Un recorte de tasas en septiembre metería a la Fed en una brutal campaña electoral

U.S. Federal Reserve Chair Jerome Powell holds a press conference following a two-day meeting of the Federal Open Market Committee on interest rate policy in Washington
Un recorte de tasas en septiembre metería a la Fed en una brutal campaña electoral. En la foto: Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal. Foto de REUTERS/Kevin Mohatt.

Es probable que la Reserva Federal moleste a republicanos o demócratas haga lo que haga, pero los cambios de política en años electorales no son inusuales.


Al abrir la puerta a un recorte de las tasas de interés en septiembre, la Reserva Federal (Fed) entra en colisión con las elecciones presidenciales.

Para un banco central que aspira juiciosamente a mantenerse al margen de la política partidista, enfrentarse a un posible cambio de política monetaria en época electoral supone perder. Un recorte de tasas antes de las elecciones podría irritar a los republicanos y al expresidente Donald Trump, pero demorar una reducción necesaria podría socavar la economía y molestar a los demócratas.

Republican presidential nominee and former U.S. President Donald Trump holds a campaign rally in Harrisburg
Un recorte de tasas en septiembre metería a la Fed en una brutal campaña electoral

La incómoda óptica da un incentivo adicional para que los funcionarios del banco central en las próximas semanas expliquen el razonamiento detrás de cualquier secuencia de reducciones de tasas que podría iniciarse en la próxima reunión de la Fed, a mediados de septiembre.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, continuó el miércoles con un largo esfuerzo por sentar esas bases, cuando dijo que su atención estaba puesta directamente en garantizar que la Fed pudiera reducir la inflación y, al mismo tiempo, evitar que las subidas de tasas anteriores inclinaran la economía hacia la recesión.

“Nuestra atención se centra estrictamente en eso”, comentó Powell.

Rechazó enérgicamente las acusaciones de que la Reserva Federal se vea influida por la política. “Nunca utilizamos nuestras herramientas para apoyar u oponernos a un partido político, a un político o a cualquier resultado político”, aseguró Powell. “Cualquier cosa que hagamos antes, durante o después de las elecciones se basará en los datos, las perspectivas y el equilibrio de riesgos, y no en otra cosa”.

La Fed subió las tasas desde casi cero hace dos años y rápidamente encadenó el intervalo más rápido de subidas de tipos de interés desde principios de la década de 1980 para combatir la inflación. Los funcionarios subieron por última vez sus tasas de interés de referencia a corto plazo en julio de 2023 a alrededor del 5,3%, un máximo de dos décadas.

Las subidas de tasas han coincidido con notables descensos de la inflación, que cayó al 2,5% en junio desde el 7,1% de dos años antes, utilizando el indicador preferido de la Fed. El objetivo de la Reserva Federal es una inflación del 2%.

U.S. Federal Reserve Chair Jerome Powell holds a press conference following a two-day meeting of the Federal Open Market Committee on interest rate policy in Washington
Un recorte de tasas en septiembre metería a la Fed en una brutal campaña electoral

Dado que las acciones de la Reserva Federal pueden alterar los resultados económicos, también pueden tener indirectamente importantes consecuencias políticas. Los modelos económicos indican que, dado que los inversionistas en renta fija ya esperan al menos dos y posiblemente tres recortes de tasas este año, la reunión exacta en la que el banco central recorte los tipos de interés debería tener poco efecto inmediato en el mercado laboral, el crecimiento y la inflación.

Pero los consumidores endeudados con tarjetas de crédito y las empresas que dependen de la deuda a corto plazo no se beneficiarán hasta que la Reserva Federal recorte las tasas. Además, estos cambios de política monetaria son simbólicamente importantes y podrían estimular la confianza de los consumidores. Además, dado que los mercados esperan una baja de tasas en septiembre, los costos de los préstamos podrían aumentar y otras condiciones financieras podrían endurecerse si la Reserva Federal no lo hiciera.

Los republicanos suben la tensión

En una entrevista con Bloomberg Businessweek en junio, Trump comentó que la actual fijación de tasas de la Fed es “muy dura” para la economía, pero que pasar a tasas más bajas antes de las elecciones es algo que los funcionarios del banco central “saben que no deberían estar haciendo”.

Los aliados de Trump han señalado que aumentarán la presión política sobre Powell si sigue adelante con un recorte de tasas en septiembre. Temen que pueda impulsar el sentimiento y dar a los demócratas un tema de conversación triunfante sobre la economía.

“Tendría un impacto mínimo si esperaran hasta noviembre, después de que hayan pasado las elecciones”, dijo Michael Faulkender, economista del Departamento del Tesoro durante el gobierno de Trump.

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Un recorte de tasas en septiembre metería a la Fed en una brutal campaña electoral

La próxima reunión de la Fed es el 17 y 18 de septiembre, y la siguiente está programada para comenzar el día después de las elecciones del 5 de noviembre.

Faulkender, que ahora es economista jefe del America First Policy Institute, un think tank pro Trump, aseguró que iniciar una campaña de reducción de tasas antes de las elecciones empañaría la credibilidad de la Fed.

