Cómo Bob Iger, de Disney, venció al provocador de Wall Street, Nelson Peltz
El director ejecutivo puso en marcha una serie de iniciativas que ayudaron a inocular a la compañía contra el ataque del activista. Disney informó el miércoles que los accionistas votaron a favor de la elección de su lista completa de 12 candidatos al consejo, mientras que Peltz, que ha argumentado que Disney necesita una voz nueva para pedir cuentas a la dirección, perdió su intento de convertirse en director.
Bob Iger quería causar sensación.
El pasado otoño, el director ejecutivo de Disney se reunió con sus principales lugartenientes para planificar ideas de gran envergadura para prácticamente todas las líneas de negocio del gigante del entretenimiento, desde el streaming hasta las películas y los deportes.
El objetivo era estabilizar los negocios de Disney. Pero había otro beneficio: la avalancha de nuevas ideas podría persuadir a los inversores a respaldar a Disney en una batalla contra el inversor activista. A medida que los planes iban tomando forma, Iger dijo a su equipo que las iniciativas supondrían la sentencia de muerte para la campaña de Nelson Peltz, según personas relacionadas con el asunto.
Resultó ser una dura batalla, pero Iger salió victorioso.
Disney informó el miércoles que los accionistas votaron a favor de la elección de su lista completa de 12 candidatos al consejo, mientras que Peltz, que ha argumentado que Disney necesita una voz nueva para pedir cuentas a la dirección, perdió su intento de convertirse en director.
Iger se impuso con una serie de iniciativas que abordaban prácticamente todos los problemas de la empresa y la protegían de las críticas de los activistas.
“Esto fue decisivo en términos de cómo votaron los accionistas”, señaló Iger en la CNBC el jueves por la mañana, “y creo que fue un verdadero respaldo a la junta y la gestión y la dirección que estamos tomando esta gran compañía”, comentó.
Sostuvo que intentó no considerar la campaña de Peltz como un ataque personal. “En todo caso, fue una distracción”, aseguró.
El director ejecutivo anunció una oleada de recortes de gastos que quitó peso a la queja de Peltz de que Disney no tiene márgenes de beneficio similares a los de Netflix. Disney lanzó nuevas empresas de streaming de deportes y exploró la venta de algunas de sus cadenas de televisión, lo que hizo difícil para Peltz convencer a los inversores de que la compañía no estaba considerando todas sus opciones.
“Iger y el consejo hicieron una evaluación sobria de los fallos de la empresa y lanzaron una serie de iniciativas que parecían abordar las cosas que preocupaban a todos los inversores”, explicó Colin Ruegsegger, analista de Glass Lewis, que aconsejó a los inversores votar a favor de la lista de Disney. “Era evidente que estaban cogiendo impulso”, agregó.
Se esperaba que el enfrentamiento corporativo fuera el más caro de la historia, enfrentando a un titán de la industria del entretenimiento con un activista. Para Iger, que durante años ha recibido elogios casi universales en Hollywood y Wall Street por su gestión de Disney, la lucha de Peltz fue una inusual e irritante reprimenda pública.
El voto de los accionistas deja el control de la sala de juntas firmemente en manos de los directores afines a Iger -todos menos uno de los cuales fueron nombrados bajo su mandato-, mientras la empresa trata de seguir adelante con una serie de objetivos importantes, desde obtener beneficios con el streaming hasta revitalizar un negocio de estudios que ha perdido parte de su magia.
El caso de Iger se vio favorecido por un flujo de apoyos de alto nivel de los descendientes de Walt Disney y su hermano Roy; el creador de “La guerra de las galaxias”, George Lucas; el exdirector ejecutivo de Disney, Michael Eisner, y el CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon.
“Estamos ansiosos por centrar el 100% de nuestra atención en nuestras prioridades más importantes: el crecimiento y la creación de valor para nuestros accionistas, y la excelencia creativa para nuestros consumidores”, dijo Iger.
El resultado es un golpe para Trian Partners, de Peltz, pero la magnitud del apoyo que recibió -el 31% de los votos emitidos- fue una señal de la frustración de los inversores con el consejo de Disney.
