Senado ratifica a Griffith-Jones para integrarse al consejo del Banco Central en reemplazo de Mario Marcel
Por unanimidad de los senadores presentes se aprobó el nombre propuesto por el gobierno en el cupo que dejó el ahora futuro ministro de Hacienda, Mario Marcel en el ente rector. La académica fue parte del Consejo Asesor Económico de Gabriel Boric. Por la mañana expuso ante la Comisión de Hacienda y entre sus principales mensajes dijo que "las autoridades económicas incluyendo el ente rector deben tratar de controlar la inflación, pero a la vez tratar de apoyar niveles de crecimiento, empleo e inversión adecuados".
Tal como se esperaba y sin sorpresas, el nombre de Stephany Griffith-Jones fue respaldado por unanimidad de los presentes en el Senado. De esta manera, la economista de 74 años y nacida en Praga se transformó en la nueva consejera del Banco Central por un período de cuatro años, en el cupo que dejó el ahora futuro ministro de Hacienda, Mario Marcel.
Los senadores valoraron la trayectoria de la economistas y el aporte que puede entregar al ente rector en el manejo de la política monetaria.
El primer paso para convertirse en la quinta integrante del ente rector la dio al exponer en la mañana ante la Comisión de Hacienda del Senado, donde entregó algunos lineamientos de su pensamiento económico, donde junto con anticipar que los años 2022 y 2023 serán complejos, destacó las ventajas de mantener la autonomía técnica que tiene hasta ahora el instituto emisor.
En su presentación, realizada vía telemática, Stephany Griffith-Jones dijo que “un sistema financiero estable favorece la ejecución de la política monetaria, ya que la trasmisión y la efectividad de ésta depende del buen funcionamiento del sistema financiero. A su vez el manejo adecuado de la política monetaria contribuye a la estabilidad macroeconómica lo que facilita cumplir el objetivo de estabilidad financiera”.
Mencionó que el dinamismo que tuvo la demanda interna por las medidas para hacer frente a la crisis llevó a que el crecimiento de Chile en 2021 fuera uno de los más elevados del mundo, provocando que la economía esté operando “muy por sobre su capacidad” de corto plazo, lo que ha hecho que se “exacerben las presiones de costos acumulados. Reflejo de aquello es el alto déficit de la cuenta corriente”.
Eso mismo, argumentó la economista, ha provocado que la inflación anual esté en niveles no vistos en una década. “Estos factores pueden seguir acentuados por la actual invasión de Rusia a Ucrania, es difícil de prever todavía, porque eventualmente el conflicto podría llevar a menor crecimiento en la economía europea, generando más inflación y menor crecimiento”.
Años complejos
Griffith-Jones, que formó parte desde un comienzo del Consejo Asesor Económico del presidente electo, Gabriel Boric, anticipó que los próximos dos años serán complejos en términos macroeconómicos y que, por ello, la política monetaria tiene que buscar un equilibrio para no afectar la economía real.
“La política fiscal y monetaria están ayudando a que la demanda efectiva sea consistente con la capacidad productiva del país. Por supuesto la política monetaria debe evitar efectos negativos sobre la economía real como podría ser encarecer excesivamente los costos de los créditos”, puntualizó.
En ese mismo contexto, subrayó que en 2022 y 2023 habrá un manejo macroeconómico difícil. Las autoridades económicas, incluyendo el Banco Central, tienen que tratar de controlar la inflación y a la vez tratar de apoyar niveles de crecimiento, empleo e inversión adecuados”.
No obstante, enfatizó que “si se mantienen los equilibrios macroeconómicos, y se hacen buenas políticas económicas, se sentarían las bases para un crecimiento más rápido e inclusivo basado en las grandes oportunidades que Chile tiene en el litio, hidrogeno verde y fuete (por el alto precio) del cobre. Vinculados a las necesidades de producción verde”.
Autonomía del Banco Central
Consultada por los senadores sobre el debate que se está dando en la Convención Constitucional sobre la autonomía del Banco Central, la economista afirmó que el ente rector es una entidad del Estado y tiene que ser respetuoso del proceso que está en desarrollo. No obstante, acotó que mirando las diversas iniciativas constituyentes que se han propuesto “en una gran mayoría se rescata la relevancia del rol técnico de un Banco Central autónomo. Eso es una cosa buena, el mantener la independencia y la relevancia del rol técnico”.
Resaltó que el mandato que tiene le Banco Central que es la estabilidad de precios y financiera incluye por supuesto considerar más en general la dinámica del ciclo económico del crecimiento y empleo.
Su trayectoria
Griffith-Jones es actualmente directora de mercados financieros en Initiative for Policy en la Universidad de Columbia en Nueva York y es miembro asociado del Instituto de Desarrollo de Ultramar. Anteriormente fue profesora en el Instituto de Estudios de Desarrollo de la Universidad de Sussex.
Nació en Praga en 1947, pero tempranamente su familia se trasladó a Chile. Su educación básica y media la estudió en el Santiago College y luego Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile. Todo esto antes del golpe militar de 1973. Tiene un PhD en Economía en la Universidad de Cambridge.
Sus conocidos mencionan que tiene cercanía con algunos economistas de centro izquierda, entre ellos Ricardo Ffrench-Davis, con quien escribió un documento sobre cómo América Latina podría frenar y manejar los volátiles flujos de capital. También tiene cercanía con Joseph Ramos, Carlos Massad, Roberto Zahler y Alejandro Foxley.
Para ella, el Banco Central no es una institución lejana. Trabajó ahí entre 1970 y 1972 y luego a principios de la década del 90.
Es una economista especializada en finanzas internacionales y desarrollo, con énfasis en la reforma del sistema financiero internacional, específicamente en relación con la regulación financiera, la gobernanza global y los flujos internacionales de capital
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