Las predicciones de Elon Musk y Jamie Dimon sobre la IA y lo que significan para el futuro de la humanidad
Una de las personas más ricas del mundo y el director del mayor banco del país se unen a un coro de ejecutivos que hacen pronósticos audaces sobre el potencial de la tecnología. Sin embargo, algunos expertos afirman que los pronósticos sobre el poder transformador de la inteligencia artificial son exagerados.
Elon Musk y Jamie Dimon comentaron que la inteligencia artificial (IA) será más inteligente que los humanos y transformará la sociedad.
La cuestión ahora es si los pronósticos de una de las personas más ricas del mundo y del director del mayor banco del país se harán realidad o resultarán exagerados.
En sus declaraciones de esta semana, tanto Musk como Dimon se unieron a un coro de ejecutivos empresariales que hacían audaces predicciones sobre el potencial de la IA para un cambio drástico.
“Creo que tendremos una IA más inteligente que cualquier ser humano probablemente a finales del año que viene”, dijo Musk en una entrevista el lunes con Nicolai Tangen, director ejecutivo de Norges Bank Investment Management, el fondo soberano noruego de US$ 1,6 billones y uno de los mayores inversores en Tesla. La entrevista se emitió en la plataforma de redes sociales X, de Musk.
Musk, que es CEO de Tesla y también dirige su propia empresa de IA, sostuvo que la IA era la tecnología que más rápido había avanzado. Predijo que probablemente superará la inteligencia colectiva de los humanos en cinco años.
Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase, señaló el lunes a los inversores que la IA podría ser tan transformadora como algunos de los principales inventos tecnológicos de los últimos cientos de años.
“Piensen en la imprenta, la máquina de vapor, la electricidad, la informática e Internet, entre otros”, escribió Dimon en su carta anual a los accionistas el lunes. La carta de Dimon a los accionistas es muy esperada cada año y muy leída en el sector de los servicios financieros. Dimon ha indicado que la inteligencia artificial podría llevar a las generaciones futuras a trabajar sólo tres días y medio a la semana.
En su carta a los accionistas, la IA fue el primer problema al que se enfrentó JPMorgan y que Dimon destacó.
Una guerra de talentos
La carrera por crear la próxima gran revolución de la IA ha desatado una guerra de talentos en Silicon Valley. Las empresas tecnológicas han invertido en IA a un ritmo vertiginoso, y los inversores y analistas creen cada vez más que el auge es sostenible. Y la tecnología ha disparado el rendimiento de las acciones de muchas empresas tecnológicas y de chips que aspiran a sacar provecho de ella.
El director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, ha afirmado que la IA podría ser más profunda que la invención del fuego o la electricidad. Vinod Khosla, fundador de la firma de capital riesgo Khosla Ventures, declaró el año pasado que en 10 años la IA asumirá “el 80% del 80% de los trabajos que existen hoy en día”.
“La necesidad de trabajar en la sociedad desaparecerá en 25 años para los países que adapten estas tecnologías”, dijo Khosla en una entrevista con The Wall Street Journal.
Sin embargo, la tecnología también ha provocado duras advertencias sobre el futuro de la humanidad. A principios de esta semana, la mayor empresa de telecomunicaciones de Japón y el periódico más importante del país advertían en un manifiesto que, a menos que se ponga freno a la IA, “en el peor de los casos, la democracia y el orden social podrían colapsar, dando lugar a guerras”.
Pidieron a los legisladores japoneses que aprobaran leyes para frenar la IA, señalando la creciente preocupación por los programas de IA que han estado desarrollando empresas con sede en Estados Unidos.
En Estados Unidos, el gobierno de Biden invocó el año pasado poderes federales de emergencia para obligar a las principales empresas de IA a notificar al gobierno el desarrollo de sistemas que supongan un grave riesgo para la seguridad nacional.
¿Es todo exagerado?
Sin embargo, algunos expertos afirman que las predicciones sobre el poder transformador de la IA son exageradas.
Gary Marcus, científico cognitivo que vendió una startup de IA a Uber en 2016, aseguró que la IA generativa puede llegar algún día a transformar la sociedad. Pero tiene que haber grandes mejoras para acercarse al nivel de cambio producido por Internet o incluso los smartphones, puntualizó.
“Es posible que, a medida que hagamos nuevos descubrimientos y construyamos una IA mejor, mucho mejor que la que tenemos ahora, la IA pueda llegar a transformar para bien”, afirmó Marcus en una entrevista.
Los programas de IA generativa cometen actualmente demasiados errores, son poco fiables y tienen una comprensión superficial del mundo, advirtió Marcus.
A corto plazo, es poco probable que la IA se acerque a la inteligencia humana a finales del año que viene, como predijo Musk. Superar toda la inteligencia humana en los próximos cinco años también es inverosímil, enfatizó.
“Hay muchos problemas fundamentales en la comprensión del mundo físico y psicológico que estas máquinas aún no han resuelto”, sostuvo Marcus.
Marcus ofreció a Musk apostar un millón de dólares a que su predicción de que la IA será más inteligente que un ser humano el año que viene resulta ser errónea. Un representante de Musk no respondió a la petición de comentarios sobre la apuesta.
Damion Hankejh, director ejecutivo de Ingk, una empresa emergente de semiconductores, también tiene dudas sobre la predicción de Musk. Se ha ofrecido a aportar otros US$ 9 millones como parte de la apuesta de Marcus.
Hankejh se muestra optimista sobre el futuro de la IA y señala que será el próximo renacimiento tecnológico. Pero no cree que los actuales sistemas de IA avancen lo suficiente como para superar la inteligencia humana.
“Nunca ocurrirá”, planteó Hankejh. “Las máquinas matemáticas digitales no son cerebros”, agregó.
Mucho bombo y platillo
“En estos momentos se está dando mucho bombo a la IA”, afirmó Angel Vossough, cofundadora y directora ejecutiva de BetterAI, que trabaja en una herramienta de IA para recomendar vinos.
Dice que los sistemas de IA son buenos analizando grandes conjuntos de datos y pueden hacer predicciones o acelerar la productividad. Pero ni de lejos son tan inteligentes como los humanos, ya que gran parte de la inteligencia humana es emocional.
“Tiene que conectar, comprender y responder a las emociones humanas de un modo que resulte auténtico y significativo”, indicó. “No creo que estemos ni cerca”, añadió.
Otro problema del auge de la inteligencia artificial es que consume recursos como la electricidad. La empresa de diseño de chips Arm financia estudios para que las aplicaciones de IA sean más eficientes desde el punto de vista energético.
René Haas, director ejecutivo de Arm, afirmó el martes que los centros de datos de IA podrían consumir entre el 20% y el 25% de las necesidades energéticas de EE.UU. a finales de la década, frente al 4% o menos actual.
Dimon sostuvo que JPMorgan emplea ahora a más de 2.000 expertos en inteligencia artificial y aprendizaje automático, tras experimentar por primera vez con esta tecnología hace más de una década.
Dijo que prevé que la IA ayudará a reimaginar los flujos de trabajo empresariales en todo el banco.
“Aunque desconocemos el efecto total o el ritmo preciso al que la IA cambiará nuestro negocio -o cómo afectará a la sociedad en general-, estamos completamente convencidos de que las consecuencias serán extraordinarias”, concluyó Dimon en su carta a los accionistas.
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