Director ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego valora nueva ley y afirma que principal objetivo es hacer un uso eficiente del agua

wilson ureta

“Es la reforma más profunda que ha tenido la ley de riego desde su creación en 1985. Creo que el aval para haber obtenido la unanimidad es que pusimos a los agricultores por delante.", dijo Wilson Ureta.


Esta semana se aprobó por unanimidad la ley de riego y quedó lista para ser ley. El director ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego, Wilson Ureta, destacó los detalles de la iniciativa en conversación con Pulso, y dijo que el objetivo principal de la normativa es hacer un uso más eficiente del agua en la agricultura.

“El público objetivo son, por un lado, las organizaciones de usuarios de agua que están en el Código de Aguas, y eso abarca el 60% del financiamiento de la ley de riego anual hoy en día. El otro 40% son las obras individuales. La ley anterior podía llegar a todo tipo de agricultor, incluso grandes empresas. Las grandes empresas podían ser beneficiadas con esos recursos. Ahora se cambió el criterio que antes era por superficie, hoy con la nueva ley el criterio de estratificación es por ingresos por venta según los tramos del SII de las pymes”, dijo Ureta.

Y agregó que “no era muy objetivo el criterio. Este proyecto inició en el gobierno anterior, y cuando llegamos al gobierno las negociaciones estaban muertas. No había un diálogo que uno supusiera que se iba a llegar a un acuerdo. Por eso, el presidente y el ministro nos encargaron elaborar una indicación sustitutiva que abordara las discrepancias. Una de las principales discrepancias era quiénes eran los beneficiarios de la ley. Si eran todos o había que focalizar los recursos. La indicación que ingresamos y se aprobó fue que los agricultores que tuvieran ingresos por venta por más de 50 mil UF al año, que corresponden a las ‘medianas 2′ y las grandes, ellos quedaron fuera de la ley de riego, para focalizar de los ‘medianos 1′ hacia abajo en los proyectos individuales. Con esos recursos que se liberaron de los grupos más grandes poder focalizar n esos grupos que son los que tienen menor tecnificación”

Por otro lado, dijo que otro de los criterios que se abordó en la tramitación de la iniciativa tiene que ver con el medio ambiente, y refutó las críticas que surgieron mientras se legislaba la nueva ley.

“El otro motivo es que consideramos que el objetivo principal de esta política pública es hacer un uso más eficiente del agua para la agricultura. Ya que los grupos que están bajo 50 mil UF son los que poseen menores grados de tecnificación y la política pública iba a ser más efectiva en esos grupos. Además de la certeza de que los grupos de mayores ingresos no debieran depender de los subsidios del Estado para llevar a cabo sus negocios. De los grupos más grandes es un porcentaje bajo el que postula a la ley de riego”, señaló.

Asimismo, sostuvo que “del universo de agricultores que pueden postular a la ley de riego para proyectos individuales, de cerca de 280 mil potenciales postulantes el 99,4% puede seguir postulando con la nueva ley de riego. Solo 1.600 empresas quedan excluidas de la nueva ley. Nos pareció que los argumentos que esgrimió Fedefruta de que íbamos a causar un daño económico importante no tenían mayor sustento dadas estas cifras”.

La recién aprobada iniciativa, busca apoyar a la pequeña y mediana agricultura para impulsar el desarrollo rural sustentable y aumenta la eficiencia y seguridad hídrica del país. Aumenta la bonificación máxima para los pequeños agricultores desde un 90% a un 95% del costo total del proyecto, incrementando los montos de bonificación de 400 UF a 1.000 UF para proyectos individuales. Ureta dijo que el espaldarazo al proyecto es haber puesto a los agricultores por delante.

“Es la reforma más profunda que ha tenido la ley de riego desde su creación en 1985. Creo que el aval para haber obtenido la unanimidad es que pusimos a los agricultores por delante. Son las necesidades de ellos. Hoy están enfrentando una crisis climática severa, con la cual la ley de riego tiene que estar concebida como instrumento de adaptación al cambio climático. Por otro lado, desafíos alimentarios importantes. Tenemos que fomentar que se produzcan de mejor forma alimentos. Pusimos las necesidades de esos grupos por delante. Dábamos soluciones concretas a esos problemas”

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