Banco Central dice que mantención de tasas fue adoptada de manera unánime y observa menores riesgos para la economía chilena

La decisión de mantener la tasa de interés en el mínimo técnico de 0,5%, así como las medidas no convencionales de apoyo a la liquidez y el crédito, fue adoptada de manera unánime por el consejo del Banco Central en la última reunión de política monetaria.

Así lo revelan las minutas de esa cita que publicó esta mañana el instituto emisor en su página web, las cuales también señalan que, en caso de que la evolución de la economía así lo requiriera, seguirían evaluando opciones para adecuar dicho impulso y apoyar la estabilidad financiera.

En esa línea, las minutas consignan que todos los Consejeros coincidieron en que, tal como en Reuniones previas, el contexto macroeconómico causado por la pandemia no permitía si no reforzar el mensaje de que la política monetaria seguiría siendo altamente expansiva por un período prolongado de tiempo.

“Esto implicaba la mantención de la TPM en su mínimo técnico por varios trimestres y la vigencia de las medidas no convencionales. Hacia el mediano plazo, los Consejeros concordaron que sería fundamental mantenerse alerta a eventos que pudieran generar inestabilidad en los mercados financieros, reaccionando con eficacia y oportunidad”, dijo el documento.

La entidad dirigida por Mario Marcel también empieza a ver señales de recuperación de la economía chilena, destacando que algunos de los riesgos habían tenido una evolución positiva.

“Por un lado, por primera vez en varios meses se habían observado cifras azules en la creación de empleo, al mismo tiempo que los datos administrativos sugerían que el impacto de la crisis en el empleo asalariado había sigo algo menor que lo estimado. Esto, sumado al anuncio del programa de subsidio a la contratación, mitigaba de alguna forma el riesgo de un mayor empeoramiento del mercado laboral”, señalan las minutas.

Otro elemento importante, dijo el emisor, era que las medidas de inflación esperada se habían alejado de los niveles que podían considerarse de preocupación para el anclaje de expectativas, en parte por la sorpresa de septiembre, lo que también reducía uno de los riesgos considerados hace un tiempo