Encuentro busca mostrar a empresas la importancia de invertir en inclusión
Actualmente está en el Congreso una indicación a la ley de Inclusión Social de Personas con Discapacidad, que obliga a organismos públicos y privados con 200 o más trabajadores a contar con al menos un 1% de personas con discapacidad o que reciban pensión de invalidez. Pero la Comunidad de Organizaciones Solidarias y la Fundación Ronda Chile quieren ir más allá. Por esto, hoy realizarán el tercer Encuentro Estado, Empresa y Sociedad Civil, que apunta a instalar el tema de la inclusión entre los empresarios del país, y en paralelo se desarrollará la Expo Laboral Inclusiva, con más de 1.000 ofertas de trabajo.
“Nosotros hablamos de una inclusión amplia, de aquellas personas que tienen dificultad para encontrar trabajo: mayores, migrantes, personas privadas de libertad, en situación de discapacidad y mujeres”, explica Alejandra Pizarro, directora ejecutiva de la Comunidad de Organizaciones Solidarias.
Pizarro sostiene que es importante que las empresas no vean la ley de cuota como un gasto, sino como una inversión. “Muchas empresas tienen claro que no pueden atender la diversidad de sus clientes si no son diferentes en su ADN. Además, les permite agregar una gran base de clientes. Lo otro que ocurre es que van a gastar un poco de dinero en adecuar baños, instalar rampas, etc., pero se logra una inversión en clima laboral en la compañía”, asegura Alejandra Pizarro.
María José Escudero, gerente general de la Fundación Ronda Chile, explica que el 20% de los chilenos sobre 28 años tiene algún tipo de discapacidad. De ese porcentaje, casi 3 millones está sin trabajo, y de los que tienen, un mayor porcentaje es de mano de obra no calificada. “Como sociedad debemos abrir espacios, dando vuelta el enfoque que veníamos teniendo hace algunos años”, plantea Escudero, agregando que hay que ver a las personas discapacitadas con sus talentos, y no en función de su discapacidad. Por ejemplo, no necesariamente considerar a una persona ciega para telemarketing, sino que analizar cuáles son sus talentos.
Respecto del decreto ley de accesibilidad universal, María José Escudero asegura que si bien es un decreto potente, no tiene sentido si no se hace un trabajo de capacitación con los futuros arquitectos. “La mayoría considera rampas, pero no están bien construidas porque se hace un check; no verifican si tiene la pendiente o curva perfecta para una persona en silla de ruedas”, agrega.
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