Arturo Valenzuela: "Si Obama cometió un error fue no asegurarse de que reeligieran a los demócratas en el congreso"
Sin mucho optimismo respecto del futuro de EEUU con Latinoamérica está el politólogo chileno-estadounidense Arturo Valenzuela, quien apoyó la campaña de Hillary Clinton. Es el chileno que más alto ha llegado en la carrera política estadounidense, luego de ocupar por dos años (2009-2011) el cargo de subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, durante el primer Gobierno de Barack Obama. También trabajó en la administración de Bill Clinton.
Hoy es profesor emérito de la Universidad de Georgetown, y trabaja en el estudio de abogados Covington & Burling, codo a codo con el ex fiscal general Eric Holder, una figura demócrata prominente y muy cercano a Obama. Valenzuela llega hoy a Chile y se queda en nuestro país justo hasta el día en que Donald Trump asuma la presidencia.
Trump ha dejado clara su intención de deshacer muchas de las políticas de Obama. ¿Cuál es su principal legado en riesgo, junto con Obamacare?
-Lo que está en riesgo fue un esfuerzo bastante significativo e importante y lo demostró el presidente Obama en su discurso de despedida, que fue un discurso profundo, y algo optimista en el sentido de que tiene confianza en los valores democráticos y constitucionales del país, pero al mismo tiempo, dijo que las cosas están en riesgo y animó a la gente a participar, diciendo que la democracia es de todos, y eso significa ir a votar. Esa es la esperanza de él, en contraste con la conferencia de prensa de Trump. Llegó un Trump agresivo, desordenado, lanzándose contra la prensa. Hasta cierto punto, el drama es si el país sigue la dirección reaccionaria de Trump o si va en la dirección que prometió Obama, de un país que sigue pese a diferencias importantes, viendo cómo trabajar juntos, etc.
¿Qué cree usted?
-En ese sentido, el legado de Obama será positivo. Porque en general la gente quiere eso. Recordemos que, pese a que no votó mucha gente, quienes votaron en su mayoría lo hicieron por Hillary Clinton y no por Trump, por una diferencia bastante grande. Sólo dos presidentes en la historia de EEUU, desde el siglo XIX, ganaron la presidencia con menos voto popular que Trump.
¿Cuáles son las políticas que buscará desmantelar más rápidamente?
-Tratará de hacer muchas cosas. De partida, quiere asegurarse de que haya más empleos industriales en EEUU, construir un muro, etc. A la larga esas cosas no le van a resultar bien, porque no tiene necesariamente el apoyo en el congreso. El Partido Republicano tiene mayoría en ambas cámaras, pero perdieron algo de la ventaja que tenían, y tienen diferencias muy profundas entre ellos. Por ejemplo, el libre comercio ha sido siempre una consigna importante del partido republicano. Incluso la crítica al libre comercio ha sido mucho más fuerte dentro del partido demócrata, en el ala de Bernie Sanders, que dentro del partido republicano. Por eso, va a ser difícil que por su propia cuenta logre cambiar toda la arquitectura del comercio internacional, aunque ese es su propósito.
¿Cuáles son sus expectativas con el gobierno de Trump en política y en relaciones internacionales y qué es lo que más nos podría afectar en Chile?
-Lo más problemático a nivel internacional es la relación con México, el tema migratorio y el tratado de comercio de América del Norte. Un 40% de todas las exportaciones de EEUU va a las Américas y un porcentaje importantísimo de eso va a Canadá y México, así que la interrupción de esto puede ser bastante problemática. En relación a Chile, la falta de interés en seguir con el TPP afecta a un país con apertura importante. Eso por el lado de los estándares y de las medidas que se han construido en el tiempo en cuanto a comercio internacional. Para Chile, que es un país muy abierto, es importante.
¿Cómo ve la futura relación de EEUU con Latinoamérica?
-Las grandes prioridades y las grandes controversias no se dan tanto con América Latina, sino con otras partes del mundo: hay una situación terriblemente compleja en Medio Oriente, está el drama de cómo se va a relacionar EEUU con la otra potencia mundial que ahora es China, donde Trump ha tomado una postura muy agresiva. Las grandes controversias seguirán girando alrededor de otros temas globales. Pero en relación a Latinoamérica, habrá que ver qué va a hacer el nuevo Gobierno con la crisis en Venezuela, qué va a hacer en temas de comercio internacional, si va a tratar de seguir viendo cómo construir una relación más profunda en temas de seguridad. Eso está por verse. Todavía no se ha nombrado al equipo.
¿Cuáles fueron los errores del Gobierno de Obama?
-Curiosamente en un comienzo se equivocó en pensar que podría tener mayor colaboración de los republicanos. Empezó tratando de ver si podía esperar un tiempo para llegar a ciertos consensos, pero se encontró rápidamente con que ellos no querían. Incluso el presidente del senado republicano dijo que quería que Obama fuera presidente sólo de un periodo electoral. Entonces no hubo ninguna disposición de ellos de colaborar con el Presidente. En ese momento, Obama tenía una mayoría en el Senado, a lo mejor si cometió un error, fue no asegurarse de que se reeligieran los demócratas en las elecciones parlamentarias, donde perdió la mayoría en la Cámara y en el Senado. Él no es un político nato en la parte electoral como lo fue Clinton, y a lo mejor podría haber hecho algo más.
¿Y en materia internacional?
-Es difícil criticar los temas internacionales, porque habría que concluir que EEUU por sí solo, con una sola decisión, podría revertir cosas graves que existen en el mundo por temas étnicos, nacionalismos que están surgiendo en todas partes, conflictos religiosos, etc. Este es un tema no sólo de EEUU. Estamos ante una crisis global que requiere cooperación y es difícil pensar que sólo un país por muy potente que sea pueda resolverlos. En ese sentido, hizo un esfuerzo que se queda corto, pero por razones estructurales importantes.
¿Dado que usted fue el brazo fuerte de Obama en América Latina, cómo evalúa ese período?
-Se revirtió en forma importante la desazón de unilateralismo del presidente Bush. Estaban Chile y México en el consejo de seguridad de la ONU cuando EEUU se va a guerra en Irak sin la aprobación de la segunda resolución de Naciones Unidas, y eso generó un distanciamiento importante de las relaciones de EEUU con América Latina, y le dio fuerza a la gente del Alba, a Hugo Chávez, etc. Lo que buscó Obama fue revertir eso, volver a un esfuerzo de trabajo conjunto en distintos temas. No ha sido fácil, pero hoy en día obviamente América está en una situación distinta a cuando el petróleo estaba muy alto, y se ve una mayor posibilidad de tener un diálogo con América Latina, pero con el Presidente Trump no se sabe qué ocurrirá. No veo un período fácil para la relación de EEUU con América Latina.
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