Hay marcas icónicas cuando se piensa en lujo en el mercado automotor. En Chile, eso sí, el rango de logos es más acotado que en países como Suiza, Emiratos Árabes o Estados Unidos. Mercedes-Benz, Ferrari o Rolls-Royce son reconocidas y vistas en cada rincón del mundo, incluso el nuestro.

Pero es casi imposible hallar en nuestro país marcas que sólo producen autos de ultralujo, cuyo costo supera el millón de dólares, como exponentes de la automotriz francesa Bugatti, la italiana Pagani, la sueca Koenigsegg, la danesa Zenvo o la emiratí W.

En los rankings de publicaciones especializadas de los 20 vehículos más costosos del mundo en 2023, el auto más caro fue el Rolls-Royce Boat Tail, de 23 millones de euros, del que sólo se fabricaron tres unidades. El último del ranking fue el Aston Martin Valkyrie de 3 millones de euros, del que sólo se construyeron 150. Ninguno de estos 20 modelos se ofrece, oficialmente al menos, en Chile. Es más, no hay ningún auto que se venda en nuestro país que supere los US$700 mil.

Pero pese a ello, nuestro país se ha ido convirtiendo en un mercado crecientemente atractivo para marcas de ese segmento. De hecho, aquellas comercializadoras dedicadas a este subsector exhiben alzas de ventas en marcas tan potentes como Ferrari y Porsche. Y están, cada vez más, incorporando modelos de insignias que hasta hace unos pocos años parecían inabordables y únicas como McLaren, Aston Martin, Lotus y Bentley.

En el listado oficial de tasaciones de vehículos y permisos de circulación del Servicio de Impuestos Internos (SII), el modelo más caro inscrito en el país es un McLaren 765LT Spider convertible año 2023, que está tasado en $558.252.411 (US$636 mil) y que este mes deberá pagar un permiso de circulación de $24.712.163. El segundo más caro, de la misma familia, es un McLaren Senna Coupé 2020, avaluado en $488.437.040 (US$557 mil), con una patente de $21.572.271. Y el tercero, un Ferrari SF 90 Stradale del 2023 que está tasado en $431.094.865 (US$492 mil), cuyo permiso no aparece en el SII.

Definir el segmento de autos de lujo en Chile no es fácil. De hecho, las propias automotoras evitan diferenciarlos y sólo los agrupan en una caracterización denominada de “alta gama”. Es más, no existen estudios actualizados sobre el segmento, sino sólo las estadísticas agregadas de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), gremio que agrupa a las comercializadoras de automóviles.

“No hay una definición, un valor o un factor específico en Chile para determinar el lujo. Se trata de un concepto subjetivo que dependerá de la concepción que cada uno, o cada fabricante pueda tener respecto de sus productos, su configuración, su equipamiento o su función. Es más correcto hablar de vehículos de gama alta que son la parte superior de la oferta que cada fabricante puede preparar para sus clientes”, explica Diego Mendoza, secretario general de la ANAC.

Pero de “gama alta” no dice mucho a la hora de estructurar y analizar este segmento del mercado, puesto que no se señala un punto de corte, en marca o en valor, que pueda distinguirlos.

No es igualmente “de lujo” un automóvil de una misma marca, pero con una amplísima cobertura como Mercedes-Benz, BMW o Audi, que tienen modelos que fluctúan entre los $30 millones y los $200 millones. Y dado que buena parte de su oferta y de sus ventas está en los rangos más bajos de precio, distorsiona la definición de lujo y, por supuesto, las cifras. De hecho, estas tres marcas están entre las denominadas “premium” que más venden, pero cuyas estadísticas han variado más sustantivamente en los últimos años, al vaivén quizás del momento económico.

Si incluso los legisladores intentaron definir a este tipo de vehículos al establecer el llamado “impuesto al lujo” sobre vehículos, naves, embarcaciones y otros bienes. El Congreso decidió que los vehículos sobre $47 millones debían ser gravados con este tributo del 2% sobre su avalúo fiscal. “En muchos casos, son automóviles de alto valor, pero no lujosos, como el caso de los eléctricos o híbridos, que superan ese monto siendo exactamente idénticos en equipamiento, diseño y confort a sus homólogos a combustión interna que están por debajo de los $47 millones”, señala Mendoza.

Por eso, la definición de auto de lujo se puede hacer discrecionalmente por marca o por corte en valor. Si se corta por valor, se podría realizar en torno a los US$100 mil, es decir, autos que partan en los $88 millones aproximadamente (de acuerdo a la cotización del dólar al 1 de enero de 2024).

Al solicitar la información al Servicio Nacional de Aduanas sobre la cantidad de vehículos menores que ingresaron al país con un valor CIF (valor real de las mercancías durante el despacho aduanero, que incluye costo de la mercancía en el país de origen, costo del seguro y costo del flete hasta el puerto de destino) de US$100 mil o más, es posible determinar que las importaciones de autos de lujo el año pasado registraron un incremento del 14,7% en valor, a un total de US$32,7 millones, y del 5,4% en unidades ingresadas a Chile, a un total de 194.

