Banco Central realiza la primera pausa en proceso de baja de la tasa de interés desde junio de 2023, pero anticipa nuevos recortes
En decisión unánime, el consejo del instituto emisor mantuvo en 5,75% la tasa de interés. Esta es la primera vez que el ente rector decide dejarla intacta desde junio de 2023. Acumula una reducción de 550 puntos base desde el máximo del ciclo, de 11,25%.
Era algo que rondaba ya el escenario del Banco Central. Y estaba dentro de las probabilidades que el mercado esperaba. Incluso en una reciente entrevista con Pulso, el consejero del ente rector, Alberto Naudon lo planteó así: “La probabilidad de que haya alguna pausa en la baja de tasas, me parece a mí que es algo que razonablemente puede pasar. Ahora, ¿cuándo va a ocurrir? Es una decisión que se irá viendo reunión a reunión en base a los antecedentes”. Y bueno, esa decisión de pausar la trayectoria de recortes para la Tasa de Política Monetaria (TPM) se concretó este miércoles.
En decisión unánime, el consejo del instituto emisor decidió mantener en 5,75% la tasa de interés. Esta es la primera vez que el ente rector decide dejar intacta la tasa de interés desde junio de 2023. El mes siguiente, en julio, comenzó el proceso de recortes, que desde ese entonces acumula una reducción de 550 puntos base desde el máximo del ciclo, de 11,25%.
¿A qué se debe? En su mensaje el Banco Central lo atribuye a que el “grueso de los recortes previstos para este año ya se habrían acumulado en el primer semestre”, y que, por ende, ahora los próximos ajustes serán de menor magnitud.
En ese escenario, se menciona que “la decisión de mantener en esta reunión es congruente con la estrategia considerada en el escenario central de dicho Informe, el cual prevé que la TPM seguirá reduciéndose durante el horizonte de política monetaria, a un ritmo que tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación”.
Por ello, se puntualiza que “el Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años”.
En su descripción del escenario interno, menciona que la inflación de junio estuvo en línea con lo previsto en el último Ipom. Ahí destaca que “la medida subyacente, IPC sin volátiles, tuvo una variación menor a la esperada, principalmente en los bienes y por factores que se estiman transitorios”.
También indican que la variación anual del IPC, serie referencial empalmada, se ubicó en 3,8% y la de la medida subyacente en 3,2%. Respecto de las expectativas de inflación a dos años plazo, tanto la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) como la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) se encuentran en torno a 3%.
Sobre la actividad económica, el BC sostiene que “ha evolucionado por debajo de lo proyectado en junio, mientras que en la demanda los indicadores de alta frecuencia no sugieren grandes diferencias”. Así, se resalta que “en mayo, el Imacec no minero disminuyó 0,5% mes a mes en su serie desestacionalizada, resultado que se explicó en buena medida por factores puntuales de oferta.
En su análisis mencionan que “los datos de actividad sectorial de junio mostraron un desempeño por debajo de lo previsto en algunos rubros. Hacia adelante, información proveniente de los catastros de grandes proyectos muestra un alza importante de los montos previstos para los próximos años”.
En cuanto al desempleo del trimestre móvil terminado en junio se mantuvo en 8,3%. Si bien continúan en terreno pesimista, las expectativas de las empresas y los hogares muestran cierto aumento en lo reciente.
Sobre el mercado financiero local, afirman que “las tasas de interés reajustables de corto y largo plazo han disminuido respecto de la última reunión, en un contexto de tasas nominales sin grandes variaciones. El peso se depreció, en línea con la disminución en el precio del cobre”.
No obstante, subrayan que “el crédito sigue débil, especialmente su componente comercial. La Encuesta de Crédito Bancario del segundo trimestre de 2024 señala que las condiciones de oferta crediticia no han variado en lo reciente para la mayoría de las carteras, mientras que la demanda de crédito continúa baja en todos los segmentos”.
Y mencionan que “las tasas de colocaciones a menores plazos siguen dando cuenta de un traspaso de los recortes de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en línea con los patrones habituales”.
Para los economistas la decisión del Banco Central no les sorprendió, puesto que consideran que había señales que apuntaba a esa dirección. “El Banco Central lo enmarca en el Ipom, atendiendo al hecho de que ya estamos más cerca del valor neutral de la tasa, mientras la inflación aún se ubica sobre la meta de 3%. Tácticamente además nos parece apropiado, acompañando a la Fed con un eventual recorte en septiembre, tal como Powell ha señalado podría ocurrir. Esto reduce las presiones cambiarias”, sostiene el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann.
Felipe Alarcón, economista de Euroamerica, plantea que “el cambio en el panorama de la inflación, particularmente producto del shock de tarifas eléctricas y el debilitamiento reciente del peso hacían que una mantención de la tasa tal vez era lo más prudente, quedando a la espera de lo que haga la Fed en septiembre, entidad que muy probablemente va a rebajar su tasa en esa reunión”.
Una opinión contraria a la decisión del BC mostró Scotiabank, quienes en su informe sostiene que “la mantención aumenta de manera significativa la incertidumbre respecto al próximo movimiento en la TPM haciéndolo particularmente dependiente, para la lectura de agentes de mercado, de la inflación de julio”.
En cuanto a las próximas reuniones, Natalia Aránguiz socia y gerente de estudios en Aurea Group espera que a fines de año se ubique entre 5,25% y 5,5%. Y Carlos Smith, docente del CIES-UDD, prevé “dos bajas más de 25 puntos bases, pero mirando lo que haga la Fed y las presiones inflacionarias que se puedan generar”.
Lehmann, también ve recortes acotados de 25pb en septiembre y otro de igual magnitud en diciembre, y con ello “la tasa de interés cerraría el año en 5,25%. Hacia fines de 2025 alcanzaría su nivel neutral, que estimamos en 4,25%”.
Escenario externo
Sobre el diagnóstico que hizo el Central del escenario externo, dijo que “la inflación mundial, en general, ha continuado descendiendo a un ritmo moderado, principalmente por una lenta reducción de los componentes de servicios”. Así, mencionó que en Estados Unidos, el registro de inflación de junio estuvo por debajo de lo previsto y el mercado laboral ha dado señales de moderación en el margen, lo que ha vuelto algo menos restrictivas las perspectivas del mercado acerca de la política monetaria de la Reserva Federal. “La actividad en esa economía tuvo un dinamismo mayor al previsto en el segundo trimestre. Esto contrasta con el ritmo de crecimiento acotado observado en el resto del mundo, en especial por una desaceleración mayor a la esperada en China. Las perspectivas de crecimiento a nivel global no muestran grandes cambios para este y el próximo año”, puntualizó el Central.
Respecto de los mercados financieros globales, en comparación con lo observado en la Reunión previa, “las tasas de interés de largo plazo se encuentran algo más bajas, tanto en economías desarrolladas como en emergentes y las bolsas han exhibido un desempeño mixto”. Por su parte, “el dólar global se apreció”.
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