Chile es uno de los países de la región que corre más riesgos de que el PIB de 2022 se “deteriore más de lo esperado”, según S&P Global
La agencia asegura que el consumo podría incluso contraerse el próximo año, por lo que el PIB del país podría desacelerarse por debajo del 2% que estiman actualmente para el siguiente ejercicio.
En aproximadamente medio punto porcentual rebajó S&P Global sus perspectivas de crecimiento para las principales economías de América Latina para el próximo año, ahora que logra visualizar mejor los riesgos a los que se va a enfrentar la región y que se concentran en una alta inflación y en la debilidad del mercado laboral.
La agencia de calificación, que está estimando una desaceleración del PIB latinoamericano desde el 6,6% este año hasta un 2% en 2022, señala que en ese escenario “dos países se destacan por tener un mayor riesgo de que el PIB se deteriore más de lo esperado en 2022: Chile y Brasil”.
De acuerdo al reporte publicado por la citada agencia de calificación, nuestro país pasaría de experimentar un potente rebote de 11,4% en 2021, lo que representa un incremento en relación al 9% proyectado previamente, a conseguir un crecimiento que se alinea perfectamente con el avance regional de 2% el próximo año y que implica una rebaja frente al avance de 2,5% que estimaban antes.
Según detalla Elijah Oliveros-Rosen, economista jefa para América Latina de S&P Global y autora del reporte, la expansión observada en el presente ejercicio “fue impulsada en gran parte por tres rondas de autorizaciones de retiro de pensiones (por un total muy superior a 15% del PIB), lo que generó un auge en la demanda interna”.
Detalla al respecto que “la tercera ronda de retiros de pensiones, combinada con una reapertura en curso de los sectores de servicios luego del confinamiento en el segundo trimestre, impulsó el consumo en servicios: creció 12% en el tercer trimestre desde el segundo trimestre”. Sin embargo, indica que “esto también significa que el consumo se desacelerará drásticamente el próximo año, ya que parece menos probable que haya más gastos relacionados con el retiro de pensiones”.
En la misma línea Oliveros-Rosen detalla que, aun aprobándose en el futuro una nueva ronde de retiro de fondos de pensiones, “existe un riesgo real de que la demanda interna se contraiga en 2022 y que el PIB se desacelere más de nuestra proyección del 2%”.
Otras debilidades
Lo anterior, por cierto, tiene lugar en un complejo panorama para la región en general. “La combinación de crecimiento lento, inflación elevada y una dinámica del mercado laboral aún débil, en medio de un ciclo electoral intenso, aumentará las demandas por continuas medidas de estímulo fiscal. Esto podría agregar más presión al alza sobre las tasas de interés para compensar las mayores primas de riesgo fiscal asociadas y mantener la inversión moderada”, se lee en el informe.
En el detalle del análisis del mercado laboral, se plantea que “a medida que nos acercamos al final de este año, el nivel de empleo todavía está en promedio alrededor de 5% por debajo de la tendencia anterior a COVID-19″. En ese contexto, Chile destaca porque “está aproximadamente 10% por debajo de ese nivel, y esto no tiene en cuenta el subempleo”.
A todo lo anterior, Oliveros-Rosen agrega el contexto político complejo que obstaculiza el crecimiento nacional. Precisa que “la incertidumbre sobre la reescritura de la constitución de Chile y las implicaciones del resultado de las elecciones presidenciales, que se encaminan a una segunda vuelta el 19 de diciembre, probablemente también retrasen los planes de inversión”.
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