El crudo está atrapado en una tormenta perfecta

Crude Oil Shipments In The Persian Gulf

La fuerte caída de la semana pasada en los precios del petróleo va más allá de la gama habitual de influencias económicas y de mercado.


La incertidumbre por la demanda, la alta producción y el escepticismo sobre la voluntad de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de reducir la producción se unieron para causar una fuerte caída de los precios del petróleo.

Para entender mejor lo que está por venir, los participantes del mercado deberían extraer ideas de lo que los economistas llaman el "teorema de la telaraña", un modelo económico que ayuda a explicar la dinámica de precios.

La semana pasada, los precios del petróleo cayeron un 10% en negociaciones volátiles que fueron amplificadas por señales de un reposicionamiento frenético de algunos participantes del mercado.

El precio de la mezcla WTI ha caído un tercio en menos de dos meses, a US$50 a fines de la semana pasada, frente a un máximo de US$76 el 3 de octubre. Algunos analistas advierten que el mercado incluso podría estar repitiendo el patrón de hace algunos años, cuando los precios del petróleo cayeron más de la mitad, desde cerca de US$90 en noviembre de 2014 hasta solo US$41 en enero de 2016.

Tres factores distintos han impulsado la reciente caída de los precios, que se produjo a pesar de las nuevas sanciones de Estados Unidos contra Irán, que limitan la capacidad de ese país para exportar petróleo:

* Una mayor evidencia de un debilitamiento de la economía mundial, incluyendo datos decepcionantes de Europa y crecientes preocupaciones sobre el bienestar económico de China.

* La confirmación de que la producción de EE.UU. está en auge, incluido un aumento al doble de la producción de shale desde 2012.

* Los reiterados llamados del presidente Donald Trump para que Arabia Saudita evite cualquier acción que se traduzca en mayores precios del petróleo.

Arabia Saudita recientemente manifestó su interés por liderar un nuevo esfuerzo para estabilizar los precios mediante la reducción de su propia producción como parte de una reducción más general.

Pero muchos participantes del mercado creen que la probabilidad de traducir esto en una acción efectiva ha disminuido debido a los acontecimientos políticos.

Todo esto se traduce en una difícil perspectiva a corto plazo para los precios del petróleo. Además de la falta de apoyo de los indicadores fundamentales tanto de la demanda como de la oferta, el mercado tiene que enfrentar el debilitamiento de otro pilar para la estabilización: la coordinación de la OPEP con Rusia para equilibrar la producción y el uso actual a precios más altos.

Después de intentar un enfoque de no intervención a fines de 2014 y dejar la función de productor compensador de la OPEP, Arabia Saudita retomó su posición de liderazgo tradicional dos años más tarde.

Sin embargo, la posición del cártel petrolero como productor compensador se ve desafiada por la creciente influencia de EEUU. Con su mayor producción y opiniones más críticas sobre los precios, EEUU ha estado reafirmando cada vez más su papel como otro productor compensador.

Para captar la dinámica de precios resultante, los participantes del mercado petrolero deben familiarizarse con las ideas del teorema de la telaraña.

En pocas palabras, el teorema incorpora desfases en la evaluación de cómo las decisiones de producción responden a la evolución de los precios, destacando por qué el precio puede no converger a su nivel de equilibrio por la demanda/oferta de manera ordenada y oportuna.

Las implicaciones de la fuerte caída de la semana pasada en los precios del petróleo van más allá de la gama habitual de influencias económicas y de mercado. La caída también proporciona una visión de los cambios estructurales graduales experimentados por un mercado que juega un papel importante en una amplia gama de decisiones de producción, inversión y consumo.

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