Credit Suisse: “A medida que se modera la recuperación global, también deberíamos ver una desaceleración en el consumo de cobre”
El precio del cobre cae 15,19% desde el peak alcanzado el pasado 10 de mayo. Al respecto, Stefan Graber, head Commodities Strategy de Credit Suisse precisa que, en general, el escenario para el metal rojo es positivo, pues “los esfuerzos de descarbonización estimulan un crecimiento de la demanda por encima del promedio", pero advierte que en el corto plazo su cotización podría descender.
Un alza de 17,5% acumula el precio del cobre en lo que va de 2021. Una subida que pareciera positiva, pero cuyas perspectivas dependen de una serie de factores. El precio de US$4.126 en los que actualmente transa está lejos de los US$ 4,864 que tocó el 10 de mayo pasado. De hecho, desde esa fecha el valor del metal rojo cae 15,19%.
¿Cuál es el escenario para el mineral? Según Stefan Graber, head Commodities Strategy de Credit Suisse, “las materias primas que ayudan a los esfuerzos de descarbonización global tienen perspectivas de demanda más favorables que otras materias primas. Se necesitará un período de precios altos por encima de los costos de producción para atraer las inversiones de capital necesarias para evitar significativas escaseces en el futuro. Este es particularmente el caso de algunos metales básicos como el aluminio, el cobre, el níquel y, en menor medida, algunos metales del grupo del platino (PGM)”.
Al respecto, precisa que el escenario para el cobre es positivo, pues “los esfuerzos de descarbonización (por ejemplo, infraestructura de red, energía solar/eólica, vehículos eléctricos) estimulan un crecimiento de la demanda por encima del promedio, además de compensar una eventual moderación en el sector inmobiliario chino”.
Sin embargo, en el corto plazo el precio podría caer. A juicio de Graber, “la demanda a corto plazo sigue siendo muy cíclica y, a medida que se modera la recuperación global, también deberíamos ver una desaceleración en el consumo de cobre. Al mismo tiempo, algunos proyectos de suministro adicionales y expansiones que fueron aprobados antes de la pandemia están programados para entrar en funcionamiento en los próximos años. En resumen, es posible que aún veamos períodos de superávit en el camino (incluida la debilidad temporal de los precios)”.
En un escenario similar al del cobre. El 13 de mayo el Iron Ore alcanzó un peak de US$218,38 /TM, pero desde entonces cae 46%. Y de hecho la baja golpeó la acción de CAP, que en el año pierde 25,63%.
Hacia futuro, el precio podría seguir cayendo. Para Stefan Graber, “la demanda de mineral de hierro también es muy cíclica y los precios han disfrutado de una racha muy fuerte a principios de este año gracias a la pujante demanda de acero en China. Sin embargo, la fuerza de la demanda ha comenzado a renovarse, y el acero y el mineral de hierro se benefician menos de las inversiones verdes que otras materias primas, por lo que vemos un potencial al alza estructural limitado, y más bien un retorno a la “normalidad”.
El escenario, además, está dado por el contexto de recuperación global, y ello podrían también impactar los precios de la materias primas. Según el analista de Credit Suisse, en las primeras etapas de la recuperación mundial que está en curso, los metales básicos y los productos básicos a granel se beneficiaron de manera desmesurada, ya que el crecimiento fue impulsado en gran medida por la fabricación y la construcción con uso intensivo de metales, pero las interrupciones de la cadena de suministro relacionadas con el Covid y las restricciones de movilidad en algunas regiones aún están frenando parte de la demanda, aunque estima que persistirá el entorno favorable a las materias primas hasta el próximo año.
“A medida que avanzamos, la demanda de servicios en lugar de la de bienes puede impulsar cada vez más la dinámica de crecimiento, presagiando una fase menos intensiva en materias primas. Es probable que los cuellos de botella se resuelvan con el tiempo, y la oferta debería ponerse al día de manera más visible, lo que sugiere que es probable que se alivien las presiones actuales sobre los mercados físicos. Las materias primas orientadas a la demanda de los consumidores pueden beneficiarse”, sostiene el experto.
Respecto de los posibles efectos en el mercado producto de lo que ocurra en China con Evergrande, Graber señala que “una posible desaceleración de la actividad inversora y de la construcción afectaría sustancialmente a la demanda global, dado que China tiene por lejos la mayor participación en el mercado de metales a nivel mundial. En mercados donde China es un importador neto como el cobre o el mineral de hierro, esto significaría una caída de la demanda, mientras que en mercados donde China es un exportador neto como el aluminio o el acero, los mercados globales tendrían que digerir el exceso de capacidad china, que tiende a pesar sobre los precios”.
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