El mensaje de Richard Von Appen sobre un sueldo mínimo en las grandes empresas
El casi seguro nuevo presidente de la Sofofa expuso ayer en el consejo del gremio y llamó a las compañías a contribuir en todos los sentidos. Por ejemplo, dijo, si una empresa de gran tamaño paga $ 500 mil como renta mínima y puede subirlo a $ 600 mil, puede “cambiar la vida” de mucha gente y, quizá, sin “mover la aguja” de sus balances.
Fue en la conversación con casi un centenar de consejeros, ayer en la presentación telemática de los ejes de su programa para liderar la Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa. Durante ese diálogo, el presidente de Ultramar, el empresario Richard Von Appen, llamó a las grandes empresas a elevar su contribución a la sociedad y puso como ejemplo los sueldos mínimos que pagan a sus colaboradores.
La reconstrucción es la siguiente. Von Appen, acompañado de sus dos candidatos a vicepresidente, Rodolfo Véliz y Victoria Vásquez, expuso durante menos de 10 minutos los cuatro ejes de su programa y se abrió de inmediato a responder preguntas. Durante más de una hora y media intervinieron numerosos consejeros.
Uno de ellos, Felipe Silva, vicepresidente de Polpaico, consultó al empresario su posición sobre las alzas de impuestos y aunque Von Appen dijo no tener una posición definida sobre la materia, agregó que era un tema que no eludiría. Sin embargo, sí envió otro mensaje.
Según varias personas presentes en la reunión, Von Appen afirmó que las grandes empresas debían contribuir a la sociedad en todos los sentidos. Por ejemplo, afirmó, si una compañía de gran tamaño pagaba un sueldo mínimo de $ 500 mil a sus trabajadores y podía hacer el esfuerzo de subir a $ 600 mil, debía hacerlo. Ello, agregó, podía “cambiarle la vida” a mucha gente y para las grandes empresas ese esfuerzo muchas veces “no movía la aguja”.
Von Appen, eso sí, fue preciso en que ese tipo de compromisos era aplicable a grandes empresas y no a las de menor tamaño. En ese punto complementó, según otro consejero, con otro tipo de inquietud sobre lo mismo: las compañías deben también exigir a sus empresas subcontratistas condiciones mínimas para sus empleados y preocuparse por todos los trabajadores de su cadena productiva, no solo por su planta.
La fijación de un sueldo mínimo en las grandes compañías no es algo nuevo. Tras el estallido de octubre de 2019, Andrónico Luksic lanzó un tuit con un compromiso que causó polémica en el sector empresarial. “A partir del 1 de enero del 2020 ningún trabajador directo de Quiñenco y sus empresas ganará menos de 500 mil pesos. No son muchos en esa realidad, pero desde enero no será ninguno”, escribió Luksic el 22 de octubre de 2019.
Muchos empresarios reaccionaron esa vez con diversos matices. Primero, decían, porque era una política que no era aplicable a pequeñas y medianas empresas con dificultades para pagar muy por sobre el salario mínimo. Segundo, porque muchas grandes compañías pagaban rentas a sus trabajadores cuyo piso estaba por sobre aquella cifra.
En el caso de las empresas de Von Appen, el grupo Ultramar tiene más de 13 mil trabajadores en 15 países, pero el 67% del total está en Chile. La única compañía que divulga sus balances financieros es Terminal Pacífico Sur, la operadora del terminal número 1 del puerto de Valparaíso. Según la memoria, tiene una dotación de 379 colaboradores, de los cuales 57 son mujeres y 322 son hombres, y un promedio de edad de 45 años. La documentación no especifica un salario mínimo para sus empleados, pero sí un gasto en sueldos y salarios de US$ 6,8 millones en 2020. Considerando la dotación completa, el gasto promedio de TPS asciende a poco más de $ 1 millón al mes.
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