Retrato al PPD, la bancada “indomable” que dominan los independientes
De los nueve parlamentarios oficialistas que forman parte de este comité, seis son independientes. Un aspecto que quedó de manifiesto en la votación de los retiros previsionales, donde ocho integrantes respaldaron el quinto retiro resistido desde el Ejecutivo. Desde el gobierno, el diagnóstico es que -al menos con esta bancada del Socialismo Democrático- la relación será compleja, pues apuntan a que no hay una "cultura militante".
En los 44 días que lleva Boric en La Moneda, los diputados del PPD dejaron claro que su voto no será incondicional. Y que analizarán caso a caso cada uno de los proyectos del Ejecutivo, en línea con el análisis que hizo este sábado el consejo nacional del partido, donde se habló de “lealtad, pero sin obsecuencia”.
La prueba de ese hecho fue el resultado de la votación del quinto retiro de fondos de pensiones que la Cámara rechazó el lunes pasado, pero con los votos favorables de ocho de los nueve diputados de esa colectividad. De nada sirvieron las gestiones personales del ministro de Hacienda, Mario Marcel, que ese día almorzó con el colectivo, y tampoco los llamados públicos y privados del mismo Presidente Boric y del jefe de la Segpres, Giorgio Jackson.
La nueva bancada PPD es en su mayoría díscola, y ya demostró que al gobierno le tocará negociar voto a voto los futuros proyectos de ley que lleguen al Parlamento.
Un hecho no menor es que hoy el colectivo del Socialismo Democrático tiene solo tres militantes (Helia Molina, Raúl Soto y Carolina Marzán) y está compuesto mayoritariamente por parlamentarios independientes: el exsenador Carlos Bianchi, que fue un histórico voto bisagra durante su paso por la Cámara Alta; René Alinco, que renunció a la colectividad hace años y es conocido por díscolo; Héctor Ulloa, que postuló por un cupo de Ciudadanos en el distrito 26; Jaime Araya, que representa al distrito 3; Cristián Tapia, exalcalde de Vallenar, y la exdirigenta sindical Marta González, de la Región de O’Higgins.
El cara a cara
El miércoles pasado los diputados del PPD analizaron a puertas cerradas los efectos políticos de su actuación frente al quinto retiro.
La cita fue convocada originalmente en la casa de la ministra de Desarrollo Social, Jeannette Vega. Pero se realizó finalmente en otra residencia.
Hasta allí llegaron la presidenta de esa colectividad, Natalia Piergentili, y siete de los nueve diputados que tiene hoy el colectivo del Socialismo Democrático. Solo faltaron Bianchi y Marzán.
Según los presentes, las conversaciones iniciales giraron en torno al “pobre” trabajo prelegislativo del ministro Jackson con el bloque del Socialismo Democrático (PPD-PS-PR-PL) para plantear el proyecto de retiro acotado. Aspecto en el que todos los presentes en la mesa coincidieron.
La molestia radicó -según la versión de uno de los diputados- en que el texto presentado fue discutido solamente con Apruebo Dignidad, principalmente con el PC y la jefa de bancada de los comunistas, Karol Cariola.
“El PPD no puede ser de primera categoría para votar, pero estar en una décima categoría para ser incorporados en la toma de decisiones”, reflexionó uno de los asistentes.
La misma fuente remarca que el PPD y sus parlamentarios no permitirán que el partido permanezca relegado y fuera de los primeros anillos de influencia del gobierno, tal como sí lo están los partidos de Apruebo Dignidad.
La presidenta del partido, Natalia Piergentili, intentó influir para que los diputados de su partido se mantuvieran alineados con el gobierno de cara a la votación del retiro parlamentario. Pero sus gestiones públicas y privadas fueron infructuosas.
En el encuentro, la dirigente evitó un tono confrontacional. Pero enfatizó que si bien en la mesa había más independientes que militantes, da más valor estar comprometidos con el programa de gobierno y llamó a superar este primer impasse. “No hubo retos”, afirman.
¿Orden “desde arriba”?
La incógnita sigue siendo cómo “cuadrar” al PPD en las futuras votaciones que tensionen al gobierno.
Durante la semana se incorporó a la Segpres como “enlace” con el PPD el abogado -y exasesor legislativo de Girardi- Miguel Ángel Vergara, con el fin de reforzar el puente de comunicación con ellos. Sin embargo, desde el gobierno el diagnóstico es que, al menos con esta bancada del Socialismo Democrático, la relación será compleja. En privado, admiten que sin una “cultura militante” es difícil encontrar un liderazgo del Ejecutivo que permee y ordene a los diputados.
En ese sentido, la jefa de la bancada, Carolina Marzán, apunta a que es poco realista apostar en estos tiempos a un orden más “verticalista”, como sucedía antes en la colectividad. Otros PPD añaden que el exsenador Girardi dejó de ser un factor ordenador en el partido y plantean que Piergentili no tiene ascendencia suficiente entre sus parlamentarios.
“El contexto político y social en el que estamos nos invita a construir desde la colaboración. No se trata de ordenamientos, se trata de trabajar en armonía, a partir de una comunicación real que surge desde la honestidad y lealtad con las comunidades que representamos y con una clara conciencia de lo que significan nuestros cargos”, explica Marzán.
La diputada enfatiza que “pretender ordenar una bancada por ‘instrucción partidaria’ es no estar en sintonía con el cómo hoy debe expresarse la política”.
Coincide con ella el independiente Jaime Araya: “Las órdenes de partido están en retirada, es de un anacronismo absoluto y la incondicionalidad es un error grosero. Cuando se despliegue la agenda del gobierno, va a ser muy fácil ordenar esto”, enfatiza.
Ya desde fuera del ruedo político, como referente de la colectividad y luego de años en el Parlamento, el exsenador Girardi tiende a concordar con la actual bancada. “A mí me interesa que al gobierno del Presidente Boric le vaya bien. Hay una gigantesca expectativa puesta sobre él y más que nunca se necesita de la buena política, y eso tiene que ver con que los distintos actores de un gobierno se sientan parte, se sientan involucrados, sean escuchados y también escuchen y generar instancias colaborativas”, puntualiza.
Un exparlamentario de la colectividad afirma que el gobierno ha cometido un error en subestimar a los independientes del PPD, como Cristián Tapia (exalcalde de Vallenar), al exsenador Carlos Bianchi y a Jaime Araya, hijo del dirigente obrero Pedro Araya y hermano del senador del mismo nombre: “Varios de ellos vienen de una cultura política vasta. No son manipulables, vienen de ambientes de alta reflexión política y no son principiantes”.
Por otro lado, Piergentili afirma que el disenso de esta semana se tradujo en una “lección” tanto para el partido como para el Ejecutivo.
“El ministro Jackson nos ha transmitido que tiene toda la disposición de generar un diálogo para la construcción de los procesos legislativos. Si bien el PPD tiene una bancada con muchos independientes, no ha dudado de su compromiso con el programa de gobierno. Vamos a estar coordinados desde la institucionalidad del partido y cualquier discrepancia la resolveremos. No vamos a ‘mandar’ a nadie, pero sí tendremos una discusión política más profunda”, concluye la presidenta.
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