Presidenta de los médicos de la CLC renuncia por tercera dosis de su presidente: “Estoy consternada y avergonzada”
A través de un carta, Viviana Herskovic, anunció su decisión y criticó la inoculación no autorizada de Alejandro Gil, presidente de la empresa. "Parece que los límites éticos no son suficientes y el miedo ha hecho que la línea de lo tolerable se desplace con los días". La siquiatra fue clave en destrabar el conflicto entre los médicos y la administración durante 2020, recuerdan los negociadores.
Un nuevo coletazo se produjo esta mañana por la tercera dosis de la vacuna del presidente del directorio de Clínica Las Condes. “Estoy consternada y avergonzada”, es parte de la carta con que la presidenta de los médicos de Clínica Las Condes, Viviana Herskovic, anunció su renuncia a la institución y a la presidencia de la Asociación Médica, luego que se conociera que Alejandro Gil, presidente de CLC, recibiera una tercera dosis de la vacuna del coronavirus, lo que gatilló que la Seremi de Salud de la Región Metropolitana iniciara un sumario sanitario en contra del recinto.
“Hoy nuestra querida institución ha cambiado drásticamente: lamentablemente siento que se ha instalado y normalizado un clima hostil, de inseguridad y amedrentamiento. No quiero trabajar en este ambiente, ya que lo que siempre más valoré de CLC fue el trabajo en equipo, los vínculos de amistad y respeto profesional”, es parte de lo que escribió la profesional.
Asimismo indicó que “nunca pensé que iba a escribir esta carta, mi carta de despedida de Clínica Las Condes. Cuando ingresé a CLC hace muchos años, agradecida de la oportunidad de participar de este gran proyecto, pensé que había encontrado el lugar donde quería trabajar toda mi vida profesional”.
La siquiatra dijo que la noticia de la tercera dosis de la vacuna de Alejandro Gil, fue lo que gatilló su salida, que se sumó a la jefa de los Servicios Ambulatorios, Leticia Ortiz, que mantenía 15 años de experiencia en la clínica. Además la enfermera, Carla Garrido, fue despedida del recinto, luego que junto a Ortiz reunieron más antecedentes del caso y enviaron un informe a la encargada del Programa Nacional de Inmunizaciones.
“Estoy consternada y avergonzada con la noticia que se conoció el día de ayer. Parece que los límites éticos no son suficientes y el miedo ha hecho que la línea de lo tolerable se desplace con los días. CLC era gracias a los médicos y profesionales una clínica de excelencia, pero las decisiones que se han tomado en su interior contaminan nuestro trabajo y nuestro prestigio”, escribió la doctora en la que recordó a todos los médicos que han sufrido su “injusta salida de la institución”.
Viviana Herskovic asumió la representación de los médicos tras su intervención, el año pasado, en el conflicto que enfrentó a la administración con centenares de doctores por los pagos que exige la Clínica por el uso de su infraestructura. En ese conflicto, que terminó con alzas de cobros, César Barros negoció por los médicos. “Viviana fue el alma de esa negociación. Fue la que puso la cordura y la empatía y la que fue capaz de convencer a Gil de lograr un acuerdo”, dice Barros sobre el rol de Herskovic.
A través de un comunicado, los sindicatos de la clínica expresaron su respaldo a los trabajadores afectados y señalaron que “son los trabajadores y trabajadoras de la Clínica Las Condes quienes pagan las consecuencias por la adopción de medidas internas de la empresa empleadora que transgreden disposiciones sanitarias y laborales con total impunidad”.
Además agregaron que “las razones esgrimidas por la administración que explicarían el trato desigualitario de su alto directivo constituyen una ofensa a todos quienes laboran en este establecimiento de salud y a la comunidad en general”, e hicieron un llamado a estar en alerta ante las medidas que tome la administración.
La renuncia de Herskovic se suma a la de muchos otros profesionales que han sido despedidos o que han decidido dejar el recinto de salud privado en los últimos meses.
Cabe destacar que poco más de dos semanas, el presidente del directorio, dio una entrevista a El Mercurio, donde afirmó que había entablado una excelente relación con la recién renunciada doctora Herskovic, quien junto a la doctora Ximena Katz, eran quienes encabezaban el equipo médico de CLC, hasta este jueves. En palabras del propio Gil, “el equipo gerencial es extraordinariamente bueno y leal, estamos preocupados permanentemente de fortalecer las confianzas que deben tener nuestros médicos, porque esa confianza que reciban de nosotros es la que se transmite a nuestros pacientes, entregándoles la mejor atención”.
La gestión de Alejandro Gil en CLC
Alejandro Gil aterrizó en el cargo en diciembre de 2019, un mes después de que la sociedad Auguri, ligada a su pareja Cecilia Karlezi, tomara el control de Clínica Las Condes. Desde que llegó a ser el presidente del directorio, su gestión ha estado marcada por demandas laborales, denuncias contra el gobierno, querellas. Quienes defienden su actuar, miran los números. En el primer trimestre, la compañía obtuvo utilidades por $ 7.714 millones, frente a pérdidas por $ 2.602 millones en igual período de 2020 y una merma que en el año de la pandemia ascendió a $ 5.812 millones.
Además, la relación que ha tenido con los médicos del recinto no ha sido la mejor. De hecho, ha despedido a más de 20 facultativos, mientras que otra decena se han ido a trabajar a otras clínicas del sector oriente de la capital. Desde diciembre de 2019 a la fecha, ha habido tres directores médicos y cuatro gerentes generales.
“Gil tiene un estilo que implica judicializarlo todo, lo que ha provoca un amedrentamiento de los ambientes de trabajo”, dijo un doctor a Pulso hace un mes atrás.
Por otro lado, los juicios laborales que tiene la compañía subieron de 14 en diciembre a 27 en marzo de este año. Mientras que los juicios laborales avanzaron de 52 a 54 en el mismo periodo.
Otros flancos
La era de Alejandro Gil no solo ha estado marcada por conflictos con la plana médica, ya que Clínica Las Condes también ha tenido una pugna con el Estado. La compañía acusó al fisco de agravar su crisis financiera por no pagar atenciones médicas durante la pandemia.
En enero de este año, CLC dio a conocer a través de un hecho esencial que tomaría acciones legales en contra del Fisco por una deuda generada a raíz de la atención de pacientes con coronavirus, provenientes de Fonasa.
Esta no es la primera vez que CLC culpa al Estado de su compleja situación financiera. Lo hizo también el 25 de mayo de este año cuando contestó la demanda laboral de Hilda Silva Castillo, quien desde el 2 de mayo de 1983 se desempeñaba en el servicio de ginecología como secretaria.
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