Estudio revela que la habilidad del ser humano para lanzar objetos fue clave para la evolución




La habilidad de lanzar objetos y proyectiles con el brazo, que apareció por primera vez hace dos millones de años, fue clave para la evolución del ser humano pues mejoró su capacidad para la caza, según indicó un estudio elaborado por la Universidad de Washington en Estados Unidos, publicado en la revista "Nature".

De acuerdo con esta investigación, esta habilidad se deriva de una serie de cambios anatómicos que se detectan por primera vez en el Homo Erectus, hace aproximadamente unos dos millones de años. En esa época, el cuerpo cambió de manera que aumentó la generación de energía en la zona del hombro, lo que facilitó la evolución de la técnica de lanzamiento. La capacidad de lanzar proyectiles convirtió a esos homínidos y a los que les sucedieron, en mejores cazadores. 

Así, esta habilidad pudo haber sido esencial para el ser humano incluso mucho antes de la invención de las lanzas y los arcos. El equipo estadounidense se propuso hacer un análisis biomecánico de la capacidad del ser humano para lanzar a fin de explicarla desde un punto de vista evolutivo.

Como parte del estudio, hicieron un seguimiento a 20 lanzadores de béisbol profesionales, por lo que los científicos concluyeron que ciertas características anatómicas heredadas que permiten el almacenamiento y la liberación de energía elástica a la altura del hombro son clave para la habilidad de lanzar con fuerza y precisión.

Los autores del estudio apuntan que el propio Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución de las especies, ya planteó que la liberación de los brazos en los antepasados del ser humano y su conversión en bípedos les permitió cazar más eficazmente, usando proyectiles.

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