entonces presidente de RN, Sebastián Piñera, a deponer su candidatura al Senado por Valparaíso a cambio de dar apoyo ecuánime en todo el país a los candidatos de ese partido. En los años posteriores, la irrupción de dos figuras del gabinete de Lagos, Soledad Alvear y Michelle Bachelet, y los estragos de imagen para él y su partido tras el Caso Spiniak acentuarían el descenso. Ya en plena campaña presidencial, en 2005 -donde pasaría de los "vientos de cambio" a las "alas para todos" como lema-, llegaría el golpe de gracia, con Piñera siendo proclamado por RN como su carta a La Moneda y Lavín perdiendo ante él su paso a la segunda vuelta frente a Bachelet. Es justamente en octubre-noviembre de ese año, durante la carrera, cuando por primera vez Lavín tuvo más rechazo (40%) que imagen positiva (35%) en la encuesta CEP. Un desplome de 40 puntos con respecto a cuatro años antes.
2007: Un alza "bacheletista-aliancista"
Que Lavín es un político creativo, nadie lo pone en duda. Pero quizás uno de sus conceptos más recordados fue el que acuñó en octubre de 2007, cuando en medio de un año negro para el gobierno de Bachelet por los estragos de la puesta en marcha del Transantiago fue hasta La Moneda con Pablo Longueira para ofrecer su colaboración. "Bacheletista-aliancista", se definió en esa ocasión, y -al menos según la CEP- el público valoró su apuesta: subió 13 puntos y regresó, tras casi tres años, al 45% de imagen positiva. Con todo, el alza sería temporal: exactamente un año después, tendría 37% de rechazo y 33% de apoyo, la última vez que su figura en el sondeo concitaría más respuestas negativas que positivas.
2010-2012: Educación, el arma de doble filo
Venía dañado tras una inesperada derrota senatorial a fines de 2009 contra Francisco Chahuán en Valparaíso, pero 2010 sería un año donde la imagen de Lavín viviría un repunte de un ministerio poco acostumbrado a las altas aprobaciones: el de Educación. Esto porque, apenas asumió en medio de la destrucción del país producida por el terremoto del 27 de febrero de ese año, Sebastián Piñera le ordenó a Lavín que todos los niños de las zonas afectadas retomaran las clases en un plazo de 45 días. Su proactiva respuesta lo volvió a encumbrar, subiendo 21 puntos entre octubre de 2009 y junio-julio de 2010 (57%). Lavín seguiría ascendiendo unos puntos más, llegando hasta 62% en el sondeo de noviembre-diciembre de ese año. Pero luego, el peso de las movilizaciones estudiantiles de 2011 le produciría un desplome de igual magnitud que su veloz recuperación: 23 puntos de descenso, llegando a 39% de aprobación en la encuesta de junio-julio de ese año, cifra en la cual -puntos más, puntos menos- se mantendría en los restantes sondeos que se tomaron mientras integró el gabinete, primero en Educación y luego en Desarrollo Social.
2018: La resurrección de la mano de las viviendas sociales, Jadue y Mario Bros
Joaquín Lavín dejó de ser medido por la encuesta CEP a partir de 2013. Su derrotero en política siguió, aunque con un perfil más bajo: primero, jefe de campaña de Evelyn Matthei. Luego, coqueteando en 2016 con una candidatura a la alcaldía de Santiago que terminaría al final llevándolo a última hora de vuelta a Las Condes. Y desde ahí, a una resurrección con un Lavín 2.0, preocupado de los animales, siempre conectado a Twitter y respondiendo todo lo que puede, peleando con empresas y consiguiendo alojamiento en el Ritz para vecinos damnificados, reuniéndose entre risas con otro alcalde de las antípodas políticas, el comunista Daniel Jadue. Y manteniendo ese sello especial que lo caracteriza, con ideas como fiscalización mediante drones o partes por piropos en las calles de Las Condes; siendo panelista de matinales, donde opina de temas como el matrimonio de Raquel Argandoña, o incluso haciendo un cosplay de Mario Bros en la última Teletón. Es un Lavín moderno, pero también muy parecido al original. Las cifras, claro, ya no son las de antes: hace varias encuestas CEP ningún político supera la barrera del 50% de aprobación, y por eso el 48% que obtuvo en la CEP de este viernes le basta y le sobra para liderar con holgura el grupo (la figura más cercana, a seis puntos, es la ex presidenta Bachelet). También su rechazo bajó: lejos del 40% que alguna vez tuvo, hoy está en el 20%, el más bajo de todos los medidos. Y en camino para hacer un hito político más: si decide competir en 2021, habrán pasado 22 años de su primera candidatura presidencial. Una cifra que se acerca, por ejemplo, al plazo que tuvo entre su primera y su última candidatura Carlos Ibáñez del Campo (25 años), y supera al de Salvador Allende (18 años).
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