La Fed se alista para retirar otros US$10 mil millones




Es altamente probable que la próxima semana la Reserva Federal de Estados Unidos disminuya su compra de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas en otros US$10.000 millones mientras la economía se sacude de su letargo invernal.

El crecimiento de las ventas en el retail, la producción industrial y las nuevas nóminas laborales han sido robustos en las últimas semanas, sumándose a la evidencia de una aceleración del crecimiento luego de que el crudo invierno provocara temores por el panorama económico.

La resistencia de la economía estadounidense significa que el debate entre los oficiales que fijan las tasas del Comité Federal de Mercado Abierto  (FOMC, su sigla en inglés) se está moviendo más allá de las proyecciones a corto plazo hacia interrogantes de largo plazo acerca de cómo se comportará la economía cuando este cerca del pleno empleo.

“En los últimos meses, algunos indicadores han estado notablemente débiles”, dijo la presidenta de la Fed, Janet Yellen, en un discurso la semana pasada. “Pero mis colegas del FOMC y yo creemos que una parte significativa de la suavidad de las cifras se relaciona con el mal clima”.

La Fed no actualizará sus proyecciones ni ofrecerá una conferencia de prensa luego de esta reunión que concluye el 30 de abril. Así es que aparte de cambios modestos en su discurso, la única acción probable es  una nueva reducción en el estímulo para llegar a inyectar US$45.000 millones mensuales a la economía.

Dejando de lado el clima, la economía se ha comportado de acuerdo a las expectativas de la Fed en lo que va del año,  una rareza desde la recesión. Esto ha significado un periodo de estabilidad inusual en el camino de política monetaria esperado.

“El panorama actual del FOMC de crecimiento continuo y moderado ha cambiado muy poco desde el otoño pasado” dijo Yellen con la economía acercándose al pleno empleo y una inflación de 2% a fines de 2016. “Me parece que este escenario base es bastante plausible”.

La única área en donde la economía no está alcanzando las proyecciones es en la inflación. La medida preferida de la Fed sigue rondando el 1%.

“No tengo una buena explicación de por qué la inflación ha estado tan baja como está”, dijo James Bullard, presidente de la Fed de Saint Louis, en una entrevista con Financial Times. “No creo que la inflación se haya estabilizado a un nivel relativamente bajo”.

Bullard, como otro número de funcionarios de la Fed, espera que la inflación se recupere a fines de este año.

Por si sola, es poco probable que la continua debilidad de la inflación genere algún cambio en el camino de la Fed de US$10.000 millones de retiro por cada reunión, pero si alentaría al central a que permita que el desempleo caiga aún más antes de subir las tasas.

Con poco para responder a corto plazo en cuanto al panorama económico, es probable que el FOMC debata acerca de la cantidad de capacidad ociosa de la economía, que depende de si grupos como los que llevan un largo tiempo desempleados, los que abandonan el mercado laboral, y los trabajadores a tiempo parcial pueden obtener empleos de tiempo completo.

Puede que el comité también empiece a mirar con más detalle cómo operará cuando llegue el momento de subir las tasas. Se está gestando un gran debate acerca de cómo manejarán la tasa de fondos federales ahora que los bancos tienen billones (millones de millones) en reservas.

Otro problema que se avecina es una escasez de miembros de la junta de la Fed. Si para el 28 de mayo, el Senado no ha confirmado a Stanley Fischer y Lael Brainard, cuando Jeremy Stein se marche, quedarán sólo tres miembros en la junta.

Esa es una pesadilla operacional ya que ni dos ni tres podrían hablar entre ellos sin formar un quórum en el directorio, lo cual es ilegal si no se da aviso previo.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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