Se espera que el mercado automovilístico se enfríe en medio de una escasez de vehículos en stock

FILE PHOTO: Cars are shown for sale with financing at a car lot in National City, California
Autos a la venta en un lote de autos en National City, California, Estados Unidos, 30 de junio del 2017. REUTERS/Mike Blake/File Photo

Es probable que los fabricantes de autos reporten una desaceleración del ritmo de ventas en los últimos meses en Estados Unidos, ya que los concesionarios tienen compradores listos, pero les falta inventario.


El número en disminución de vehículos en los inventarios de los concesionarios está amenazando con enfriar el vertiginoso ritmo de ventas del mercado estadounidense de autos en Estados Unidos.

Los analistas esperan que las ventas de autos nuevos caigan en junio respecto de los últimos meses, donde los compradores de autos registraron cifras casi récord, impulsados por el exceso de ahorro del hogar y la demanda acumulada de la pandemia. La mayoría de los fabricantes de autos tienen agendado este jueves para informar sobre los resultados de ventas en Estados Unidos de junio.

Los consumidores aún están buscando autos nuevos, según los concesionarios. Pero se ha hecho más difícil para la gente de ventas juntar a los compradores con los vehículos adecuados, debido a la falta de inventario causada por la escasez de chip de computadores que ha obstaculizado la producción desde el invierno.

“Realmente no tenemos suficientes autos para todos”, afirmó Joe Shaker, dueño de Shaker Automotive Group, que vende varias marcas en Connecticut y Massachusetts (Boston, Estados Unidos). Dijo que su tienda Ford posee más o menos el 14% de su inventario normal.

Se espera que las ventas de autos nuevos en la primera mitad del año alcancen alrededor de 8,3 millones de unidades, según un estimado de J.D.Power, lo que sería un 32% de aumento sobre el mismo período el año pasado y cerca de un 1% más que la primera mitad del 2019.

Pero la tasa de ventas se desaceleró considerablemente al final del segundo trimestre, colocándose bajo un ritmo de venta anualizado de 16 millones de vehículos, según estima J.D.Power. Eso es menos que en abril, cuando la industria estaba en ritmo para vender 19 millones de autos al año. La industria rastrea la tasa de ventas anuales como una manera de medir la fortaleza del mercado mes a mes porque extrae factores de temporadas.

Los analistas atribuyen la desaceleración al agotamiento del inventario de los concesionarios. Los concesionarios empezaron en junio con más o menos 1,5 millones de vehículos en sus lotes o en ruta para las tiendas, un 42% bajo el mismo período del 2020 y bajo un 23% del principio de mayo, según la firma de investigación Wards Intelligence. La disminuida selección está haciendo que los precios alcancen records alcistas.

El vehículo nuevo promedio vendido superó los US$40.000 por primera vez en junio, según un estimado de la firma de investigación J.D.Power, con los compradores de autos pagando rutinariamente sobre el precio rígido.

“Estamos en una total crisis de suministro desde más o menos junio del año pasado”, afirmó Tyson Jominy, analista automotriz para J.D.Power. “Mientras que tenemos una demanda muy, muy robusta entre algunos de los consumidores más ricos”.

Los consumidores están llenos de ahorros por los pagos de estímulo federal y por haber ahorrado dinero mientras se refugiaban durante la pandemia. Las tasas de interés permanecen en niveles históricamente bajos y los valores de los autos usados se han disparado, dando a los consumidores valores de intercambio más altos al comprar un vehículo nuevo.

Se espera que la inusual dinámica del mercado —inventarios de concesionarios vacíos, compradores ansiosos y precios vertiginosos— dure al menos hasta fin de año, dicen analistas y ejecutivos de automóviles. A pesar de la dinámica, muchos fabricantes de automóviles y grupos de concesionarios han reportado ganancias récord en los últimos meses, reforzadas por precios más fuertes y costos más bajos.

Bob Carter, jefe de ventas norteamericano de Toyota Motor Corp., dijo que la fuerte confianza del consumidor ayudó a la compañía a tener su mejor comienzo de año a pesar de tener que manejar una serie de problemas en la cadena de suministro.

“Tenemos muchos problemas, pero no tengo ninguna queja”, afirmó.

Toyota normalmente tendría aproximadamente 330.000 modelos de Toyota y Lexus en stock de concesionarios en junio. Se esperaba que los concesionarios terminaran el mes con alrededor de 70.000 vehículos disponibles, afirmó Carter.

Kurt McNeil, vicepresidente de operaciones de ventas de General Motors Co. en Estados Unidos, dijo que los concesionarios de GM tienen menos de una semana de suministro de vehículos deportivos utilitarios grandes (SUV), mientras que normalmente tendrían suficiente inventario para tres meses.

Afirmó que GM espera que la escasez de semiconductores se alivie, pero no ve que la situación en los lotes de los concesionarios mejore mucho antes de fin de año y espera que el inventario esté limitado hasta 2022.

“Hay tanta demanda que los vehículos simplemente se venderán” tan pronto como lleguen a los concesionarios, sentenció McNeil. “Simplemente vamos a estar drásticamente bajos en el futuro previsible”.

Las camionetas y los SUV, importantes generadores de ganancias para GM y sus rivales Ford Motor Co. y Stellantis NV, se han visto desproporcionadamente afectados por la escasez de chips, según datos de la firma de investigación LMC Automotive. Como resultado, las compañías de Detroit registraron una caída de las cuotas de mercado durante los primeros cinco meses del año, mientras que sus rivales Toyota, Honda Motor Co. y Hyundai Motor Co. ganaron, según LMC.

El miércoles, Ford dijo que la escasez de chips lo obligará a recortar la producción en más de media docena de fábricas estadounidenses en julio.

Los fabricantes de automóviles en general han dado prioridad a la producción de sus modelos más populares, mientras que los concesionarios han comenzado a asignar vehículos entrantes a los clientes en un intento de acelerar los envíos a sus tiendas.

Los precios más altos de los vehículos usados también están ayudando a impulsar las ventas de autos nuevos, dicen los analistas, porque los compradores están ansiosos por aprovechar el mayor valor de sus intercambios. Los precios de los vehículos usados en promedio aumentaron un 36% a mediados de junio respecto al año anterior, según la firma de subastas Manheim Inc.

El mercado de automóviles usados y la escasez de envíos de la fábrica han dejado a los concesionarios de automóviles buscando cómo alimentar sus lotes de vehículos usados.

Shaker dijo que el precio de venta de los vehículos nuevos ya no es su prioridad en las negociaciones. En cambio, le está diciendo a los vendedores que busquen clientes que tengan un vehículo usado que estén dispuestos a canjear.

“En este momento, es mucho más importante para nosotros venderle a alguien con un intercambio, porque necesitamos más vehículos para vender”, sentenció Shaker. “Cuando te estás quedando sin autos, un cliente que venda su auto al menos te da dos mordiscos a la manzana”.

—Ben Foldy contribuyó a este artículo.

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