Schroders apuesta por una mayor debilidad del dólar a nivel global
“Algunos inversionistas interpretan la reciente estabilidad como una señal de que la racha bajista está llegando a su fin. Creemos que quienes esperan una reversión se llevarán una decepción”, dice la gestora de activos británica.
El dólar ha recuperado terreno en el inicio de año luego de la fuerte caída apuntada en 2020, lo cual mantiene en el alerta al mercado respecto al rumbo que podría tomar la divisa norteamericana. En esa línea, Schroders sostiene que el reciente rebote no debiera confundirse con un cambio en la tendencia.
El dollar index -índice que agrupa al dólar frente a las seis principales divisas del mundo- sufrió una caída de 6,7% el año pasado, mientras que en el inicio de 2020 acumula alza de 0,68%.
Dicho repunte levanta dudas entre los inversionistas, quienes cuestionan si la debilidad del dólar habría llegado a su fin.
“Creemos que quienes esperan una reversión (de la racha bajista del dólar) se llevarán una decepción”, dice el head de Estrategia Global de EMD en Schroders, James Barrineau.
Para justificar su visión, Barrineau compara el desempeño que tuvo el dollar index en 2002, cuando la divisa norteamericana entró en terreno de corrección al acumular una caída de 13,4%. (Ver gráfico)
“Debemos remontarnos al año 2002 en que había un dólar sostenido en un mercado a la baja. En ese período, el primer movimiento ocurrió luego de una caída de más de 13,4% en siete meses. La reciente caída ha sido casi idéntica, y se ha mantenido en un período un poco más prolongado. Es probable que las operaciones cortas en dólares se haya extendido demasiado, por lo que el reciente rebote no debe confundirse con un cambio fundamental. En 2002, esa recuperación fue de alrededor del 4%; hoy ha rondado el 2% hasta la fecha”, explica Barrineau.
En ese sentido, Barrineau agrega que el deterioro del twin deficit (déficit fiscal y de cuenta corriente) aún se mantiene, al tiempo en que los bancos centrales se inclinan por continuar con las políticas de estímulos monetarios.
“Por lo tanto, drivers fundamentales para una reversa significativa parecieran ser escasos”, dice Barrineau .
El deterioro de la balanza comercial de Estados Unidos es otro factor que explica la visión del head de Estrategia Global de EMD de Schroders, pues actualmente se ubica en niveles cercanos a los apuntados en la década de 2000, cuando el dólar marcó mínimos. (Ver gráfico)
“La combinación de estos factores fundamentales y movimientos de precios similares sugieren que es más probable que cualquier reversión en la debilidad del dólar se deban a movimientos de corta duración. El reciente discurso de la Fed ha suscitado la idea de que la Fed podría reducir el crecimiento de su balance mientras mantiene las tasas en cero. Dada la experiencia de 2013 de un alza del dólar, tal movimiento provocaría una reconsideración. Sin embargo, dada la continua debilidad del empleo y el lento lanzamiento de las vacunas, probablemente estemos a meses de contemplar tal cambio”, concluye Barrineau.
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