Juan Sutil, presidente de los empresarios, y cambios tributarios: “Sin caer en los eslóganes, es claro que quienes más tienen, más tienen que pagar”
El presidente de la CPC analizó el anuncio realizado anoche por el Presidente Sebastián Piñera de enviar un proyecto propio para un tercer retiro del 10%. Al respecto, dijo que la restitución de parte de los fondos a cargo de una cotización de 1% adicional de los empleadores, es una forma de "contribuir a quienes más lo necesitan", pero planteó que sería importante que fuera un incremento gradual.
El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil, se refirió a los anuncios hechos anoche por el Presidente Sebastián Piñera y entró, además, al nuevo debate tributario que se avecina.
Sobre el primer punto dijo que la iniciativa presentada por el gobierno es mejor que la aprobada por el Congreso, puesto que incluye a quienes no tienen fondos en sus cuentas. Asimismo, dijo que la restitución de los recursos- que será con cargo del Estado y el empleador en 1% cada uno- será una forma de contribuir a quienes más lo necesitan.
En cuanto al debate tributario, dijo que “la discusión tiene que tener mucha técnica y profundidad, con mirada amplia”.
¿Qué le parece la propuesta del gobierno para retirar un nuevo 10% de los fondos de pensiones, tanto en su contenido como en el momento en que lo presenta?
Desde el punto de vista del contenido, es un proyecto que incorpora a más de tres millones de personas, que son además quienes más lo necesitan, y eso es positivo. Independiente de si uno pueda estar a favor o no de que se usen este tipo de recursos para enfrentar la crisis, entendiendo que estamos en una situación anormal, este proyecto se enmarca dentro de la constitucionalidad.
¿Pero no llega tarde de nuevo el gobierno con sus medidas, cómo se le ha reclamado desde distintos sectores, incluido el oficialismo?
Se puede juzgar permanentemente y criticar, pero me quiero quedar con lo positivo del proyecto: ayuda a 3 millones de personas que no tienen fondos y también se está haciendo cargo de ayudar a restituir los retiros.
¿Para evitar estar discutiendo los retiros, el gobierno debió haber impulsado políticas más universales como está siendo ahora el último IFE?
Si hubiéramos tenido medidas más universales habría habido poco argumento para criticar que todo era insuficiente y que las ayudas no estaban llegando a las personas que lo necesitan. Desde ese punto de vista, si desde el primer día las ayudas hubieran sido más amplias, estaríamos en una situación distinta, en un diálogo político distinto.
Dentro de lo anunciado se establece la reposición de los fondos, que será en un 1% por parte del Estado y otro 1% por parte del empleador, ¿cómo ve esta medida y cuánto impacta a las empresas, considerando que no se especificó si será gradual?
Me parece que es una manera de contribuir a quienes más lo necesitan. El empleador se puede hacer cargo. A la empresa y a los que más tienen se les está permanentemente interpelando porque tienen que hacer un esfuerzo mayor, y esta es una oportunidad de que se puede hacer ese esfuerzo mayor. Es una manera de que el empleador esté siendo parte y contribuya. En ese sentido, si bien es costoso y difícil, tenemos que entender que todos tenemos que contribuir en el apoyo hacia las personas.
¿Esperan que el alza sea gradual?
Hoy día la gradualidad es fundamental, ya que no todos lo pueden asumir. En el proyecto de reforma de pensiones el aumento de la cotización era de medio punto por año. Eso podría ser razonable para esta propuesta.
Sobre el aporte del empresariado y los sectores de mayores ingresos, el Presidente nuevamente dijo que se trabajará en una reforma tributaria sin especificar qué impuestos se modificarán. ¿El empresariado y la dirigencia gremial qué rol jugarán en esa materia?