“Espero que el consejo se dé cuenta de que tiene que haber una verdadera supervisión de la gobernanza y un enfoque firme, con muchos ojos puestos en ello, para una buena planificación de la sucesión”, indicó Brad Lander, contralor de la ciudad de Nueva York, que supervisa las inversiones en Disney de cinco sistemas de jubilación diferentes, que suman 2,6 millones de acciones, valoradas en unos US$ 291 millones. Los fondos votaron a favor de la lista de Disney basándose en gran parte en el historial a largo plazo de Iger.
El argumento de Peltz, de que el consejo de Disney ha gestionado mal la planificación de la sucesión, una de sus principales responsabilidades, resonó entre algunos grandes inversores. Iger renunció en 2020 como director ejecutivo tras 15 años de mandato, pero regresó dos años más tarde tras la destitución de su sucesor favorito, Bob Chapek.
Disney ha declarado que está llevando a cabo un proceso diligente y exhaustivo de planificación de la sucesión. Iger tiene contrato hasta 2026, fecha en la que ha prometido renunciar.
Entre los principales candidatos internos a sucederle figuran Dana Walden y Alan Bergman, copresidentes de Disney Entertainment, que incluye las unidades de cable, streaming y estudios de la compañía; Josh D’Amaro, presidente de Disney Experiences, que incluye los lucrativos parques temáticos de Disney; y Jimmy Pitaro, presidente de ESPN, que está inmersa en un giro de alto riesgo hacia el streaming.
Iger comentó el jueves que la junta formó un comité de sucesión tan pronto como regresó a la empresa. El comité se reunió siete veces el año pasado, aseguró.
“En el futuro se reunirán con más regularidad, porque no voy a estar aquí para siempre”, comentó en la CNBC.
A algunos inversores les molestaron las incursiones de la empresa en las guerras culturales y se indignaron por los elevados salarios que se han pagado a los directivos de la empresa, incluso en años de escasos beneficios.
Trian sostuvo que está orgullosa de lo que describió como el impacto positivo de la campaña para llamar la atención de Disney sobre la creación de valor y el buen gobierno.
Grandes planes
Con las órdenes de marcha de Iger el año pasado, las tres divisiones clave de Disney -entretenimiento, experiencias y deportes- presentaron planes para reinventar o reforzar sus negocios.
En la división de experiencias, Disney anunció planes de inversión a gran escala en sus negocios de parques temáticos y cruceros. Además, la compañía se adentró en el mundo de los videojuegos, un sector en el que Disney lleva décadas luchando por hacerse un hueco.
Iger habló durante el verano con el director ejecutivo de Epic Games, Tim Sweeney, sobre la posibilidad de asociarse con el creador de “Fortnite”, según personas relacionadas con las conversaciones. Esas conversaciones finalmente llevaron a Disney a anunciar en febrero que tomaría una participación de US$ 1.500 millones en Epic y lanzaría un “universo” temático de Disney dentro de “Fortnite”.
El estudio de cine de Disney, dirigido por Bergman, anunció en febrero una secuela sorpresa de la exitosa película de animación “Moana”. Unas semanas más tarde, Disney sacudió el liderazgo en su estudio de películas de acción en vivo, que había lanzado una serie de decepciones de taquilla, incluyendo “The Little Mermaid” y “Haunted Mansion.”
En las últimas semanas, Iger ha dicho a sus socios de Hollywood que prevé que la reorganización permita a Disney producir más películas que logren éxito tanto comercial como de crítica, del mismo modo que “Barbie”, de Warner Bros., la película más taquillera de 2023, y “Oppenheimer”, ganadora del premio a la mejor película, dominaron la conversación en la industria cinematográfica el año pasado, según personas relacionadas con el asunto.
Los activistas suelen presionar a las empresas para que se planteen cambios estratégicos importantes, como fusiones y ventas de activos. Peltz no tuvo muchas oportunidades de presentar ese argumento.
