Alta inflación lleva la capacidad de compra de los salarios a su menor nivel desde octubre de 2019
Nueve caídas interanuales consecutivas lleva el índice real, que mide las remuneraciones ajustadas por inflación y que sirve para cuantificar la verdadera capacidad de compra de los salarios, dejándolo en junio prácticamente en el mismo nivel que en el mes de la crisis social. Esto, a pesar de que en términos nominales registró un salto en 12 meses de 10%, el mayor de la actual serie (que parte en 2016).
La inflación sigue golpeando con fuerza el bolsillo de los trabajadores, que ven cómo sus ingresos laborales tienen cada vez menos capacidad de compra.
Eso es justamente lo que mostró esta mañana el Índice de Remuneraciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), donde las alzas nominales de salarios nuevamente no lograron compensar lo perdido por el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC). El Índice Nominal de remuneraciones anotó un alza de 10% en 12 meses, la más alta de la actual serie, que comenzó en 2016.
Sin embargo, si se le descuenta la inflación, que es lo que hace el Índice Real de Remuneraciones, se evidencia una caída de 2,2%. Esta es la novena caída consecutiva del indicador y deja al índice en 94,91 puntos, su menor nivel desde octubre de 2019, cuando comenzó la crisis social. En otras palabras, ajustados por el alza del IPC, los salarios están al mismo nivel que entonces, hace casi 3 años.
La inflación, impulsada por factores internos, como la mayor demanda debido al explosivo aumento de la liquidez producto de los retiros de los fondos de pensiones y el IFE universal durante el año pasado; y por elementos externos, como el aumento de los precios de los alimentos y combustibles a nivel internacional en los meses previos (aunque en lo más reciente ya están bajando) hizo que todos los sectores aumentaran en promedio sus remuneraciones por debajo del alza del IPC.
El que menos se vio perjudicado es el sector minero, cuyas remuneraciones nominales fueron las que más crecieron en los últimos 12 meses, con un incremento de 11,9%. Esto, en términos reales es una disminución de la capacidad de compra de esa remuneración de 0,6%. Le sigue la industria manufacturera, con un alza de 11,8% nominal (caída de 0,7% real); y servicios de alojamiento y comida, con un aumento de 11,6% nominal (-0,9% real). Este sector había sido uno de los más perjudicados durante los peores momentos de la pandemia, debido a las cuarentenas y las restricciones de apertura.
Mientras, el sector que más ha retrocedido en términos reales es de la administración pública, con un alza de 5,5% nominal, lo que implica una caída de 7% en su remuneración tras el ajuste por inflación.
Otras señales
Estos datos están en línea con la preocupación por los niveles de ventas en el próximo año y las mayores expectativas de inflación que están golpeando las expectativas de las empresas en Chile, como fue reflejado en los resultados del Informe de Percepciones de Negocios (IPN) del Banco Central, publicado esta semana.
El IPN mostró que un 46% de las empresas está reajustando los salarios con una frecuencia menor a la habitual, y solo un 8,2% dijo estar ajustándolos con una mayor frecuencia que lo habitual. La medición también muestra que un 50,2% de las compañías dice que la habitualidad con que realizan los ajustes salariales es de una vez al año, mientras que un 36,2% informa que nunca los hacen, o solo en situaciones especiales.
El informe también da cuenta que un 41,4% de las empresas no ha realizado ajustes de acuerdo al IPC, mientras que un 29,3% dijo hacerlo en niveles similares al índice y un 24,1% reportó alzas de salarios por sobre el IPC.
Todo lo anterior en un contexto en el que la desaceleración de la economía ya está comenzando a sentirse con fuerza en el mercado laboral, en medio de las preocupaciones por una recesión y las incertidumbres en materia cambiaria y políticas.
De acuerdo a los datos del INE conocidos la semana pasada, las personas ocupadas crecieron en doce meses 9,9%, y llegaron a 8,83 millones. Sin embargo, en términos desestacionalizados respecto al trimestre móvil inmediatamente anterior (marzo-mayo), solo se crearon 3.992 puestos de trabajo, la cifra más baja desde mayo de 2021 (cuando cayeron en 28 mil, en medio de una nueva cuarentena). Además, el dato está muy por debajo de los registros de los meses anteriores, que estuvieron por encima de las 63 mil cada mes, es decir, en el último trimestre hubo un freno en seco en la creación de nuevos puestos de trabajo.
Y hacia adelante el escenario no se ve auspicioso, ya que las vacantes de empleo también están teniendo un freno. De acuerdo a datos de Trabajando.com, entre el 3 de mayo y el 3 de agosto, las vacantes laborales cayeron 17,4% en comparación al mismo período del año pasado, lo que equivale a 109.958 vacantes promedio en este período.
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