Fiebre por bitcoin lo lleva a los US$ 50.000. ¿Hasta dónde llegará ahora que concita interés de las finanzas tradicionales?

FILE PHOTO: A representation of virtual currency bitcoin is seen in front of a stock graph
FILE PHOTO: A representation of virtual currency bitcoin is seen in front of a stock graph in this illustration taken November 19, 2020. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo

Morgan Stanley se estaría por sumar a grandes instituciones que trabajarán con la criptomoneda. Además, el viernes pasado Canadá se transformó en el primer país en aprobar un fondo de cotización para bitcoin.


Una semana después de que Tesla anunciara una inversión de US$1.500 millones en bitcoin, el activo digital ha continuado avanzando en el campo de las finanzas más tradicionales. Gracias al creciente interés que concita en ese sector, el día de hoy alcanzó el umbral US$50.000 por primera vez en su historia, dejando clara la poca incidencia que han tenido las posturas más contrarias a su expansión, entre algunas autoridades económicas e inversionistas de renombre mundial.

De hecho, la más reciente de las noticias que han alentado el valor de la soberana de las criptomonedas es la relacionada con Morgan Stanley Investment Management. Según lo consignado por Bloomberg, la unidad Counterpoint Global de la mencionada entidad, que maneja una de inversión de alrededor de US$150.000 millones, está explorando una participación en el bitcoin.

Sólida tendencia

Se suma así a la tendencia que la semana pasada reforzaban otras compañías, además de la dirigida por Elon Musk. El Bank of New York Mellon informó el jueves pasado que retendrá, transferirá y emitirá bitcoins y otras criptomonedas.

“Hemos visto un aumento en el interés y la demanda de los clientes, y es natural que llevemos nuestro legado de confianza e innovación para ser pioneros en cerrar la brecha entre los activos tradicionales y digitales”, destacó en el marco del anuncio Todd Gibbons, CEO del que califica como el banco más antiguo de Estados Unidos.

Paralelamente, Mastercard informaba que “comenzará a admitir criptomonedas seleccionadas”. Según precisó en un comunicado, “cualesquiera que sean sus opiniones sobre las criptomonedas, desde un fanático incondicional hasta un escéptico absoluto, el hecho es que estos activos digitales se están convirtiendo en una parte más importante del mundo de los pagos y estamos viendo que este hecho se desarrolla en la red Mastercard”.

Como si no fuera suficiente con todo lo anterior, la misma jornada del jueves 11 de febrero Canadá se transformó en el primer país del mundo en dar su visto bueno para la creación de un fondo cotizado para bitcoin. “Purpose Bitcoin ETF”, lanzado por Purpose Investment, comenzará a operar a partir de este jueves 18 de febrero en la Bolsa de Toronto.

“Los reguladores ahora reconocen que crear una estructura eficiente y regulada es mucho mejor para la protección de los inversionistas que algunas de las cosas que hemos visto en los últimos años que no estaban reguladas y que eran o directamente fraudulentas o dejaron a los inversores pagando comisiones de escándalo”, señaló el CEO de Purpose Financial, Som Seif, en respuesta a la aprobación que otorgó la Comisión del Mercado de Valores de Ontario.

Debate abierto

De esta manera, posturas como la de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europea, parecen ir quedando aisladas en un escenario global que se familiariza cada vez más con las criptomonedas.

La ex directora del FMI señaló el sábado pasado, en una entrevista en la conferencia Reuters Next, que el bitcoin “es un activo altamente especulativo, que ha realizado algunos negocios divertidos y una actividad de lavado de dinero interesante y totalmente reprobable”.

En una línea similar, Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, había señalado anteriormente que “las criptomonedas son una preocupación particular. Muchas son utilizadas para el financiamiento ilícito, al menos en cuanto a las transacciones que se realizan”, marco en el que considera necesario “examinar las formas en que se pueda regular su uso y asegurar que no se lave dinero a través de ellas”.

Para el economista español Daniel Lacalle, “es, como mínimo, sorprendente que se acuse a las criptomonedas de blanqueo de dinero. La inmensa mayoría del blanqueo de dinero a nivel global se hace con monedas fiduciarias, sobre todo las monedas de reserva, el dólar y el euro. Eso no nos lleva a demonizar dichas monedas”.

En tanto, desde el mundo de las finanzas privadas, Nouriel Roubini fue el que encendió las alarmas. Con un foco diferente al planteado por ambas líderes de la economía, el inversionista que anticipó la Crisis Financiera, ganándose el apodo de “Doctor Desastre”, apuntaba su oráculo en contra de la criptomoneda.

“Las afirmaciones de que el bitcoin es el nuevo ‘oro digital’ están alimentando una nueva burbuja en esa y otras criptomonedas. En la última, que se formó en 2017-18, el bitcoin pasó de valer US$1.000 a US$20.000 y luego volvió a caer a US$3.000 a fines de 2018”, escribió el experto en una columna del Financial Times.

Más que una burbuja alimentada por un entusiasmo de quienes puedan ver al bitcoin como un nuevo oro, Lacalle apunta a otro factor detrás del boom. “Las criptomonedas son una respuesta al enorme exceso monetario implementado por los bancos centrales desde hace años. De hecho, el avance de estas criptomonedas está totalmente correlacionado con el aumento sin control de los balances de los bancos centrales”, explica Lacalle en un análisis que comparte en su blog.

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