Fueron dos semanas intensas y exactas las que transcurrieron desde que el gobierno ingresó las indicaciones a la reforma de pensiones el miércoles 15 de enero, y hasta que el proyecto fue completamente despachado del Congreso el pasado miércoles 29 de enero. Ahora está a un paso de convertirse en ley, dado que previo a su publicación en el Diario Oficial, falta el control preventivo del Tribunal Constitucional.

Dada la rapidez con la que se tramitó la iniciativa luego de las indicaciones que ingresó el gobierno y que cambiaron el proyecto casi por completo, algunas modificaciones han pasado desapercibidas. Una de ellas es: ¿Qué pasó con el alza del tope imponible que proponía el proyecto?

Actualmente existen dos topes imponibles en Chile en cuanto a las cotizaciones para seguridad social: uno que se usa para el seguro de cesantía, y otro que se utiliza para todo el resto, partiendo por las pensiones, pero también para otras materias como salud. En la reforma previsional, el gobierno buscaba subir este último, igualándolo al que se usa para el seguro de cesantía, es decir, desde las actuales UF87,8 (unos $3.370.000) a UF131,8 (aproximadamente $5.059.390). Eso, con una gradualidad de cinco años.

Sin embargo, el proyecto que aprobó el Congreso finalmente no considera un aumento del tope imponible. Eso significa que seguirán existiendo esos dos topes imponibles mencionados anteriormente.

¿Por qué no se incluyó? Dos personas que siguieron de cerca la negociación, señalan que en realidad no se incluyó por prudencia. Dado que ya se está aumentando la cotización adicional en un 7%, y que para las empresas asumir ese costo va a significar un esfuerzo importante, estimaron que no parecía el momento oportuno impulsar algo de este tipo, que implica una baja de remuneraciones líquidas para los sueldos sobre las 87,8 UF. Además, la idea es seguir incentivando el APV en esos segmentos, puntualiza una de esas personas. Si bien es un tema que estiman que se debe abordar, luego de largas conversaciones concluyeron que no era el momento para dar ese paso aún.

“No hubo acuerdo. Los detractores de esta medida no se atrevieron a elevar el tope imponible y con ello afectar los ingresos de aquellas personas. Con esto buscábamos mejorar las pensiones de la clase media, pero no se entendió así, y no se incluyó porque no hubo mayoría para poder aprobarlo”, afirma el senador Gastón Saavedra (PS), integrante de la Comisión de Trabajo en la que el gobierno logró un acuerdo con Chile Vamos para destrabar el proyecto y conseguir su aprobación.

Una de las conclusiones a las que llegó la mesa técnica en su primer informe, era que son más bajas las tasas de reemplazo de las personas que están en los quintiles de mayores ingresos. Y según comunicó en su momento el gobierno, esto se produce en gran medida porque en el país se cotiza por un tope imponible.

Cuando en agosto de 2024 el gobierno presentó esta propuesta a los senadores de la Comisión de Trabajo, no se votó esta medida de manera ad-referéndum, ya que surgieron varias dudas de los senadores. “¿Qué pasa en materia de salud con esto? Porque hasta donde yo entiendo, si sube (el tope imponible) a $4,7 millones, quiere decir que lo que habría que pagar del 7% en salud, son $330 mil, y hoy día es $210 mil (para ese sueldo de $4,7 millones). Antes, eso no era tan relevante, porque uno podía mantener el plan y lo otro eran excedentes, pero con la nueva norma eso se cambia (pues ya no hay excedentes)”, planteó el senador Juan Antonio Coloma (UDI) en esa ocasión.

En ese momento, ministro de Hacienda, Mario Marcel, respondió que el aumento del tope imponible en salud también significa que aumentan los beneficios por el lado de licencias médicas. Además, recordó que al menos en isapres, hay personas que cotizan más que el 7%. “Por lo tanto, el efecto neto, en el caso de esos afiliados, probablemente sería considerablemente menor, porque en el fondo, el aumento del tope imponible, lo que haría sería absorber una parte importante de la mayor cotización por sobre el 7% que está recargando el seguro de isapre”, puntualizó.

El senador Coloma coincidió en que hay que subir el tope imponible en pensiones, precisamente porque el diagnóstico muestra bajas tasas de reemplazo en segmentos medios. Pero también preguntó en esa ocasión, si es que se podría desacoplar el alza del tope imponible en pensiones versus el de salud.

En ese momento, el Ejecutivo se abrió a revisar que este aumento del tope imponible no aplique sobre la cotización del 7% en salud. Marcel manifestó que legislativamente “es posible separar salud de pensiones, quizás en parte, porque al mismo tiempo, el otro efecto que tiene esto es sobre el valor de las licencias, sabemos que en SIL tenemos un tema con el volumen, la forma en que se están usando las licencias, entonces a lo mejor por esa sola razón valdría la pena separar”. Coloma contestó: “Encuentro que es muy importante lo que ha dicho ministro, porque eso nos podría abrir un espacio grande”.

Sin embargo, el tema del tope imponible no se volvió a debatir en dicha instancia. Y finalmente no fue incorporado en las indicaciones que presentó el gobierno en consenso con Chile Vamos.

A junio de 2024 había 416.448 personas que cotizaban por el tope imponible en pensiones, lo que equivale a 7,3% de los cotizantes de AFP que hubo ese mes (5.712.389). Pero quienes estaban entre el tope imponible de pensiones y del seguro de cesantía, eran 356.202 personas, esto es el 7% del total de cotizantes del seguro de cesantía en marzo (5.083.291).