Empresas en el mundo acuden a los incentivos para fomentar vacunación de sus trabajadores para acelerar el regreso al trabajo presencial
A medida que el urgimiento por volver al trabajo presencial crece, las compañías promueven campañas para que sus empleados se vacunen y se enfrentan, entre otras cosas, a las creencias anti vacunas.
Algunos CEOs están tan ansiosos por que sus empleados se vacunen contra el Covid-19 que les están otorgando tiempo libre o incentivos en efectivo para que se vacunen.
En los Estados Unidos, el minorista Lidl le está dando a su personal US$ 200, mientras que Aldi, Dollar General y Trader Joe’s ofrecen horas extra de pago. La empresa de entrega de comestibles en línea Instacart proporciona un estipendio de US$ 25 para trabajadores y contratistas. Los fabricantes de yogurt Chobani y Danone ofrecen hasta seis horas de licencia pagada, y la compañía francesa dice que cubrirá el costo de la inoculación en países donde las vacunas no son gratuitas.
Otras empresas están adoptando una línea más dura. El imperio de gasfiteria del Reino Unido, Pimlico Plumbers, ha dicho que planea una política de “no hay vacuna, no hay trabajo” para los nuevos miembros de su fuerza laboral. United Airlines quiere que las vacunas sean obligatorias, lo que genera preocupaciones en los sindicatos.
Muchos directores ejecutivos se ven a sí mismos como líderes en la lucha contra una pandemia que ha causado la muerte de más de 2,6 millones de personas. Se oponen al sentimiento anti-vacunación que es fuerte en países como Estados Unidos, Francia y Rusia, y tratan de mantener seguros a sus trabajadores. Para algunos, también existe una motivación más pragmática: la vacunación facilitará el regreso a la oficina después de un año de trabajo desde casa que ha tensado las culturas corporativas y ha generado una nueva epidemia de fatiga por Zoom.
“Creo que lo que nos gustaría hacer es tener el palo y la zanahoria, queremos que la gente lo tome; creemos que es algo mucho mejor “, dijo el director ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, en una entrevista con Bloomberg TV. El banco no hará que la vacunación sea obligatoria por el momento debido a preocupaciones legales, pero las aerolíneas y las compañías hoteleras pueden intentar hacerlo, dijo.
Obstáculos legales
La legalidad de las empresas que exigen que sus clientes y trabajadores se vacunen varía de un país a otro. En muchos estados de Estados Unidos, un empleador puede despedir a los trabajadores a voluntad por cualquier motivo legal, que podría incluir la negativa a cumplir con un mandato de vacuna.
En este momento, menos del 1% de las empresas en los Estados Unidos exigen la vacuna contra el coronavirus para todos los empleados, y solo el 6% dice que planea hacerlo una vez que las dosis estén disponibles, según una encuesta a 1.800 abogados internos, trabajadores de recursos humanos y ejecutivos de la firma de abogados laborales Littler Mendelson.
En países donde la protección del empleo es más fuerte, los funcionarios gubernamentales apenas tocan el tema. El gobierno del Reino Unido ha dicho que depende de las empresas determinar las políticas de inmunización para su fuerza laboral, pero que quienes insistan en la vacunación serían discriminatorios.
En la práctica, solo es legal que un empleador exija la vacunación si se considera una “instrucción razonable” relacionada con el rol del trabajador, esto sería probablemente en sectores como la atención médica o la hotelería, según una guía de derecho laboral publicada por un bufete de abogados del Reino Unido Pinsent Masons. Para las empresas que realizan visitas domiciliarias, como Pimlico Plumbers, vacunar a los empleados y representar una amenaza menor para la salud de los clientes también podría ser un punto de venta.
Para no verse arrastrados a disputas en los tribunales, muchos directores ejecutivos están optando por la persuasión en lugar de obligar. La eficacia de su promoción será fundamental para reabrir la economía global, incluidas las oficinas donde millones de empleados trabajan duro en medio de poco contacto directo con los clientes.
Contrarrestar los miedos
El director de Unilever, Alan Jope, dijo que firma cartas semanales a los 150.000 empleados de la empresa instándolos a vacunarse apenas sea posible, y ha invitado al médico de la empresa a promover la vacunación en reuniones virtuales dos veces al mes, en los que unos 14.000 trabajadores se conectan.
“De ninguna manera queremos que la vacilación contra las vacunas o los pensamientos anti-vacunas sean parte de la cultura de Unilever, y es muy útil para ellos escuchar a alguien en quien confían, que es una autoridad médica, y usaremos esa plataforma para responder las preguntas de la gente y abogar por las vacunas“, dijo Jope en una entrevista.
Budweiser, que es propiedad de Anheuser-Busch InBev, decidió no publicar un comercial durante el Super Bowl por primera vez en 40 años y, en cambio, asignó ese gasto a las campañas pro-vacunación del Advertising Council. Las vacunas “liberarán a la gente”, dijo el director ejecutivo Carlos Brito en una entrevista.
Algunos directores ejecutivos están predicando con el ejemplo. Mark Schneider, de Nestlé, dijo que si una vacuna estuviera disponible de inmediato para él, “me vacunaría frente a toda nuestra gente para ser un modelo a seguir”.
“Es la mejor manera posible de protegerse a sí mismo y proteger a sus colegas, y seremos muy claros en eso, de igual manera que tuvimos muy claro desde el principio lo de las mascarillas”, dijo en una entrevista. “Una de las desventajas del año pasado fue que se politizaron muy buenas y efectivas medidas de prevención, como las mascarillas”.
Vacuna o prueba
Osem Investments, una subsidiaria de Nestlé en Israel, prohibirá asistir al lugar de trabajo a los empleados que no hayan sido vacunados o recuperados del Covid-19 a menos que presenten una prueba de virus negativa cada tres días. Empresas como Check Point Software Technologies y Mobileye de Intel también han pedido a los trabajadores que no se han vacunado que se queden en casa o entreguen una prueba negativa reciente.
Varias aerolíneas están adoptando una línea igualmente dura: Scott Kirby, CEO de United Airlines, ha dicho que quiere que la vacunación sea un requisito para los 60.000 trabajadores de la empresa. La iniciativa está dividiendo a los empleados: la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales del Distrito 141, un sindicato que representa al personal de servicio de flotas y pasajeros de United, ha dicho que ha recibido quejas de trabajadores que no quieren vacunarse, así como preocupaciones de los empleados que no quieren entrar en contacto con colegas no vacunados.
Lograr un tono persuasivo sobre la vacunación será cada vez más importante a medida que los ejecutivos se apresuran a regresar a la oficina. Los empleados de la joyería Tiffany en Estados Unidos han recibido instrucciones de trabajar al menos dos días desde la oficina desde principios de marzo, ya sea que estén vacunados o no.
El Director Ejecutivo de Goldman Sachs, David Solomon, dijo en una conferencia el mes pasado que más banqueros de la firma ya habrían regresado a la oficina si la distribución de la vacuna hubiera sido más rápida en el primer trimestre.
Trabajar desde casa es una “aberración que vamos a corregir lo antes posible”, dijo.
Traducido por Alfonso Zagal Rojas.
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