Joseph Ramos y su diagnóstico de la crisis: “Más que bonos la gente necesita un trabajo estable y digno”
El economista menciona que para potenciar la contratación se deben entregar mayores facilidades para el empleo femenino. Además, sostiene que se debe subir en cinco puntos la carga tributaria. Como alternativa propone subir el IVA a los sectores que hoy están exentos. "Si alimentos y medicina paga IVA por qué salud y educación no", se pregunta el exdecano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
El exdecano de la Faculta de Economía y Negocios de la Universidad de Chile y actual vicepresidente de la Comisión de Productividad, Joseph Ramo, entró al debate de los temas contingentes y planteó su propuesta para reactivar el mercado laboral.
La trayectoria de Ramos ha estado ligada a las temáticas del mercado laboral, desarrollo productivo y macroeconomía. Ha sido parte de varias comisiones presidenciales en materia de empleo.
Y por ello, en un seminario organizado por la Corporación de Capacitación de la Cámara Chilena de la Construcción, expuso sobre “Chile: el empleo en la pandemia y pospandemia”.
Planteó la necesidad de buscar distintas fórmulas para estimular el empleo, ya que más allá de que la economía se recupere hacia fines de este año, el mercado laboral se mantendrá rezagado y recién ve su recuperación para mediados de 2022. “Más que bonos la gente necesita un trabajo estable y digno”.
En ese sentido, afirma que se debe apoyar a los que tarden en encontrar empleo, pues el millón de trabajadores que tenían empleo antes y están sin trabajo tardarán en encontrarlo.
Para ello, propone un mayor gasto público al normal en Obras Públicas y Vivienda, junto con incentivar en mayor grado la inversion privada durante 2021 y 2022. “Se debe incentivar la depreciación instantánea u otro incentivo”, dice.
También menciona que se debe fomenter un mayor empleo productivo con los mismos equipos e inversión, induciendo a que empresas añaden otro turno de trabajo. “Se puede trabajar 24 horas en 3 turnos en obras públicas fuera de ciudad, ello dobla o triplica el empleo en un año”.
Otro eje para potenciar la contratación es entregar mayores facilidades al empleo femenino. “Se puede extender el horario escolar de primero a cuarto básico hasta las 19 horas y aumentar la cobertura de salas cunas para todo niño de mujer trabajadora, independiente del tamaño de la empresa o del número de mujeres que trabajan en ella”.
Ramos establece como necesario, extender el subsidio de cesantía más allá de los actuales siete meses.
Gratificaciones e impuestos
Actualmente se discute en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados un proyecto de ley que modifica el actual sistema de gratificaciones. Dentro de su presentación, Ramos propone ir hacia una real participación en utilidades. “Es bueno para la productividad, porque alinea ingreso del trabajador con desempeño de la empresa y para la equidad, pues participa más directamente en el auge así como en las dificultades de la empresa”.
En este punto, Ramos propone “reemplazar la actual ley de gratificaciones para ir paulatinamente a un esquema donde 20% del ingreso laboral sea variable según desempeño de la empresa”.
El proyecto presentado en noviembre de 2019 por Tucapel Jiménez vuelve casi obligatoria la distribución del 30% de las utilidades. Primero, porque elimina el tope de 4,75 ingresos mínimos mensuales establecido en el artículo 50 del Código del Trabajo y autoriza el pago de gratificaciones por esa vía solo si le permita al trabajador recibir una suma mayor al 30% de los excendentes de las empresas.
Dentro de su abanico de medidas está también el avanzar a un “ingreso ético” o ingreso universal, donde el fisco supla la diferencia entre el salario mínimo y la línea de pobreza para todo jefe o jefa de hogar. “Esto evita elevar el costo al empleador, pero tiene un costo fiscal importante (US$ 5.000-US$6.000 millones al año), lo que significa que solo puede hacerse en medida que carga tributaria suba significativamente”.
Sobre lo tributario, Ramos plantea que se debe pensar en subir unos cinco puntos la carga tributaria en los próximos años. “Primero se debe reducir la evasión, pero eso no es suficiente, porque es muy poco probable que se reduzca a cero. Lo otro son las exenciones, porque la mayor parte de los beneficiados son personas de ingresos altos”.
Y agrega que una arista que es poco debatida es subir el IVA a los sectores que actualmente están exentos. “La educación, salud y construcción no pagan IVA y ¿quiénes se benefician? Los sectores de mayores ingresos. Si alimentos paga, medicina paga, por qué el resto no paga IVA”.
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