En cambio, si se observan las estadísticas agregadas de ANAC, es decir, se incorporan las ventas de todas las marcas asociadas a alta gama, se observan caídas sucesivas en las ventas de autos del 5,6% en 2022 frente a 2021, a 7.875 desde 8.346 unidades, y del 10,6% en 2023 frente al 2022, a 7.034 unidades. Así y todo, este subsector no muestra los mismos niveles de caída que mostró el mercado automotor en su conjunto, que el año pasado descendió un 26,5%.

Pero al realizar un análisis por marca, sin considerar aquellas más amplias como Mercedes, BMW, Audi o Lexus, y centrándose en las que por percepción el mercado asocia con lujo, los números de venta acotados, pero en general estables.

“De acuerdo a un estudio que hicimos hace un par de años, el mercado de los autos de lujo venía subiendo consistentemente en los últimos 10 años y llegaba al 3% del mercado en número de autos comprados. Mi intuición es que esa participación debe haber seguido subiendo, porque la demanda por autos de alta gama es menos sensible al ciclo económico que la demanda del resto de vehículos, porque depende más del patrimonio de la persona que del flujo de ingresos”, explica el economista Ángel Cabrera de Forecast Consultores, que ha realizado estudios para la ANAC. “Alguien que se compra un auto de más de $100 millones, depende de su patrimonio y no de lo que ganó en el mes”, ejemplifica.

Por ejemplo, si se observa Porsche, una marca emblemática de autos deportivos alemanes cuyos precios de vehículos nuevos parten en los US$75 mil, pero la mayoría de sus modelos superan los US$100 mil y llegan hasta los US$313 mil, muestra un incremento del 34% en los últimos dos años, de 216 unidades en 2021 a 289 en 2023, según las cifras de ventas de vehículos nuevos de la ANAC.

En la icónica italiana Ferrari, todos sus modelos a la venta en Chile superan los US$200 mil. Y si en 2021 se vendieron 13 unidades de la insignia del caballino rampante, en 2022 fueron 15 y en 2023, 17, de acuerdo a ANAC.

Donde sí hubo un descenso fue en las marcas más tradicionales británicas. Porque en Rolls-Royce se vendieron sólo dos en los últimos tres años, y en 2023 no salió ninguno. De Bentley, sólo 1 el 2021, 5 en 2022 y 2 en 2023. Las todo terreno Land Rover, favoritas de los hombres de negocios chilenos, tuvieron un bajón de ventas en el 2022, pero se vendieron 275 el año pasado, similar a las 287 del 2021.

Jaguar mostró un descenso más sostenido, de un 15% en el último bienio, desde las 59 unidades en 2021, a las 50 el año pasado. Algo similar ocurrió con Maserati, cuyas ventas bajaron de 49 a 36 unidades, un retroceso de 26,5%.

Los deportivos británicos McLaren, Aston Martin y Lotus registran ventas de autos nuevos sumamente esporádicas, por lo que estadísticamente son menos relevantes.

Dado que son tan pocos los autos nuevos de ultralujo que se comercializan en Chile, la mayor concentración se da en el mercado de segunda mano.

Los precios de los autos usados, como es obvio, bajan respecto a los nuevos, pero no tan sustantivamente. Un Porsche Panamera nuevo cuesta sobre los $130 millones y del año 2023 con 9 mil kilómetros recorridos, está en un precio similar. Una Land Rover Defender nueva de $130 millones baja a $90 millones si es 2023 con 20 mil kilómetros. Un McLaren GT del año 2022, que ya se descontinuó, con 3 mil kilómetros, vale $219 millones; su sucesor, el McLaren GTS, parte en los $212 millones puesto en Europa. Y un Ferrari 812 GTS del 2024 con 2.100 kilómetros cuesta $520 millones en Chile y nuevo, sale $417 millones en Europa.

Nuevamente, no existen estadísticas abiertas sobre el número total de automóviles de estas marcas que circulan en el país, pero en el registro del SII es posible enumerar la cantidad de modelos, y que, en este tipo de casos, dada la exclusividad que cada auto representa bastante bien la cantidad de autos que hay en el país por insignia. Por ejemplo, en Ferrari hay 73 modelos distintos clasificados en el registro del SII, sólo 7 Lamborghini (todos anteriores al 2022), 61 Aston Martin, 18 Bentley, 27 McLaren, 18 Rolls-Royce y 15 Lotus.

La mayoría, a todas luces, se la llevan los autos deportivos. Porque el perfil de comprador ha ido variando.

Dado que ninguna automotora quiso responder a las consultas de Pulso y encauzaron sus respuestas a través de ANAC, no fue posible acceder a cómo ellas caracterizan a sus compradores.

Sin embargo, según quienes han estudiado este mercado, ese comprador no está entre las mayores fortunas del país, que en general optan por modelos más clásicos, tradicionales, con todas las funcionalidades y prestaciones, pero que no llamen tanto la atención.

“Los billonarios son en general más austeros, pero un deportista de 20 años que gana mucho dinero tiene una mentalidad diferente. No he visto datos serios, pero tendería a pensar que este tipo de autos mayoritariamente van a gente que por diferentes razones quiere ostentar riqueza, como futbolistas o artistas”, dice Cabrera, de Forecast.