Cómo preparar a tu organización para prevenir el vendor lock-in en el camino hacia la nube
Eugenio Rodríguez, Country Manager de Red Hat Chile, escribe esta columna sobre las limitantes frecuentes al querer integrar servicios de nube, buscando entender si es un tema que pasa por parte de los proveedores; o si son más bien una consecuencia natural del desarrollo del cloud computing. Una discusión que se está dando en este mismo momento al interior de la industria TI.
Las grandes proveedoras de servicios de nube pública -también llamadas CSP por sus siglas en inglés- lideran desde hace años en el mercado, sobre todo porque su oferta es amplia frente a las alternativas on-premise en términos económicos y de agilidad.
Los proveedores de nube pública modernos aseguran un uptime del 99,9% y diversas prestaciones, que van mucho más allá del almacenamiento. En términos generales, todos los grandes CSP son capaces de satisfacer las mismas necesidades -y conforme a la tendencia ya instalada de nubes híbridas y multinube- también son igualmente capaces de interactuar entre sí con fluidez.
Sin embargo, las lógicas internas de operación y desarrollo son distintas en cada una de ellas. En términos muy simplificados; hacen más o menos lo mismo, pero de maneras muy diferentes.
Debido a ello, ante un cambio de proveedor en la infraestructura tecnológica de las organizaciones, se identifican tres limitantes frecuentes:
- El personal de TI debe reaprender los procedimientos y el manejo de las tecnologías del nuevo proveedor.
- Las políticas de seguridad, autenticación y administración de privilegios no están estandarizadas de manera uniforme entre proveedores diferentes.
- El costo de mover los datos entre nubes diferentes, que se origina en el cargo de los proveedores al transferir los datos desde la nube donde se almacenan.
La pregunta respecto de si estas limitantes corresponden a un lock-in efectivo por parte de los proveedores; o si son más bien una consecuencia natural del desarrollo del cloud computing, es una discusión que se está dando en este mismo momento al interior de la industria TI.
Las compañías proveedoras de nube destacan el hecho de liberar a sus clientes de obligaciones contractuales de largo plazo y modelos rígidos de consumo y escalamiento, como ocurre frecuentemente con el data center más tradicional.
En los modelos más tradicionales el vendor lock-in estaba determinado por los modelos de aprovisionamiento y consumo, que se reflejaban en contratos que limitaban la libertad de acción de los clientes.
Más que hablar de si existe o no un vendor lock-in de los proveedores de nube (para quejarse al respecto), debemos ser capaces de reconocer el costo de oportunidad que representa para cada caso particular el proceso de migrar su propia infraestructura. Considerando todo lo anterior -y partiendo de la base que ese costo nunca será igual a cero- mi postura es que esta ya no es una cuestión de blanco y negro, sino de matices.
En términos concretos, la presencia de un bloqueo depende tu capacidad para mover los elementos clave de tu infraestructura de TI desde tu actual servicio de nube hacia cualquier otra ubicación fuera de ese servicio; con qué rapidez puedes hacerlo, y también si puedes mantener algunos o todos esos elementos on premise, además de en tu alojamiento en línea, o junto con él.
Eso es lo que realmente significa contar con una infraestructura de nube híbrida (algunos elementos en la nube y otros on-premise) o multinube (nubes de diversos proveedores).
Esta es una de las principales razones por la cual hace un mes el Departamento de Defensa de los EE.UU. -mucho más conocido como El Pentágono- canceló un contrato de cerca de 10 mil millones de dólares para su plataforma de nube JEDI, para reemplazarla por “una estrategia de multinube centrada en Amazon y Microsoft”, según declara Bloomberg Government.
Sin embargo, la realidad es que muchas empresas están aún lejos de hacer realidad su sueño de la nube híbrida y abierta. Un reporte del año pasado de Bain & Co. -una de las “Tres Grandes” consultoras de management en Estados Unidos- determinó que el 65% de los CIO dicen que planean utilizar varios proveedores de nube, pero el 71% de las empresas aún dependen de un proveedor de nube. Más aún, entre las empresas que tienen un entorno de múltiples nubes, un promedio del 95% del gasto se destina a un solo proveedor.
En el mismo artículo de Bloomberg, un experto comenta que ante esta situación, “las soluciones de integración serán críticas”, y esa es la misión que Red Hat está asumiendo en este nuevo escenario.
Si terminaste de leer este artículo y quedaste con la cabeza en las nubes, te invito a considerar sólamente esto: Al igual que la evolución de la tecnología, tu negocio es dinámico, y por ende, ya sea en la nube, en tu propio data center o en lo que sea que nos depara el futuro, la misión de tu infraestructura digital continuará siendo la misma: dar a tu empresa soporte, valor, y potencial para crecer.
Hoy Red Hat está potenciando su oferta de soluciones y servicios para asegurar que puedas lograr un entorno híbrido e integrando múltiples proveedores. Algunas cosas cambian y otras se mantienen. Nuestra posición histórica de ser abiertos y neutrales, significa que, en el camino hacia la nube, nuestro principal aliado será siempre el cliente, y no una marca en particular.
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