Juan Ignacio Latorre: "Nos interesa presionar a la NM a que se comprometa con ciertos cambios profundos"
Con 39 años, el psicólogo y académico de la U. Alberto Hurtado, Juan Ignacio Latorre (RD), se transformó ayer en el primer senador electo del Frente Amplio. Dice que se lo esperaba, pues no buscó hacer una campaña testimonial. Su irrupción, sin embargo, sorprendió a todo el bloque, donde no esperaban llegar al Senado a través de Valparaíso.
Ahora, se apronta asumir su solitaria labor de representar al conglomerado emergente entre otros 42 senadores, y dice que tiene sus prioridades claras: impulsar el programa de Beatriz Sánchez.
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¿Cómo explica que el primer senador del FA sea de Valparaíso?
-En la candidatura de Jorge Sharp, mucha gente se atrevió a votar distinto, por un joven desconocido, frente a las personas tradicionales. Y en esta elección, íbamos con el ejemplo de Sharp y a la gente le hacía sentido, decía que sí se podía dar la oportunidad a gente nueva, como voto de castigo también a los políticos tradicionales.
¿Qué otros factores se conjugaron en su triunfo?
-Se conjugaron varios factores, Beatriz Sánchez sacó 25% y pensábamos que íbamos a pasar a segunda vuelta, la gente en la calle decía que no quería tener a los mismos de siempre durante ocho años más, que querían gente nueva…hay muchos factores que explican que la gente quiera caras nuevas y oxígeno.
Usted será un senador solitario, ¿qué rol cumplirá?
-Pretendo articularme bien con mis compañeros de la Cámara, jugaremos un rol que en algunos casos tendrá que ser de acuerdo y convergencia con otras fuerzas, y en otros tendrá que ser de oposición y resistencia. No tenemos ningún problema en dialogar con todos. Por ejemplo, en el caso del proyecto para bajar las dietas parlamentarias a la mitad, hay sectores de derecha que están de acuerdo y sectores del PS que lo rechazan.
¿Cómo ve la discusión del FA por la segunda vuelta?
-En RD vamos a tener una discusión interna, y espero que las otras orgánicas lo hagan. Pero la idea es tener una decisión lo más colectiva posible, que sea una postura con mucha responsabilidad. Pero hay bastante consenso en que no vamos a ser parte del gobierno de Guillier, no vamos a estar negociando cargos, sino que nos interesa conversar sobre un programa. Y el que tiene la responsabilidad de ofrecerle algo atractivo al país es la NM. Guillier verá si prefiere negociar con la DC o conversar con nosotros, pero descartamos negociar cargos. La responsabilidad es de Guillier, no nuestra.
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Pero, con su gran votación, el FA también tendrá una gran responsabilidad...
-Sí, pero la gente es libre de decidir y pueden votar por algo contrario a lo que digamos. Obviamente va a influir lo que digan Sánchez y nuestros referentes, pero es Guillier el que debe convocar a estas mayorías si quiere ganar sobre Piñera. En todo caso, tengo la sensación de que la gente de la ex Concertación tiró al esponja y que quieren que gane Piñera, otros no. Pero Guillier ha sido muy ambiguo y esta es la oportunidad para que se defina.
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¿Espera que el FA y la NM puedan conversar?
-Lo que nos interesa es presionar a la NM para que se comprometan con ciertos cambios. No vamos a ir con un apoyo pasivo incondicional a Guillier porque pueda ser mejor que Piñera, sino que vamos a estar atentos a lo que quiera ofrecerle Guillier al país, para ver si nos entusiasma o no.
¿Y qué compromisos debiera asumir Guillier para acercar al votante frenteamplista?
-Un compromiso como la Asamblea Constituyente, el fin de las AFP y bajar el sueldo de los parlamentarios, son algunos ejes en donde nos puede hacer guiños claros. Más allá de las orgánicas, tiene que ver si hay gente que votó por Beatriz se entusiasma a votar por Guillier.
Entonces serán parte de la oposición, ¿cómo perfilará el FA ese rol?
-Nuestro rol será de defensa de reformas, de profundizar la democracia. Si gana Piñera, se vendrá una ofensiva neoliberal muy dura y tenemos que hacerle frente a eso, y si gana Guillier tendremos que ver qué cosas apoyamos y qué cosas rechazamos. Vamos a ser una alternativa muy vigilante y sobre todo conectada con la ciudadanía, con los movimientos sociales. Queremos abrir la democracia, y nuestro rol será el de reconectar a la ciudadanía con la política.
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