Los activos ganadores y perdedores en lo que va de 2022: la fortaleza de las materias primas y la caída de la renta fija

In this photo provided by the New York Stock Exchange, specialist James Denaro works at a post on the trading floor, Monday, Feb. 1, 2021. The erratic trading in shares of underdog companies like GameStop that turned markets combustible last week appears to have migrated to commodities, sending silver prices surging to an eight-year high. (Nicole Pereira/New York Stock Exchange via AP)

Los bonos del Tesoro de EE.UU. anotan una rentabilidad de -12,8% en los primeros nueve meses del año, mientras que sólo la caja y los commodities entregan retornos positivos.


El proceso inflacionario que golpea a las principales economías del mundo tiene a los bancos centrales subiendo las tasas de forma acelerada para detener el alza de los precios. Pero junto con eso, las menores perspectivas de crecimiento, así como la búsqueda de refugio, tiene a la mayoría de los activos anotando fuertes pérdidas, incluso a la renta fija de EE.UU..

En septiembre, la Reserva Federal (Fed) aumentó la tasa de interés en 75 puntos básicos por tercera reunión consecutiva, elevando el objetivo para la tasa de fondos federales de referencia a un rango de 3% a 3,25%, su nivel más alto desde antes de la crisis financiera de 2008.

En tanto, el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés en 50 puntos básicos en julio y en 75 puntos en septiembre. Y ya esta semana, varios miembros del organismo se posicionaron a favor de una nueva subida del precio del dinero de 75 puntos para su reunión de octubre.

Estos movimientos tienen un efecto negativo sobre los bonos, pues cada alza en los tipos de interés genera una pérdida de capital en la deuda, lastrando con esto la rentabilidad. Así, los bonos del Tesoro de EE.UU. anotan una rentabilidad de -12,8% en los primeros nueve meses de 2022, mientras que los bonos globales una de -20%. Incluso la deuda high yield, llamada así pues su mayor riesgo también genera altos retornos, pierde 19,3%.

Según el director de soluciones de portafolio y estrategia de Credicorp Capital AGF, Klaus Kaempf, “este año la renta fija ha perdido su correlación negativa con las acciones -sube si caen las acciones, y viceversa-, cayendo ambas en conjunto, debido al cambio de tono de la Fed desde neutral a súper agresiva en controlar la inflación. Es el peor comienzo de año en conjunto en más de 40 años”.

En paralelo, las menores perspectivas de crecimiento del mundo ante los esfuerzos de los institutos emisores por contener la inflación también han golpeado a la renta variable

En septiembre, de hecho, las estimaciones de la Reserva Federal para el crecimiento de EE.UU. se redujeron para 2023 al 1,2% y al 1,7% en 2024, mientras que el desempleo aumentará hasta el 4,4% a finales del próximo año y lo mismo al término de 2024, frente al 3,9% y el 4,1%, respectivamente, de las proyecciones de junio.

Con este telón de fondo, el S&P500, y los índices MSCI de Mercados Desarrollados y MSCI de Mercados Emergentes -incluyendo dividendos- pierden 22,71%, 27,36% y 27,37%, respectivamente.

En su último CIO Weekly, Julius Baer sostuvo que “el epicentro del mercado bajista de 2022 radica en el repentino y radical cambio en el contexto macroeconómico en occidente con el final de la era de abundante oferta monetaria. Bancos centrales que anteriormente han luchado contra la deflación, cambiaron su guerra para luchar contra la inflación”.

Además, la entidad apuntó a que “la próxima temporada de ganancias es temida”, y que “en el caso de un 15% a 20% de caída de los ingresos, justificaría una baja en el índice a cerca de 3.000 puntos, en lugar de 3.600″. Hoy el índice está en 3.640 puntos.

En medio de este escenario, entre los activos ganadores sólo hay dos, y son aquellos que en tiempos de incertidumbre tienden a apreciarse. La caja, como son considerados los fondos de money market, renta 0,13% en el año. Pero sin duda son las materias primas las que se roban la película, con una subida de 13,57%.

A pesar de que gran parte de lo ganado por los commodities se ha diluido desde su peak entre marzo y mayo, aún hoy muestran importantes ganancias, en gran parte debido a los problemas de suministro de combustible ocurrido tras la invasión de Rusia a Ucrania.

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