El dinero y la política
La semana estuvo marcada, entre otras cosas, por la denuncia de radio Bío Bío respecto de la inversión del family office de Sebastián Piñera en una pesquera peruana durante su mandato, en el contexto del juicio en La Haya por el límite marítimo. Esto tiene al menos un par de dimensiones. La primera es sobre el rol del ex Presidente Piñera defendiendo los intereses del país. En este punto no cabe cuestionamiento de que fue diligente, tanto así que no sólo él y su ex canciller, Alfredo Moreno, defendieron la gestión de la administración pasada, sino que el propio canciler actual, Heraldo Muñoz. Pero la segunda dimensión, que es la de la relación del dinero y la política, pone de nuevo en el foco de atención el problema de los conflictos de intereses del ex Presidente. Este puede sostener que es víctima de una operación e incluso -como se subraya entre analistas políticos- puede que la acusación no lo afecte electoralmente, pero se trata de una realidad con la que debe convivir. Es cierto que fue más allá de lo que le exigía la ley al realizar, proactivamente, un fideicomiso. Sin embargo, si quiere ser el candidato de la centroderecha debe avanzar hacia un fideicomiso ciego con grandes bancos internacionales y una política restrictiva de inversión en América Latina. En un país pequeño y una región con temas pendientes entre países, es necesario abstenerse por prudencia algo que en esta oportunidad faltó, tal como lo reconoció Nicolás Noguera, gerente general de Bancard.
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