El debate de una reforma tributaria es una discusión que está comenzando. Nosotros vamos a estar en la discusión, porque es importante que sea correcta, gradual, y busquemos la forma en que el país, en su conjunto, recaude. Pero el foco no solo debe estar puesto en subir impuestos, sino que también en buscar la formalidad. Hay muchas cosas de que hacerse cargo. Hay un paquete de exenciones tributarias que se pueden mirar. Chile tiene muchos aspectos o lugares donde la informalidad prima y eso tampoco permite una adecuada recaudación. La ecuación es cómo se logra la recaudación necesaria y que eso no genere desequilibrios. Sin caer en los eslóganes, es claro que quienes más tienen, más tienen que pagar. De eso no hay duda. Pero también es importante que el costo tributario que tengan las empresas y las personas sea acorde a la realidad del país, y que no termine ahogando al sector productivo. La discusión tiene que tener mucha técnica y profundidad, con mirada amplia. Dicho eso, por supuesto habrá que sentarse todos los involucrados, especialmente el sector productivo a pensar en esta reforma tributaria.
Carlo Solari, presidente de Falabella, dijo en El Mercurio que era preferible subir el impuesto a las personas (global complementario) antes que a las empresas o aplicar uno patrimonial. ¿Usted comparte esa idea?
Si, cuando se aplica el impuesto al patrimonio no ha sido una buena experiencia y por ello es más eficiente gravar el flujo, ya que de esa manera se asegura que paguen los que tienen mayores recursos. Pero eso no es suficiente, porque los países que van entrando al desarrollo, la base impositiva es mucho más amplia, son más personas las que pagan el impuesto. Pero además la pagan con mucho gusto, ya que reciben una buena salud, buena educación y buenas pensiones. Tenemos que buscar ese equilibrio, y buscar la formalidad. Hoy hay cadenas productivas que están dentro de la informalidad, como lo son las ferias libres.
Sobre el debate impositivo también se ha mencionado el avanzar en eliminar exenciones. ¿El empresariado está abierto a debatir este tema?
Es un tema que desde el empresariado siempre ha estado sobre la mesa. La correcta doctrina tributaria es la justicia, y por eso las exenciones, si bien hay algunas que son positivas, hay otras que son muy negativas, porque generan competencia desleal, porque generan un beneficio que con el tiempo no es muy positivo. En mi opinión estas tienen que ser transitorias. No podemos estar bajo la lógica de quien tiene el discurso más populista o incendiario, sino que tenemos que entrar en un debate profundo y serio.
En la tramitación del impuesto a los altos patrimonios, e incluso en el retiro del 10%, los parlamentarios de oposición señalaban en su argumentación que los sectores de mayores ingresos de distintos países del mundo se han mostrado abiertos a aportar más recursos, sin embargo, en Chile eso no pasaba, ¿cuál es su lectura sobre esa crítica?
Todo empresario tiene la mirada de aportar al país, el punto es que esto tiene que ser con la seriedad que corresponda. No puede ser un impulso que finalmente no concluye en una solución correcta. En los últimos años los impuestos a las empresas han subido fuertemente, pasaron del 17% al 27%; el impuesto a las personas también ha subido fuertemente. Se le ha puesto un royalty a la minería. No es llegar y decir vamos a poner otro impuesto más, aleatoriamente. Esa es una parte de la solución, la otra es como hacer más eficiente al Estado, como se focalizan mejor los recursos. La mirada tiene que ser mucho más sistémica.
¿Pero en cuanto a la actitud del empresariado y los sectores de mayores ingresos, recoge o no esa critica que le hace la oposición de que no han salido a decir que sí están dispuestos a que les suban los impuestos y aportar más al país?
Lo que pasa es que no he tenido esa crítica en las conversaciones y diálogo privado, porque siempre hay disposición, y segundo es tener un diálogo constructivo de cómo buscar las soluciones a los problemas. Sin embargo, en el debate público siempre hay interpelaciones que muchas veces las personas las dejan pasar o quizás el error es no haber sido más explícito en no dejar pasar esas interpelaciones. Pero diría que en el fondo el sector productivo, las empresas, los empresarios, siempre hemos estado dispuestos a contribuir en el desarrollo del país y en ese sentido siempre hemos estado dispuestos a discutir la mejor fórmula, lo importante es que sea consensuada y correcta. Es muy importante que sean acuerdos amplios y graduales, y no posiciones puntuales como lo que está pasando en el Congreso con un dejo muy electoral.
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