Cómo la industria de aceites lubricantes se prepara para la Ley REP
Considerado uno de los productos prioritarios en la Ley de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), el mundo de los aceites lubricantes (usados principalmente para vehículos y minería) se enfrenta a una serie de desafíos tras la puesta en marcha de este marco regulatorio.
Debido a la naturaleza del producto, un porcentaje importante de aceites lubricantes se pierde durante su uso (31,4%), por lo que la demanda de 173 mil metros cúbicos de 2015 se tradujo en una generación de 119 mil m3 de aceites lubricantes usados. La importancia de esta cifra radica en que basta un litro de este material para contaminar un millón de litros de agua, por lo que es considerado como uno de los más peligrosos.
Según un estudio de la consultora Ecobaus, del total de aceites lubricantes usados, 47.544 m3 fueron a cementeras, que lo utilizan para producir energía, mientras que 22.028 m3 se recicló y fue usado como materia prima para la generación de combustible alternativo líquido. Para ello se requiere de un proceso más refinado, en que el aceite usado se centrifuga y quitan los materiales pesados, entre otros procesos.
Sin embargo, los expertos coinciden en que la alternativa óptima es la regeneración del residuo para fabricar nuevos aceites lubricantes, que apenas llega al 5% en nuestro país, correspondiendo a 6.014 m3, cifra que se espera aumente sustancialmente por la incorporación de REP. El porcentaje se eleva por sobre el 70% en países de Europa como Alemania. “Esto se debe a su gran beneficio ambiental, ya que una tonelada de bases lubricantes elaboradas con petróleo implica la generación de tres toneladas de gases de efecto invernadero, tasa que se reduce a cero cuando éstas se fabrican con aceites regenerados”, explica José Luis Martínez, gerente de la consultora Ecobaus.
Uno de los grandes problemas para establecer metas de reciclaje a la industria tiene que ver con la informalidad de ésta, cuenta Justo Verdejo, sub gerente de ventas industriales de ENEX, macro distribuidor de lubricantes Shell en Chile. Se trata de un mercado donde apenas se sabe la procedencia del 20% de los residuos. “Si el ministerio va a exigir metas 100% trazables, debieran ser muy graduales a la espera de que el propio sistema se vaya regularizando”. El ejecutivo asegura además que actualmente hay muchas áreas grises en el manejo de aceites lubricantes. “Dentro de los productos prioritarios, cuenta con una particularidad: es el único residuo industrial líquido. A pesar de que hoy se hace un manejo ‘on demand’ de éste, es decir, si el cliente lo pide, lo hacemos. Pero REP viene a cambiar eso. El productor o comercializador debe generar un sistema de gestión para manejarlo. Y en eso estamos hoy”, enfatiza Verdejo.
El mercado
Según un estudio de la consultora Ecobaus, encargado por las empresas de este rubro, el año pasado la oferta nacional de aceites lubricantes fue de 173 mil m3, y los países de importación con mayor relevancia fueron Estados Unidos, Argentina, Alemania, Corea del Sur y Francia.
La investigación concluyó que en 2015, Copec tuvo la mayor participación de mercado, representando 53,3% del total de aceites generados. ENEX tuvo un 21% e YPF Chile implicó un 5,3%. Por su parte, Petrobras aportó con 4,9% y Total, tenía el 4,4% de la participación. El resto de los actores cuenta con el 11,2%. De hecho, el estudio es parte de las cifras que esta industria debe mostrar al Gobierno para generar las metas de reciclaje que se establecerán una vez definidos los reglamentos de la Ley REP.
De acuerdo a cifras del Servicio de Impuestos Internos (SII), en nuestro país hay al menos 12.934 talleres de reparación de vehículos y 6.903 proveedores de repuestos, actores que por la naturaleza de sus operaciones tienen un rol relevante en la generación de aceites lubricantes usados.
Respecto a los segmentos que demandaron más este elemento prioritario en 2015, el parque automotor es el más relevante, representando 108.422 m3 del consumo. En tanto, la gran minería se configura como el segundo, con 34.314 m3 y el resto de las industrias representa el consumo de 30.877m3.
En este contexto, hace un año ENEX, Petrobras, Total Chile e YPF decidieron crear el Consorcio de Empresas de Aceites Lubricantes con el fin de estudiar y compartir visiones sobre cómo adecuarse a la Ley REP. “Hay que tener una mirada global e incluir dentro de la cadena a todos sus actores, desde los productores e importadores hasta el consumidor final”, plantea Marin de Montbel, director de marketing de Total Chile.
Reglamentos y metas
Se espera que los reglamentos de la Ley REP estén listos el primer semestre de 2017, para pasar a la emisión de los decretos, que son los que contemplan información dura con metas geográficas, volumétricas y de valorización en el reciclaje de los productos prioritarios. “Viendo el benchmark mundial de la industria, nuestra meta es ir a retirar todo el aceite lubricante disponible”, enfatiza Verdejo.
Para hacer frente a ello, hoy se discute cuál es la mejor manera de hacer la gestión de residuos, donde se puede tener sistemas individuales, en que cada empresa trabaja por sí misma, o generar instancias en que los diferentes actores participen de manera conjunta. “Los antecedentes internacionales dan cuenta de que la valorización puede alcanzar un 100% como ocurre en España. Hoy el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) estudia la situación de nuestro país para evaluar el porcentaje en que aumentaría la valorización a corto, mediano y largo plazo” señala Alejandra Salas, jefa de la oficina de Residuos del MMA.
Pero como se ha convertido en premisa a la hora de disminuir residuos, los consultados señalan que gran parte de la tarea consistirá en prevenir, donde el usar menos lubricantes se traduce en generar menos residuos. En ese sentido, hay una corriente que habla de moverse a aceites de nuevas generaciones, de origen sintético, que implican un menor uso. Mientras los aceites minerales comunes pueden rendir 10 mil km, los sintéticos rinden el doble.
Ley de Fomento al Reciclaje
Esta ley es considerada como un avance significativo para aumentar los niveles de reciclaje en nuestro país. Su objetivo es crear una cadena virtuosa, donde estén involucrados todos los actores del ciclo de vida de un producto. El instrumento económico de gestión de residuos obliga a los fabricantes de ciertos productos, a organizar y financiar la gestión de los residuos derivados de sus productos.
A partir de ahora, las empresas productoras de los residuos prioritarios identificados por la ley (aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, pilas, neumáticos, envases y embalajes) tendrán que impulsar diversas estrategias, tecnologías y procesos para la recuperación de estos.
Desde esta perspectiva, se abre una puerta a los más de 60 mil recicladores de base que se estiman que existen en Chile, para transformarse en gestores. Su importancia, desde el punto de vista ambiental, se encamina a que la disposición final de basura en vertederos o rellenos sanitarios, no es la mejor alternativa y por ello es necesario redefinir el enfoque de la gestión de los residuos en nuestro país. De esta manera, la norma se enfoca en la prevención y la valorización de los residuos, en todos sus aspectos.
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