Joan Melé:"Se puede lograr rentabilidad, pero no necesariamente debe ser abusiva"

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Entrevista con economista catalán Y Presidente fundación dinero y conciencia.




Joan Melé está en plena búsqueda de un gerente general para un nuevo banco que espera abrir en menos de dos años en Chile. Pero no es un banco cualquiera, es un "banco ético". El primero en nuestro país.

Este economista y banquero catalán trabajó más de 10 años en Triodos Bank, uno de los bancos éticos más importantes de Europa. Con esa experiencia decidió comenzar a llevar el concepto a América Latina. Estuvo cerca de un mes en Chile para consolidar la idea.

En ese tiempo logró su meta: reunir al menos US$1.000.000 por parte de cerca de 80 inversionistas. Acto seguido, creó la Fundación Dinero y Conciencia, que estará detrás del banco, cuyo nombre -si bien aún no está definido 100%-, podría ser "Doble Impacto", el mismo que tiene la empresa que ya está levantando proyectos para la futura entidad financiera. "Si las cosas van bien el banco estaría funcionando en menos de dos años y, en una perspectiva pesimista, en cinco", dice Melé.

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¿De qué depende el éxito de este banco?

-De la cantidad de proyectos que financiemos. La idea es que en estos dos años de trabajo previo, consigamos cerca de 400 a 500 proyectos.

¿Qué tipo de proyectos?

-Principalmente en tres sectores: cultural, social y medioambiental. En los dos primeros, existen temas como atención a la infancia, tercera edad etc. Y en el medioambiental, claramente Chile tiene muchas perspectivas en energías renovables.

Aparte de buscar financiamiento ¿cuál ha sido su agenda en Chile?

-Nos reunimos con la SBIF para contarle qué estamos haciendo. Además, de organizar charlas y conferencias (por ejemplo a ejecutivos y gerentes de BancoEstado). La mejor forma de lograr nuestras metas es explicar qué es la banca ética.

¿En Chile utilizarán el modelo europeo?

-Hay varios modelos de banca ética en el mundo. Yo represento a una alianza global de 41 bancos inspirados en Triodos Bank, cuya metodología será adaptada a América Latina, donde el concepto es tener una fundación detrás que lo controla. Además, este tipo de bancos no cotiza en bolsa, tiene una visión cooperativista y una sociedad donde hay una limitación del poder del dinero.

¿Siempre dentro de un modelo capitalista?

-¡Por supuesto! No nos parece mal el capitalismo, pero con conciencia. Tiene que existir la libertad de los mercados, pero esta acaba cuando comienza a perjudicar al planeta o las personas.

¿Dónde está la rentabilidad?

-Se puede lograr la rentabilidad, pero no necesariamente debe ser abusiva o egoísta. El propósito es producir un cambio en la sociedad y en el sector financiero, con un incentivo donde primero están las personas y el planeta y luego, los beneficios económicos.

Pero ¿cree que se pueda cambiar el mercado?

-¡Es que lo hemos cambiado! Tenemos muchos inversores que quieren darle más sentido a sus inversiones. Incluir valores éticos, además de rentabilidad. Queremos rentabilidad, pero no a cualquier costo.

¿Desde el punto de vista de los clientes ¿funciona como cualquier banco?

-Tiene el servicio completo de una banca, pero no con un énfasis en el consumo privado desmedido. Fomenta el crédito y ahorro a familias más humildes, incluso teniendo productos hipotecarios o de apoyo al emprendimiento. Lo que no queremos es incentivar que la gente compre de manera desmesurada. Ahora, si alguien necesita ayuda para financiar la universidad de su hijo, claro que contará con nosotros. Pero el foco principal está en el financiamiento sostenible, donde las personas y el medio ambiente son clave. Incluso, ni siquiera haremos publicidad

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¡No harán publicidad!

-No. Estimamos que la banca se ha desvirtuado en ese aspecto.

¿No cree que su visión nazca desde la de un país desarrollado?

-Quizá será difícil adaptar el modelo a Chile y Latinoamérica. ¡Pero en España tampoco fue fácil! Cuando comenzamos, todo el mundo decía que era un modelo que traíamos de Bélgica, Holanda y Gran Bretaña. Pero funcionó. Por eso la clave es ahora educar, que la gente entienda que no debe pedir dinero en tonterías que signifiquen que vivirá por años angustiado. En Latinoamérica, muchas necesidades básicas están mal cubiertas. Claro que no será fácil.

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¿Y aquí entra la fundación?

-Exacto. Es la que ya está dando charlas y talleres sobre la importancia del uso consciente del dinero. Además, ya hay muchos empresarios, family offices y grandes inversionistas en participar de este modelo. Es una revolución que no hace daño a nadie, pero permite salir de la pobreza.

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