No sólo el dólar y la Bolsa de Santiago han reaccionado a la abrupta baja de 50 puntos base que anunció el viernes pasado el Banco Central para la Tasa de Política Monetaria (TPM). Y es que las tasas largas también se están moviendo.

La caída más pronunciada la registran los bonos del Banco Central en UF a 10 años, los cuales bajaron desde 0,93% a 0,4%, mientras que el BCU a 5 años cayó desde 0,42% a 0,1%. En ambos casos es su menor nivel histórico.

El BCU a 2 años, en tanto, subió desde el mínimo histórico (2008) que registró el viernes, pasando desde 0,06%, a 0,07%.

"Los bonos benchmark más líquidos notaron un mayor impacto. Y se explica por el doble efecto del arrastre de los papeles nominales (bonos en pesos) y por la mayor demanda de los papeles en UF producto de la mayor expectativa de inflación que actualizó el Banco Central", comenta Antonio Moncado, economista de BCI.

Una tendencia similar vieron los papeles nominales de corto plazo, pero Moncado estima que, por fundamentos, la curva en pesos debiera tender a empinarse, por lo tanto, habría una presión al alza en las tasas.

No sólo los bonos indexados a la inflación han caído, también lo ha hecho el costo de fondo de los bancos en pesos, principalmente en los plazos más largos. Es más, registraron su mayor caída diaria desde que hay registro, por lejos.

Esto, considerando que la TAB nominal a 30 días alcanzó su  menor nivel desde octubre de 2018 tras caer a 2,67%. La TAB nomianl a 90 días, en tanto, bajó a su menor nivel desde septiembre de 2018, llegando a 2,74%. Por su parte, la TAB nominal a 180 días disminuyó a 2,92%, su nivel más bajo desde agosto de 2018.

Pero la TAB que casi tocó su mínimo histórico fue la nominal de 360 días, ya que descendió a 3,04%, sólo superada por el piso de 3,03% que marcó en junio de 2017. Por otro lado, la TAB en UF a 360 días anotó su menor nivel desde agosto de 2018 tras caer a 0,25%.