Economía creció menos de lo esperado el segundo trimestre y registró su menor desempeño en más de un año
El Producto Interno Bruto (PIB) tuvo una expansión de 5,4% frente a igual periodo del 2021.
Tal como han anticidado el Banco Central, el gobierno y los analistas la economía siguió desacelerándose. Según informó este jueves el intituto emisor en su informe de Cuentas Nacionales el Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento de 5,4% en el segundo trimestre comparado con igual lapso del año anterior.
La cifra es menor a la expansión de 7,4% que anotó el primer trimestre (y que fue revisada al alza respecto al aumento de 7,2% anunciado previamente) y se ubicó bajo las expectativas del mercado que estimaba un aumento de 5,7%, según un un sondeo de Bloomberg.
Así además tuvo su menor desempeño desde los primeros tres meses de 2021, cuando la economía tuvo una variación nula.
En tanto, la demanda interna aumentó 8,7%, impulsada principalmente por el consumo de los hogares.
El segundo trimestre tuvo un día hábil más que el mismo período del año anterior, registrando un efecto calendario de 0,2 puntos porcentuales.
Sectores
Desde la perspectiva del origen, las actividades tuvieron resultados disímiles; las mayores incidencias estuvieron en las actividades de servicios, en particular, personales, transporte y empresariales.
En contraste, entre las actividades que anotaron caídas destacaron la minería y el sector agropecuario-silvícola.
En términos desestacionalizados, la actividad económica no presentó variación respecto del trimestre anterior. Destacaron por su contribución a la baja el comercio y los servicios personales; efecto compensando por un aumento trimestral en la minería.
En tanto, el PIB no minero tuvo un crecimiento de 7% respecto al mismo trimestre del año anterior, mientras que en términos desestacionalizados cayó 0,5%.
Desde la perspectiva del gasto, la mayor demanda interna fue compensada en parte por una caída de las exportaciones netas.
Gasto
El crecimiento del gasto interno fue liderado por el consumo y, en menor medida, por la inversión. El aumento del consumo fue reflejo de un mayor gasto de los hogares (7,8%), particularmente en servicios y, en menor medida, de bienes no durables; en contraste, el gasto en bienes durables se redujo.
En tanto, la mayor inversión se sustentó en la formación bruta de capital fijo (FBCF), la cual registró una expansión de 7,3%, incidida mayormente por la inversión en maquinaria y equipo. Por su parte, la acumulación de existencias también contribuyó al crecimiento, alcanzando un ratio acumulado en doce meses de 1,9% del PIB, a precios del año anterior.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones cayeron 0,3% y las importaciones aumentaron 10,9%. En el primer caso, el resultado se explicó principalmente por menores envíos de cobre; en el segundo, destacaron las mayores internaciones de químicos, combustibles y vestuario.
En términos desestacionalizados, la demanda interna fue menor respecto al primer trimestre, resultado explicado por el consumo tanto de los hogares como del gobierno. En contraste, la variación de existencias incidió al alza, compensando en parte el efecto anterior.
Déficit de cuenta corriente
Además el Banco Central dio a conocer los datos que las Cuentas Externas. El informe mostró que en el segundo trimestre la cuenta corriente registró un déficit de US$6.564 millones, el cual, acumulado en un año equivale a 8,5% del PIB, reflejando también la mayor debilidad de la economía.
El resultado se explicó por la renta devengada de la inversión extranjera en Chile y el déficit de la balanza comercial de servicios, señaló el instituto emisor.
Por su parte, la cuenta financiera tuvo entradas netas de capital por US$6.257 millones, explicadas por un aumento de pasivos, asociado, principalmente, a las empresas de inversión extranjera directa. En menor medida, también incidió la disminución en los activos, asociada al retorno de inversiones desde el exterior, principalmente, por parte de los Bancos y Fondos de Pensiones.
En tanto la deuda externa se redujo hasta ubicarse en US$233.909 millones (840% del PIB), debido a una caída en el valor de los bonos de gobierno y empresas, y a la depreciación de las monedas respecto del dólar, en particular del peso chileno.
La deuda externa de corto plazo residual se ubicó en US$70.771 millones, principalmente, de Empresas y Otras Sociedades Financieras (OSF) de inversión extranjera directa (IED) y del resto de las Empresas no financieras.
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