Asimet solicita al Banco Central aplicar política monetaria más expansiva

Una reducción en la tasa rectora con el propósito de ayudar a la reactivación de la economía solicitó al presidente del  Banco Central, Mario Marcel, el timonel de Asimet, Juan Carlos Martínez, en el primer encuentro de este año que el gremio industrial realiza mensualmente con altas autoridades públicas y del sector privado para analizar la marcha del país.

Juan Carlos Martínez señaló que si bien una rebaja de la tasa de interés no es una solución mágica para recuperar el crecimiento, "sí creemos que un poco más de estímulo monetario va a ayudar a que fluya un poco más el crédito, con ello también la inversión y un dólar más competitivo, factores que finalmente podrán echar a andar nuevamente los motores de nuestra economía".

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El dirigente señaló que como Asimet "nos asiste además el convencimiento que estos diálogos abiertos y francos son la mejor de las instancias para que quienes tienen responsabilidades públicas puedan conocer, también de primera fuente, la realidad de la empresa privada, sus inquietudes y aprensiones".

Durante su exposición subrayó que como gremio se han puesto un objetivo primordial y que es que se valore el aporte que realiza la empresa privada al desarrollo y crecimiento del país. Sostuvo que ello, "en una oleada que nos ha invadido en los últimos años se ha puesto en discusión, siendo que contamos con evidencia comprobable que fue justamente el aporte del sector privado el que nos permitió en las últimas décadas salir de las más radicales condiciones de pobreza a amplios sectores de nuestra población".

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Luego el timonel de los industriales metalúrgicos planteó su preocupación por lo que calificó como "nuevas y reiteradas amenazas a la iniciativa privada, y que en algunos lugares de nuestro país se ve virtualmente acorralada por un estado de Derecho que no funciona. Creo no ser alarmista ni exagerado si señalo que quienes residen y trabajan esforzadamente en la Región de La Araucanía trabajan hoy con riesgo de sus vidas", señaló.

Indicó que como Asimrt es fundamental retomar los lineamientos que hicieron que Chile destacara como uno de los países más desarrollados de América Latina, mediante el respeto a la propiedad privada, respeto al estado de Derecho y las leyes del mercado para terminar con la incertidumbre de reformas que solo han constituido un freno a la economía.

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Más adelante, Martínez también se refirió a los magros resultados de la economía chilena en los últimos años, "que desde un crecimiento entre un 4 a un 5% ha descendido a un 1 a 2% en el mejor de los casos, lo que a este ritmo no solo compromete el futuro de las siguientes generaciones, sino que estamos siendo sobrepasados por nuestros vecinos que, tras conocer de nuestra experiencia exitosa, la están replicando con sólidos fundamentos".

En este sentido, recordó que "Chile era visto como un ejemplo a seguir porque las reglas del  juego eran claras, un caldo de cultivo perfecto para que el PIB chileno se multiplicara varias veces en 40 años. Pero tras ello, y mediante un ciclo sucesivo de reformas mal diseñadas y peor ejecutadas, y que han sido de una amplitud mayor de la imaginable, los efectos se han hecho sentir descarnadamente", agregó.

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El dirigente empresarial hizo ver que los efectos han sido tan adversos que la inversión acumuló en 2016 tres años de caídas consecutivas.  "Chile alcanzó el año pasado la tasa de inversión más baja de los países de la Alianza del Pacífico (22,3% del PIB), y lejos de los registros que nuestra economía anotaba a mediados de los años 90, periodo en el que la tasa de inversión bordeaba el 28% del PIB".

Autonomía del Banco Central

Martínez hizo ver también la importancia que el Banco Central mantenga su autonomía en un año electoral y de crispación política. "No hay que ser ingenuos y pensar que dicha autonomía no está puesta hoy en tela de juicio: en el capítulo de una nueva Constitución del programa de la Nueva Mayoría en lo relativo al Banco Central decía, y leo textual: 'La ley establecerá la medida de la autonomía y de la configuración de sus competencias', lo que dicho en buen chileno no es más que el ánimo de algunos de limitar los espacios de autonomía del instituto emisor", afirmó.

En relación al sector industrial que representa hizo ver que no estuvo en 2016 ajeno a las vicisitudes nacionales. "Si bien se interrumpió un ciclo negativo, con un crecimiento de un 2,1%, y que rompió la tendencia negativa de tres años consecutivos con cifras en rojo, el sector se encuentra un 30,6% por debajo de los niveles de producción que llegó a tener en 2007, que fue el período de mayor actividad de nuestra industria", dijo.

Entre los factores apuntó que la menor actividad que ha tenido la industria minera -por factores exógenos y no solo internos-,  la construcción e infraestructura han sido causales que han impactado en el sector que tuvo un decrecimiento en el empleo de un 3%, lo que equivale a aproximadamente  5.100 puestos de trabajo.