Diez años de bull market: ¿Se acerca un abrupto fin?
Las acciones de Estados Unidos se encuentran en niveles récord mientras que el mercado alcista sigue haciendo historia.
En marzo pasado, la Bolsa de Nueva York celebró el décimo cumpleaños del bull market, con el S&P500 Total Return –índice que incluye dividendos- rentando 392%, un nivel nunca antes visto.
Sin embargo, mientras Wall Street está de fiesta, el fantasma de la crisis subprime tensiona el ánimo de los inversionistas.
"Los temores de recesión o de un bear market han sido endémicos desde que comenzó este mercado alcista", dijo en una carta enviada a sus clientes Bill Miller, gerente de inversiones de Miller Value Partners, fondo que cuenta con US$2,3 trillones bajo administración.
En concreto, bull market se refiere a un mercado que luego de caer más de 20% comienza una recuperación que se interrumpe con un nuevo desplome de 20%.
"Esto es lo que hemos visto desde 2009, un mercado que retrocedió significativamente hace 10 años y que no ha vuelto a caer en magnitudes importantes desde esa fecha", señala Cristian Mucherl, LatAm Fixed Income head de BBVA.
Para explicar el histórico desempeño que apunta el S&P500 Total Return desde marzo de 2009 hasta la fecha, Mucherl destaca que las tasas bajas a nivel global ha sido un factor primordial para el atractivo del índice, a lo que se suman "los programas de compras de activos de Bancos Centrales, profundizando esta tendencia", dice el analista.
En junio de 2007, la Tasa de Política Monetaria de la Reserva Federal se ubicaba en 5,25% y para finales del año 2008, el Comité Federal de Mercado Abierto recortó el costo del crédito a 0,25%.
Como medida de estímulo tras la crisis financiera, la Fed mantuvo sin cambios la tasa por casi una década, para elevar la TPM a 0,50% en diciembre de 2015.
John Spallanzani, de Miller Value Partners, agrega este histórico bull market se explica también por las bajas presiones inflacionarias derivadas de los miles de millones de dólares bombeados por los bancos centrales y los avances tecnológicos.
¿Se acerca un abrupto fin?
En la carta enviada a sus clientes, Bill Miller es enfático: "¿Qué está pasando ahora? La economía está en una larga expansión que no muestra señales de un fin".
Miller atribuye el nerviosismo sobre una abrupta caída de los mercados a la crisis financiera que golpeó al mundo en 2008.
"Fue tan devastadora financiera y emocionalmente que dejó al inversionista, ya sea individual o institucional, fóbico y volátil, decidido a evitar una repetición de esa catástrofe y posteriormente condenado a dejar mucho dinero sobre la mesa, en la búsqueda de seguridad", dice la nota.
Para justificar su visión de que este bull market está lejos de terminar, Miller destaca que el PIB de Estados Unidos, las ganancias corporativas, los flujos de efectivo y el patrimonio neto de los hogares están en máximos históricos.
"Generalmente, cuando los datos económicos son positivos, las acciones alcanzan máximos históricos", agrega Miller.
La directora de Renta Variable de Bloomberg Intelligence, Gina Martins explica que las ganancias de este ciclo no son únicas ni notables. "Es solo un mercado alcista. Pero un mercado alcista bastante común", dice.
En esa línea, agrega que es importante recordar las fuertes correcciones que se han registrado en medio de este bull market.
"Tuvimos una corrección de casi 20% en 2011 y 2018 y una corrección de 15% en 2015-2016, todas las cuales podrían considerarse correcciones de "mercado bajista" dentro de los mercados alcistas seculares", dice Martins.
En ese sentido, destaca que la evidencia histórica sugiere que este bull market aún no ha desarrollado características verdaderamente extraordinarias.
"Mientras que las acciones de S&P 500 se han duplicado desde finales de 2012, estas ganancias palidecen en comparación con el aumento de 200% en los últimos años de la década del 90, o frente a las ganancias de 240% de finales de la década de 1920", agrega.
En un artículo de Bloomberg Intelligence, Martins explica que el comportamiento de los precios no sugiere que las acciones de EEUU se encuentren al final de un patrón de tope.
"Esto significa que no es probable que estemos cerca de una caída. Las acciones siempre son propensas a episodios de volatilidad, pero parece improbable que se produzca un desplome desde niveles máximos, que usualmente termina en un colapso masivo", concluye Martins.
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