Los cuatro balotajes que precedieron a la batalla entre Piñera y Guillier
Ocho candidatos, tres coaliciones y 17 años son algunas de las cifras que dejan las segundas vueltas en Chile. La competencia que definirá al próximo Presidente se espera que sea una de las más competitivas y hay bastante incertidumbre de lo que pueda pasar. Este es parte del historial de rectas finales para elegir a quien llegue a La Moneda.
EN enero de 2000, Chile vivía una importante crisis económica que marcó el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Ese era el escenario que enfrentaba el candidato de la Concertación, Ricardo Lagos, quien había logrado pasar a segunda vuelta junto a Joaquín Lavín en una estrecha victoria con un 47,96% y 47,51% respectivamente.
Lagos se asomaba como el candidato de izquierda de su coalición y con la misión de seducir al electorado de Gladys Marín, del Partido Comunista (PC), y de otros candidatos como Sara Larraín y Tomás Hirsch.
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Lagos enfrentaba la recta final de su campaña acompañado de Soledad Alvear, Eugenio Tironi y Carlos Montes en la primera línea. El actual alcalde de Las Condes lo hizo sin mayores cambios en su equipo, pero iniciando lo que llamó "La cruzada por el cambio" realizada los primeros días de enero y que lo hizo recorrer más de 70 ciudades.
El PC había llamado a votar nulo, Lagos se esforzaba por mostrarse cercano a la ciudadanía con frases como "he escuchado a la gente" y Lavín se sentía al borde del triunfo y arengaba a su sector asegurando que la Concertación había tenido diez años "para hacer los cambios y no los hizo".
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Al final el aspirante concertacionista consiguió su cometido y logró aglutinar los votos de Marín, Larraín y Hirsch y con un margen de 2,62% venció a Lavín.
Cuando conseguir más votos que la Concertación no fue suficiente
Lavín no abandonó sus deseos de presidir al país y seis años después se volvió a candidatear. Su carrera se topó con un primer obstáculo: Sebastián Piñera. La contienda entre un UDI y un RN dejó a Piñera como vencedor, quien llegó al balotaje con una incipiente Michelle Bachelet.
El inicio de la segunda vuelta partió con el apoyo inmediato de Lavín a Piñera. Bachelet por su parte, a cambio de comprometerse a cambiar el sistema binominal y el sistema de pensiones, recibió el apoyo del PC.
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En ese balotaje había un dato que provocó que la Alianza estuviera optimista. La coalición de derecha sumaba 185.000 votos más que la Concertación. Pero lo cierto es que eso no fue suficiente. Al balotaje llegó una Bachelet muy contundente, gracias al trabajo hecho por Sergio Bitar, Andrés Zaldívar y Ricardo Solari. Su gran popularidad como ministra de Salud y de Defensa de Lagos la hizo imponerse y llegar a ser la primera Presidenta de Chile.
La llegada de la derecha a La Moneda
Para la segunda vuelta de 2010 el sistema político seguía más o menos intacto. El sistema binominal definía al país, los partidos manejaban gran parte del acontecer político y las figuras importantes eran más o menos las mismas. Por eso, a la segunda vuelta llegó por segunda vez Piñera, quien se enfrentó a una debilitada Concertación que, golpeada por el 20% obtenido por Marco Enríquez-Ominami, hizo que Eduardo Frei Ruiz-Tagle pasara al balotaje con un escaso 29,6%. Posteriormente, Frei no pudo frente a la Alianza y fue uno de los responsables de la primera derrota de la Concertación desde el retorno a la democracia.
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Con eso, Piñera se convirtió en el primer Presidente de derecha e incidió en el fin de la Concertación como coalición.
De ahí en adelante Bachelet, quien terminó su mandato con alta popularidad, comenzaría a fraguar la actual Nueva Mayoría (NM). Años después, la Presidenta volvería a la carrera presidencial para llegar al poder por segunda vez.
Al balotaje de 2013, la mandataria se vio con una conocida suya de infancia, Evelyn Matthei. Dicha recta final estuvo marcada por recriminaciones por el terremoto del 27F y las ideas reformistas de la NM de hacer una nueva Constitución y lograr la gratuidad universal en educación, temas que movieron el debate nacional hacia un marcado eje de izquierda. Ese año Bachelet arrasó y selló su victoria con un 62% versus un 37%.
Un 17 de diciembre de incertidumbre
La NM dividida, encuestas electorales sin credibilidad, la irrupción del Frente Amplio, recriminaciones cruzadas de campaña del terror, búsqueda imparable de apoyos, ajustes a los comandos presidenciales y un supuesto empate técnico son algunas de las características que han marcado estos primeros días de la segunda vuelta electoral para elegir al próximo Presidente.
Una de las incógnitas de esta campaña es si llegará a votar más gente o no. La historia, hasta el momento, indica que en los últimos tres balotajes la participación ha caído llegando a su récord en 2013 (ver cifras). La capacidad que tenga el candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, de congregar a su electorado para lograr su segundo triunfo, y la habilidad del abanderado oficialista, Alejandro Guillier, de seducir el voto frenteamplista son dos de los desafíos que marcarán los próximos días de campaña. Por el momento, la elección sigue abierta y quienes lideran los equipos de los dos aspirantes aseguran que menos de 200 mil personas serán las que definirán el futuro del país
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