Emirates, la mayor aerolínea de largo alcance del mundo, revisa su red de rutas en momentos en que enfrenta la desaceleración del crecimiento económico y el ocaso del superjumbo A380, avión que ha sido la piedra angular de su pensamiento estratégico durante casi dos décadas.

La firma de Dubái ha pasado los últimos nueve meses estudiando la red para establecer el perfil de ruta óptimo tanto para la empresa como para el reino del jeque y ahora está cerca del final de ese ejercicio, señaló el lunes su presidente, Tim Clark, en la convención Arabian Travel Market.

Después de establecer a Dubái como el principal enlace para vuelos que conectan ciudades de todo el mundo, a Emirates le resulta más difícil encontrar nuevas rutas rentables, especialmente por la lentitud de las economías del Golfo Pérsico, que incide en los márgenes. Asimismo, la aerolínea estatal no pudo convencer a Airbus para actualizar el A380, con lo cual se vio obligada a comprar aviones más pequeños.

"No hemos estado creciendo al ritmo que solíamos hacerlo debido a problemas geopolíticos en la región y en otras partes", argumentó Clark. "Pero eso nos ha dado tiempo para hacer un balance de cómo se verá la red dentro de cinco a diez años".

Emirates eliminó el A380 de sus planes a largo plazo luego de que Airbus y la fabricante de motores Rolls-Royce declinaran invertir en la aeronave, dejando la opción de comprar "el mismo avión" o alejarse, explicó Clark.

La aerolínea resolvió en febrero comprar 70 A330neo y A350 de fuselaje ancho y reducir sus pedidos del A380 de 53 a 14. Los aviones de dos motores facilitarán el ahorro de combustible, pero llevarán a menos personas, lo que complicará el modelo operativo de Emirates, que se basa en oleadas de salidas masivas sincronizadas para maximizar el alcance de las transferencias entre vuelos.