Economistas: Hacienda elevará déficit fiscal efectivo hasta 2,3% por menor crecimiento
El gobierno debe entregar una actualización de su escenario económico y fiscal en julio. Entre otras modificaciones principales los analistas esperan que el pronóstico de expansión del PIB se ajuste a niveles cercanos a 3% y que también se aplique un recorte en la previsión de demanda interna.
Durante la primera quincena de julio el Ministerio de Hacienda debe entregar un nuevo Informe de Finanzas Públicas. Y debido a la desaceleración global, como consecuencia de la guerra comercial entre China y EEUU, sumado al deterioro de las expectativas locales y el enfriamiento en el ritmo de la economía doméstica, los analistas esperan que se aplique una corrección a la baja en varias variables claves para los ingresos fiscales y que, como producto de ello, haya un mayor déficit fiscal efectivo.
Así, si en octubre del año pasado la estimación que fijó Hacienda en la Ley de Presupuestos 2019 era de -1,7% del PIB, que se subió a -1,8% en marzo, ahora los expertos anticipan que se podría ampliar hasta -2,3%. Esto además tendría efectos en los niveles de deuda pública, la que en 2018 cerró en 25,6% del PIB.
Detrás de este deterioro está el menor crecimiento económico. Todos los economistas consultados señalan que en materia de expansión de la actividad, el ajuste se acercará al piso del rango que entregó el Presidente Sebastián Piñera en la última cuenta pública, de 3% a 3,5%, pero descartan que sea menor a 3%.
El socio de Gemines, Alejandro Fernández, sostiene que "es políticamente complicado hacerlo, ya que el ministro (Larraín) queda mal después de haber defendido tanto el 3,5%, contra la opinión generalizada de todo el mundo".
En Itaú tienen una opinión similar. "Para el crecimiento del PIB anticipamos algo en torno a 3%, aun cuando tenemos una proyección menor para el crecimiento", señalan.
En la misma línea, el académico de la Universidad Santo Tomás, Alejandro Puente, coincide en que "el crecimiento del año va a estar por debajo del 3%, pero es improbable que el gobierno ajuste la previsión a menos de 3%" y agrega que "sería deseable que estas definiciones tomaran (en cuenta) la opinión del nuevo Consejo Fiscal Autónomo".
¿Qué otros ajustes?
El menor crecimiento iría de la mano de una revisión -también a la baja- de la estimación de la demanda interna, el precio del cobre, la inversión y, finalmente, en el déficit fiscal efectivo.
Para Fabián Sepúlveda de Santander, la demanda interna "debiese ajustarse desde 4,2% del último IFP a 3,5%, incidida por la desaceleración del consumo y por una recuperación más lenta de la inversión".
Levemente más optimistas se declaran respecto de estavariable Itaú (3,5%-3,7%) y Antonio Moncado de BCI (hasta 4%).
Mauricio Carrasco de Econsult, subraya que existe una combinación entre "el menor impulso externo que recibirá nuestra economía, producto de la mayor incertidumbre en torno a la guerra comercial, y el menor crecimiento de nuestros socios comerciales, lo que ha repercutido directamente en un menor precio de las materias primas". Y añade que "esto se suma a la incertidumbre y ajuste en expectativas internas, ligado en parte importante a lo trabado que se encuentra el escenario político".
Donde no hay dos opiniones es sobre la corrección a la baja del precio del cobre, el que podría pasar de los US$2,98 la libra a los US$2,80 la libra, en un año en que el metal rojo promedia a la fecha US$2,7 la libra.
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