Hacienda atrasa envío de Ley de Bancos. Costaría unos US$2.800 millones
Al menos hasta principios de 2016 se retrasará el envío de la reforma a la Ley General de Bancos (LGB), la cual estaba inicialmente pensada para ser despachada al Congreso durante lo que queda de este ejercicio.
Sin embargo, ayer el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, recibió el informe final del Grupo de Trabajo para el análisis de una nueva LGB, antecedentes a raíz de los cuales se tomó la decisión.
“El proyecto de ley tiene que ser afinado con lo que estamos aprendiendo con este reporte, y me gustaría tomar algunas semanas para eso. Yo quería mandarlo a fines de este año, pero creo que es más sensato tomarnos un poco tiempo más y mandarlo en enero”, dijo Valdés.
Además, a pesar de que el reporte propone abordar temas de supervisión consolidada y shadow banking, Valdés recalcó que el proyecto que enviarán se enfocará, en principio, en requerimientos de capital, la gobernanza de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) y temas de resolución bancaria a analizar.
Entre otros aspectos, el informe recomienda dar mayor independencia institucional a la SBIF a través del nombramiento de un cuerpo colegiado cuyos integrantes sean nombrados por períodos fijos y removidos por causales definidas en la ley; adoptar los límites de capital establecidos por Basilea III, incluyendo la adopción de los colchones de conservación y anti cíclico, así como los requerimientos adicionales de capital para bancos sistémicos.
Uno de los puntos centrales - y que motivaron el retraso de Hacienda- fueron las propuestas relativas a la resolución bancaria. Se propuso como paso previo a la liquidación forzosa facultar a la SBIF a realizar el traspaso total o parcial de activos y pasivos a otra institución bancaria, así como a crear un “banco puente” en caso que sea necesario. Asimismo, los expertos proponen aumentar la garantía estatal de los depósitos a UF 400 de forma que ésta represente una vez el PIB per cápita de Chile.
Costos
Uno de los puntos que abordó el informe fue el de los costos que tendría para los bancos el cerrar las brechas con Basilea III. El escenario central al que llegó el grupo de trabajo en base a cálculos de la SBIF, es que “las necesidades de capital para cumplir con los requerimientos de Basilea III se acercan a los US$2.800 millones. Siete de los diez bancos del sistema tendrían necesidades de aumentar su capital”, y que “la mayor parte de la brecha de capital corresponde al Capital Básico que se requiere para completar el colchón de conservación. La brecha de capital estimada se reduce a US$1.226 millones si se asume que todos los bancos son capaces de utilizar al máximo el espacio regulatorio del Capital Tier 1 Adicional, emitiendo instrumentos híbridos como los bonos perpetuos”.
A la vez, algunos ejercicios de sensibilidad estiman que si se considera la tasa de impuesto efectiva de Banco Estado, la brecha de capital base sube de US$2.800 millones a cerca de US$4.000 millones. Por otra parte, si la SBIF decidiese mantener los ponderadores de capital de la actual LGB, los cargos de capital subirían a US$2.941 millones”.
Sin embargo, también detallaron que contrastando los requerimientos de capital en el escenario central con las utilidades de los bancos en los últimos seis años y con las utilidades capitalizadas por los bancos en igual lapso -mismo período que se propone como de transición-, dos de los siete bancos con brecha positivas de capital podrían cerrar las brechas sin cambiar su reparto de dividendos, tres pudiesen cubrirlos aumentado su tasa de reinversión y dos tendrían que hacer aportes adicionales de capital.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.