Aunque Trump acumule críticas a la Reserva Federal por recortar las tasas en septiembre, algunos republicanos dicen que cualquier belicosidad debería desvanecerse si es elegido, porque querrá que la economía sea fuerte.

“Hay un buen argumento de que Trump perdonará rápidamente a la Fed... si gana, y de hecho se alegrará de que se hayan comprometido a recortar las tasas justo cuando él llega al cargo”, manifestó Marc Sumerlin, exasesor económico del presidente George W. Bush.

Una medicina con mal sabor

Hace tres años, muchos demócratas que intentaban aprobar ambiciosos programas de gasto público en el Capitolio predijeron que el estallido inicial de los altos precios -que suponía una amenaza mortal para esa agenda legislativa- se desvanecería por sí solo.

Ahora, algunos han expresado su alarma ante la posibilidad de que la campaña presidencial de la vicepresidenta Kamala Harris no se beneficie de la desaceleración de la inflación que se ha producido recientemente, porque la medicina de la Reserva Federal en materia de tasas de interés ha sido tan desagradable como las presiones sobre los precios que ha intentado acorralar.

Las tasas más altas han encarecido la compra de bienes de gran valor, como autos y casas, que suelen adquirirse con deuda. “Realmente ha puesto fuera de alcance artículos que serían asequibles, dadas las ganancias salariales que los trabajadores estadounidenses han visto en el transcurso de esta recuperación”, dijo Kitty Richards, quien supervisó el gasto de estímulo en el Departamento del Tesoro de 2021 a 2022.

Exfuncionarios del gobierno de Biden y algunos exfuncionarios de la Fed han argumentado en las últimas semanas que la Fed debería recortar los tipos ahora para evitar cualquier debilidad innecesaria en la economía y maximizar las probabilidades de un elusivo aterrizaje suave.

“La política fiscal y monetaria ha funcionado para crear una recuperación extraordinariamente fuerte. La línea de meta está a la vista, y sería trágico... que la Reserva Federal tropezara y cayera a falta 160 metros para el final del maratón”, advirtió Bharat Ramamurti, exasesor económico de la Casa Blanca.

En una carta en la que instaban a Powell a bajar los tipos el miércoles, tres senadores demócratas, entre ellos la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, afirmaron que, dado que las tasas son innecesariamente altas, no bajarlas equivaldría a “sucumbir a las amenazas políticas” de los republicanos.

U.S. Vice President Harris departs Houston
Un recorte de tasas en septiembre metería a la Fed en una brutal campaña electoral

Los cambios cerca de las elecciones no son inusuales

Los funcionarios de la Fed dicen que tener en cuenta el calendario electoral comprometería, perversamente, su enfoque apolítico. “Creemos que el Congreso nos ha ordenado que llevemos a cabo nuestra labor de forma apolítica en todo momento, no sólo parte del tiempo”, comunicó Powell el miércoles.

Debido a que la inflación ha bajado un poco más rápido de lo que los funcionarios anticiparon en su reunión de junio, mientras que la tasa de desempleo se arrastra más alto, la Fed tiene un fuerte argumento para recortar las tasas pronto, sostuvo Eric Rosengren, quien fue presidente de la Fed de Boston desde 2007 hasta 2021.

“Si creen que la política monetaria será demasiado restrictiva a finales de año, deberían relajarla”, indicó. “Es una acción política evitar tomar lo que crees que es la política monetaria apropiada”, agregó.

La historia demuestra que no es inusual que la Reserva Federal realice cambios de política monetaria en torno a unas elecciones:

  • El banco central recortó las tasas medio punto porcentual en julio de 1992, y luego un cuarto de punto en septiembre, cuando la economía luchaba por recuperarse de una recesión. El recorte de julio se produjo días después de que el presidente George H.W. Bush, que aspiraba a la reelección, pidiera tasas más bajas (Bush perdió y, años después, culpó al entonces presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, de mantener los tasas demasiado altas).
  • En mayo de 2000, la Reserva Federal subió las tasas a su nivel más alto en nueve años y las mantuvo así hasta enero de 2001, cuando empezó a bajarlas rápidamente.
  • La Fed empezó a subir las tasas en junio de 2004 y lo hizo en todas las reuniones posteriores mientras el presidente George W. Bush se enfrentaba a una ajustada batalla por la reelección.
  • La Fed bajó las tasas a lo largo de 2008, cuando la desaceleración del mercado inmobiliario desencadenó una grave crisis financiera en las semanas previas a las elecciones.
  • En septiembre de 2012, los funcionarios lanzaron un polémico y novedoso programa de estímulo de compra de bonos mientras el presidente Barack Obama buscaba la reelección.
  • En septiembre de 2020, la Fed hizo audaces promesas de mantener las tasas en un nivel bajo después de que la economía saliera de la pandemia, entre temores de que el banco central se quedara sin munición.

“En toda mi experiencia, la forma en que la Fed ha abordado esto es mantener la cabeza baja, pensar en cuáles eran las políticas correctas, y cuando necesitaron hacer ajustes, hicieron lo que era necesario”, aseguró Charles Evans, quien como economista senior y luego presidente de la Fed de Chicago asistió a las reuniones de fijación de tasas entre 1995 y 2022.

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