Tras meses de números negativos, la economía chilena da señales de estar “bien y mejorando”, y en camino hacia una recuperación. Esta es una de las conclusiones del último reporte del Barómetro de la Economía Chilena del Instituto UNAB de Políticas Públicas.

Este informe reveló que en el octavo mes del año cinco de los veinte indicadores que lo componen tuvieron cambios de cuadrante, todos en sentido positivo. La economía local está en camino hacia la recuperación, aunque aún hay variables que no alcanzan sus valores prepandemia.

El informe mostró que para agosto, el cuadrante más positivo del Barómetro “bien y mejorando” concentró el 35% de las variables, 10 puntos porcentuales más que en el mes anterior, reuniendo al índice de remuneraciones reales, la tasa de créditos hipotecarios, los deudores morosos, el precio del cobre, el riesgo país, el IPSA y la brecha de género de participación laboral.

Un 20% de los indicadores se posicionaron en el cuadrante “bien, pero empeorando”, lo que equivale a una baja de 10 puntos con respecto a julio. Acá se ubicaron la participación laboral, la inversión extranjera directa, la incertidumbre económica y la deuda neta del gobierno central.

Otro 35% de los indicadores se ubicó en la zona “mal, pero mejorando”, lo que corresponde a un salto de 15 puntos en comparación con el mes previo, concentrando el desempleo, la inflación, el IMACEC, la confianza empresarial, la confianza de los consumidores, la creación de empleos y el ahorro en cuentas corrientes y depósitos a plazo.

Por último, un 10% de las variables, en este caso el dólar y las exportaciones, están en el área “mal y empeorando”, lo que representa una caída de 15 puntos porcentuales de variables en este cuadrante en comparación con julio.

“El hecho de que el 70% variables del Barómetro estén mejorando es una excelente noticia, situación que viene a consolidar una recuperación que comenzamos a observar desde el mes pasado. Nos estamos acercamos hacia un escenario de normalidad, por lo que es buen momento para mirar hacia atrás y reflexionar en torno a los efectos de políticas irresponsables, como los retiros, que, si bien pueden tener beneficios de cortísimo plazo, al mismo tiempo requieren de períodos de ajustes de casi cuatro años”, dijo el subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés.

El IMACEC, confianza empresarial, confianza de los consumidores, deudores morosos y el precio del cobre mostraron cambios positivos en agosto, según detalló el informe Unab. De hecho, el Imacec, la confianza empresarial y la confianza del consumidor, pasaron de “mal y empeorando”, a “mal, pero mejorando”.

Deudores morosos y precio del cobre pasaron de “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando. En el primer caso, 20 mil personas dejaron de ser deudores morosos entre abril y mayo de este año, mientras que en el caso del cobre, este se mantuvo en US$3,79 por libra al igual que el mismo día en el mes de julio.

El informe también ahondó en otros indicadores que si bien no cambiaron de cuadrante en agosto, sí actualizaron sus valores en esta edición.

En el cuadrante “bien y mejorando” se mantienen el índice de remuneraciones reales, tasa de créditos hipotecarios, el IPSA y brecha de género en participación laboral. Destaca lo ocurrido con el índice de remuneraciones reales, que anotó una variación de 2,5% a doce meses debido a la baja inflacionaria que permite que el poder adquisitivo de las familias no se siga deteriorando.

En “bien, pero empeorando” aparecen nuevamente la participación laboral, la inversión extranjera directa, la incertidumbre económica y la deuda neta del gobierno central. La participación laboral mostró que 1.270 personas más participan en el mercado laboral, lo que se debe a un incremento en la participación de las mujeres y una caída en la de los hombres. La inversión extranjera directa también se mantuvo en este cuadrante, alcanzando los US$1.937 millones de ingreso al país, US$806 millones por encima de lo reportado en mayo.

En el cuadrante “mal, pero mejorando” se mantienen el desempleo, la inflación, la creación de empleos, el ahorro en cuentas corrientes y depósitos a plazo. Dentro de esta área destaca, en primer lugar, el desempleo que alcanzó una tasa de 8,5%. La inflación descendió entre junio y julio.

Por último, en el cuadrante más negativo “mal y empeorando” persisten el dólar y las exportaciones.

“Observamos con preocupación una debilidad en el sector externo, especialmente en las variables del dólar y las exportaciones. No podemos dejar de recordar que la situación internacional sigue siendo compleja, donde la guerra en Ucrania, la tensa relación entre China y EE. UU. y el problema del sector inmobiliario chino generan mucha incertidumbre. En ese sentido, la diversificación de las exportaciones debería ser una prioridad de la política económica chilena”, agregó Valdés.