El desacople del IPSA
En Chile la caída en precios de la celulosa y litio han tenido un impacto negativo sobre la Bolsa.
Desde comienzos de año, se han ido disipando los temores de una desaceleración abrupta de las economías globales. China muestra señales de reactivación gracias a programas de estímulo fiscal para aminorar los efectos de la guerra comercial. Mientras que en EE.UU. las noticias económicas en el margen han mejorado y la Reserva Federal da signos de una reducción más gradual del estímulo monetario. Lo anterior ha tenido un efecto de dulce y de agraz, porque mientras el MSCI global muestra un rally de 15% en el año, nuestro IPSA contrasta con apenas 1% en igual período. De hecho, en términos de rendimiento acumulado, Chile ocupa el lugar 74 de los 100 principales índices accionarios en el mundo. ¿Es normal este desacople? No para un mercado pequeño como Chile. De hecho, lo usual es que el IPSA mantenga un comportamiento similar al de los mercados globales.
El sospechoso de siempre son las utilidades, donde hemos visto una corrección a la baja en las expectativas para 2019 de 9% en los últimos seis meses. Sin embargo, esta historia se ha repetido en gran parte de los países, por lo que no sería la principal causa. Por ejemplo, el MSCI Emergente ha visto una rebaja en la estimación de utilidades desde 12% a/a hasta -1% en el mismo periodo, mientras que el índice ha rentado 13%.
Descartadas las utilidades, quedan dos sospechosos. El primero es la composición del IPSA. En otros mercados los sectores que más han rentado han sido energía, tecnología e industrial, que prácticamente no existen en el índice selectivo. Por el contrario, en Chile la caída en precios de la celulosa y litio han tenido un impacto negativo sobre la Bolsa. En segundo lugar, está el aumento de capital de Enel Américas, la apertura a bolsa de los centros comerciales de Cencosud y la venta de una parte de Andina por parte de Coca-Cola. Hay que remontarse a 2013 para encontrar una partida de año tan pesada para la bolsa local, ya que gran parte de esto se financia con venta en otros papeles.
Pese a lo anterior, es mejor mirar el vaso medio lleno. Nuestro modelo "top down", donde proyectamos el IPSA utilizando exclusivamente el comportamiento de activos de riesgo globales (como S&P 500, Bovespa, precio del cobre, bonos del tesoro de EE.UU., etc.), muestra que nuestro índice debería estar más cerca de los 5.800 puntos (vs. los actuales 5.170 puntos), siendo esta la desviación más grande con respecto al modelo desde octubre de 2009. Por otro lado, el indicador "Earning Yield Gap", que compara el atractivo de la renta variable con la renta fija, y considera la corrección a la baja en utilidades, muestra que el IPSA está a su nivel más atractivo desde 2016. Con todas las pruebas sobre la mesa, pareciera que el nivel actual del IPSA es un buen punto de entrada para invertir (diversificadamente) en nuestra bolsa local.
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