Iger manifestó el verano pasado que el negocio tradicional de televisión de Disney “podría dejar de ser fundamental” para la empresa. Para cuando Peltz había lanzado su última campaña, Disney había puesto en marcha una revisión estratégica de su unidad de TV dirigida por Walden, explorando la posibilidad de trasladar algunos canales a una empresa conjunta con Hearst. Al final, Iger dio marcha atrás y dijo que sus activos televisivos no estaban en venta.
Del mismo modo, Disney ya estaba en conversaciones para consolidar la plena propiedad del servicio de streaming Hulu, mediante la compra de la participación de Comcast, antes de que Peltz entrara en escena. En marzo, Disney integró Hulu en su aplicación Disney+, una medida destinada a reducir las bajas entre los suscriptores al servicio de streaming.
Mientras tanto, Pitaro, el apreciado presidente de ESPN, trabajaba duro en varios acuerdos de streaming, incluida la empresa con Fox y Warner, que ofrecerá una serie de deportes en directo.
Hasta el final
Es raro que las luchas por representación lleguen hasta la votación de los accionistas, ya que ambas partes están motivadas para evitar los gastos y la vergüenza de la derrota. Normalmente, las empresas y los activistas llegan a acuerdos que implican puestos en el consejo u otros cambios en la empresa para evitar una votación impugnada.
La lucha de Peltz con Disney se prolongó hasta el día de la asamblea.
Mientras los inversores emitían su voto, Peltz y Elon Musk discutían la posibilidad de que el CEO de Tesla pesara para apoyar a Trian, dijeron personas familiarizadas con el asunto. Musk llamó a algunos inversores para ayudar a Peltz a ganar votos y el miércoles en la mañana lo apoyó públicamente en la plataforma de redes sociales X.
Los ejecutivos y miembros del consejo de administración de Disney, incluido Iger, se dirigieron a los principales accionistas institucionales, destacando el progreso de la empresa en su camino hacia la rentabilidad del streaming y sus planes para revitalizar su estudio, y argumentando que sería problemático y perjudicial para la empresa, y para Iger, que Peltz se uniera al consejo.
Para asegurarse los votos de los inversores particulares, Disney también difundió una serie de anuncios con música caprichosa y el personaje de dibujos animados Profesor Ludwig Von Drake, animando a los accionistas a apoyar su lista de directores. Alrededor del 75% de los inversores particulares que votaron respaldaron la lista de la empresa.
Convenció a los grandes accionistas BlackRock, Vanguard y T. Rowe Price para que apoyaran a sus candidatos al consejo de administración y se aseguró el respaldo de la empresa de asesoría de voto Glass Lewis.
Peltz también hizo un gran esfuerzo con los inversores, a veces reuniéndose repetidamente con la misma empresa. El Sistema de Jubilación de los Empleados Públicos de California, o Calpers, respaldó a los candidatos de Trian, diciendo que creía que Disney “se beneficiaría de una nueva mirada en su consejo”, al igual que Neuberger Berman.
El mensaje del activista tuvo eco en la empresa de asesoramiento a accionistas Institutional Shareholder Services, que tiene una gran influencia en el voto de los inversores. Recomendó a los accionistas que votaran a favor de la incorporación de Peltz al consejo, pero no del otro candidato de Trian, el exdirector financiero de Disney Jay Rasulo. ISS apoyó a todos menos a uno de los candidatos de la empresa, señalando la sucesión como razón clave de su decisión.
Según un informe de Barclays de 2023, aproximadamente el 75% de los candidatos respaldados por ISS resultan elegidos. Su decisión dio más impulso a la oposición.
Algunos inversores protestaron de otras formas. State Street, el tercer mayor accionista de Disney y uno de los gestores de dinero más influyentes del mundo, votó en contra de Maria Elena Lagomasino, jefa del comité de compensación de la empresa, y de Mark Parker, que dirige un comité encargado de encontrar al sucesor de Iger.
Peltz, en su intervención en la junta del miércoles, dijo que ésta había sido su segunda campaña en Disney y que: “Esperamos que esta vez sea la última”.
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