Durante su visita a Uruguay, el abogado y político Sebastián Sichel, explicó al periódico El País Uruguay que, en gran medida, el punto de la propuesta constitucional que generó el triunfo del rechazo tiene relación con que “se preocuparon más de las minorías que por las grandes mayorías”.

Esto, en medio de las negociaciones constituyentes, las que a tres meses del plebiscito por una nueva Constitución no han logrado sellarse, pues los partidos políticos no han podido llegar un acuerdo para la conformación de un nuevo órgano redactor.

En ese sentido, Sebastián Sichel aseveró que “terminamos con una Constitución indigenista en un país que tiene menos de 7% de población indígena”, y que el texto estaba más orientado a “resolver el problema de los partidos políticos -de la organización del Senado, de los grupos más chicos, polarizados, tanto de izquierda como derecha- que de lograr acuerdos”.

Según el exministro de Desarrollo Social de Piñera, “se emborracharon de poder. Decían que venían a renovar la política, pero tenían comportamientos más autoritarios que sus antecesores”. Además, sentenció que “los chilenos no queremos un cambio de modelo, sino ampliarlo para que todos sean parte, y eso ellos no lo vieron”.

En esa línea, dijo que el gobierno de Gabriel Boric se vio “afectado”, pues “es un gobierno que parece haber terminado antes de empezar por un error político tráfico de Boric. Él tomó la decisión de jugarse, cuando debería haber sido el gran árbitro del proceso constitucional”.

Asimismo, Sichel aseguró que si las constituciones tienen dueño, siempre serán “malas”, y que fue el Presidente quien quiso “mostrarse como dueño de la Constitución al jugarse por una alternativa”. Por eso, enfatizó en que su credibilidad está en juego porque “tiene que administrar una derrota a menos de un año de haber asumido”.

Sobre lo mismo, aseguró que Boric está en un momento de inflexión, ya que “puede ser el Presidente de todos los chilenos, construyendo consensos, o decidir ser el Presidente de la izquierda chilena más radical, y destruir los consensos. Creo que todavía no decidió qué es lo que va a hacer”.

En relación a la situación política que vive Uruguay, Sebastián Sichel menciona que “es el único país de la región que logra contener el cáncer populista”, mientras que en Chile “que era donde había una situación similar, ha caído más bien en una política que tiene visos de populista a corto plazo”.

En ese sentido, reiteró que la izquierda chilena “dejó de confiar en la democracia como forma de solución de los problemas sociales”, y que “se dejó horadar por el populismo con retiros previsionales masivos y la seducción por la violencia”, mientras que en Uruguay “eso no pasó”.